15/3/09

Indicadores de relevancia y dimensiones del poder

Comparen los siguientes índices y analicen los artículos para determinar cuántos y cuáles son los actores estatales de relevancia en el mundo globalizado. Recuerden que el poder tiene múltiples dimensiones (militar, política, económica, cultural, tecnológica) y que éstas no son fungibles. Para cada artículo o índice se incluyen una serie de disparadores.

INDICE DE DESARROLLO HUMANO 2008
¿Cuáles son los países de alto desarrollo? ¿En qué región se ubican? ¿Qué posición ocupan USA, los países de la UE, los BRICS, los IBSA? ¿Qué cambios podemos ver a lo largo del tiempo?

ARSENALES DE ARMAMENTO NUCLEAR
Durante la Guerra Fría, poseer armamento nuclear equivalía -casi automáticamente- a ser una potencia. La posesión de armas nucleares determinó una posición de jerarquía especial en el seno de Naciones Unidas y en el TNP a 5 países (USA, URSS, China, UK, Francia). ¿Pero qué pasa hoy en día? ¿Status nuclear -de hecho o de derecho- equivale a status de gran potencia?

ASISTENCIA OFICIAL AL DESARROLLO
Una vía para obtener influencia sobre las decisiones de gobiernos de países en desarrollo es concederles AOD (asistencia oficial al desarrollo). Por otra parte, los países desarrollados se han comprometido -de acuerdo con los ODM- a destinar un piso de 0.7% de su PBI a asistir a los países menos avanzados. ¿Qué lectura podemos hacer de las cifras de inversión en AOD?

PRODUCTO BRUTO INTERNO
Paul Kennedy establecía que había 2 elementos clave para el auge y mantenimiento de una gran potencia: su potencial militar y la fortaleza de su economía. ¿Qué nos indican entonces los siguientes datos de PBI de los países? ¿Cuáles serían los más poderosos en términos económicos? ¿Qué sucede si, en lugar de considerarlos individualmente, los agregamos por regiones o coaliciones -UE, Asia Pacífico, Sudeste asiático, BRIC's, Latinoamérica-? ¿Y qué pasa si comparamos los datos de PBI con PBI per cápita? Tengamos a mano algunos datos de población: 10 países más poblados de mundo.

EXPORTACIONES
No sólo es relevante cuánto produce un país, qué produce, qué capacidad tiene de agregar valor; sino también, si produce para el mercado interno o para el mundo. Aquellos países orientados a la exportación tienen mayor acceso a divisas, preparan sus industrias para la competencias global y están en mejor posición para continuar ganando mercados.

RESERVAS DE ENERGÍA
En los '70, los países de la OPEP elevaron el precio del crudo y las economías desarrolladas de Occidente pagaron las consecuencias. Los shocks petroleros abrieron los ojos de los analistas para comprender que si un país posee reservas de petróleo, gas u otras fuentes energéticas, cuenta con un importante elemento de poder. ¿Qué lectura podemos hacer de los datos adjuntos acerca de la producción diaria de barrilles de petróleo?

ACCESO A INTERNET
No sólo es importante saber cuántos hogares de un país cuentan con PC y conexión a Internet, sino dónde están los servidores que permiten la conexión, qué países los controlan y qué capacidad tiene cada uno de ellos. Los mapas del ICANN nos permiten analizar, de un vistazo, lo que Castells llama "la geografía de Internet".

PATENTES
En una economía informacional como la actual, la base de la riqueza futura es la inversión actual en investigación y desarrollo. ¿Cuáles son los países que patentan más invenciones?

MEDIOS / ENTRETENIMIENTO
Una de las formas de influencia y construcción de softpower más poderosa es a través de los medios de comunicación audiovisuales. No en vano ciertos países son tan celosos con la protección de sus bienes culturales, industria cinematográfica y televisión nacional. Veamos algunas estadísticas:
- Producción de películas

REPRESENTACIÓN Y DECISIÓN EN OIG
Al constituirse las Naciones Unidas, el diseño institucional buscó superar el error de la Liga de Naciones y reflejar más adecuadamente la distribución real de poder en el mundo de 1945. Pero, ¿podemos decir lo mismo de las OIG actuales? ¿Cuáles son los criterios de representación y votación predominantes?
- FMI
- Banco Mundial
- Unión Europea (Niza y Lisboa -aún no entró en vigor)
- OTAN
- OMC

La Responsabilidad Social Empresaria - Ficha 8

Según el informe de las Naciones Unidas “Situación social mundial 2005: el predicamento desigual”, actualmente el mundo está más polarizado que hace 10 años. De hecho, el “80% del Producto Bruto Mundial pertenece a 1000 millones de personas que viven en el mundo desarrollado (mientras que) el 20% restante es compartido por 5000 millones de personas en mundo en desarrollo”.

Al analizar la configuración del mundo actual, resultan evidentes ciertas cuestiones: como que su principal característica es la concentración de poder en grande grupos económicos (en un grupo de países) y que el capitalismo no “derrama” necesariamente sus beneficios sobre todos las personas, como solían sostener las posturas más liberales; en fin, que la búsqueda del interés individual no redunda precisamente en el bienestar de todos. De hecho, “las crecientes protestas contra la globalización han puesto cada vez más en evidencia que hay importantes aspectos de la equidad global que es necesario abordar” (Sen, 2000).

También producto de la globalización, encontramos una cierta retirada del Estado de las funciones de lo que fue el Estado de Bienestar, cobrando ahora mayor importancia otros actores de la escena global, como las corporaciones y las asociaciones de la sociedad civil, que rigen las corrientes de intercambio y las relaciones interpersonales.

La Responsabilidad Social Empresaria, o en su termino en inglés Corporate Social Responsibility, es una forma de entender el hacer negocios en el mundo de hoy.

Hacia fines del s. XX y principios del s. XXI, nos encontramos con un Estado parcialmente retirado en ciertas cuestiones y una teoría del capitalismo que pareciera no poder justificar el modelo de acumulación de riqueza actual ante tanta desigualdad y amenazas medioambientales. Tal como explica Comte-Sponville (2004:39-42): “A lo largo de todos los años de la guerra fría y luego de la coexistencia pacífica, el capitalismo, el Occidental liberal o el mundo libre, (…) podía sentirse suficientemente justificado, desde un punto de vista moral, por su oposición al sistema comunista”(…) el desmoronamiento del bloque soviético nos remite también a la cuestión moral”. Hay quienes sostienen, por esto, que la RSE podría ser la forma ideológica de justificar o legitimar el sistema económico actual.

¿Qué es la RSE?

Como suele suceder en el campo de las ciencias sociales, no hay una definición aceptada unánimemente en el mundo sobre lo que sea la RSE. El concepto, además, no surgió primeramente de las aulas de las universidades ni centros de investigación, sino en la actividad práctica de las empresas y la sociedad civil, y ciertamente sufrió severas modificaciones a lo largo del tiempo. Es necesario entonces, remitirse a diferentes fuentes para encontrar definiciones que puedan acercarnos al concepto.

Una de las más importantes organizaciones que trata temas de RSE es el World Business Council for Sustainable Development que propone la siguiente definición: “la Responsabilidad Social Empresaria es el compromiso de las empresas para contribuir al desarrollo económico sustentable, trabajando con los empleados y sus familias, la comunidad local y la sociedad como un todo, para mejorar su calidad de vida”.

En cambio, desde el Instituo Ethos de Brasil, se define la RSE como “la capacidad de una empresa de escuchar, atender, comprender y satisfacer las expectativas legítimas de los diferentes actores que contribuyen a su desarrollo”.

El Business for Social Responsibility de USA entiende a la RSE como “operar un negocio de manera tal que encuentre o exceda las expectativas éticas, legales, comerciales y publicas que la sociedad tiene de los negocios. La responsabilidad social es un principio que guía a todas las decisiones que se tomen en cada área del negocio”.

Social Accountabilty International, responsable de la norma SA 8000 y una de las que rige la RSE en el mundo, explica a los empresarios que “la implementación de un Sistema de Responsabilidad Social prueba a sus clientes que ha tomado medidas para proteger los derechos de los trabajadores y para asegurar la ética en la producción de todos los bienes producidos por su empresa”.

Según la Fundación Prehumana de Chile, tal como cita Raúl Reynoso en un documento que podemos leer del IARSE, la responsabilidad social (no solo la empresaria, sino en sentido mas amplio) es “la responsabilidad que tienen las personas, instituciones y empresas, para contribuir al aumento del bienestar de la sociedad (global y local)”.

Una expresión que puede aglutinar todos los conceptos detallados en las anteriores definiciones, es la que encontramos en el Informe Final de la Encuesta de Responsabilidad Social Empresarial en la Argentina del Año 2005, llevado a cabo en conjunto por la Universidad de San Andrés, la Fundación IRSA y el Foro del Sector Social. Allí se explica que: “la mayoría de las definiciones entienden a este concepto (la RSE) como la integración voluntaria por parte de las empresas de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus decisiones estratégicas y operativas, y a la incorporación de procesos y comportamientos que tomen en cuenta tanto las consecuencias que éstas tienen sobre los actores y partes afectadas o influidas por dichas decisiones como las expectativas legitimas que estos tienen de las empresas”.


Un cambio de paradigma

El concepto de RSE tiene su origen en la década del ’60, fortaleciéndose a partir de la década del ´80 con la conformación de cada vez más grupos económicos relevantes en la esfera internacional. Fue desarrollándose primero en Europa y posteriormente en los Estados Unidos, y su origen encierra verdaderamente un cambio de paradigma en la forma de concebir el mundo de los negocios.

Ya lo decía Alvin Toffler (1980:233) “(…) la tercera ola trae consigo la demanda cada vez más insistente de una clase completamente nueva de instituciones (…), una corporación cuya responsabilidad no se limite ya a obtener un beneficio o a producir bienes, sino que, al mismo tiempo contribuya a la solución de problemas ecológicos, morales, políticos, raciales, sexuales y sociales extremadamente complejos”.

La RSE presupone una reflexión ética sobre el sistema capitalista. A partir de la década del 50 tenemos la aparición de un nuevo modelo de empresa caracterizado por organizaciones multiunitarias, diferentes de las empresas pequeñas tradicionales, con organizaciones formales y jerárquicas complejas, donde las trayectorias de los individuos se transforman en carreras profesionales y donde se da una separación de la dirección y la propiedad.
Desde el punto de vista de las corrientes que explican los fenómenos, en la década de los ’70 fue muy importante la teoría clásica de Milton Friedman, para quien “el verdadero deber social de la empresa es obtener las máximas utilidades (obviamente en un mercado abierto, correcto y competitivo) produciendo riqueza y trabajo para todos de la manera mas eficiente posible” (citado en Calvo, pág. 3). Esta corriente de pensamiento toma el nombre de teoría de los accionistas y afirma que la única responsabilidad de la empresa es usar eficientemente los recursos, de manera tal de contribuir a la creación de riqueza para todos. Pese a su crudeza, la teoría neoclásica hace referencia a que la empresa debe obtener beneficios respetando las normas legales y éticas que la sociedad le impone.

Nuevos cambios que se fueron dando a nivel global motivaron la necesidad de que las empresas lleven adelante prácticas que atiendan a (Gonzalez García et al, pag. 18):
- Las necesidades y nuevas expectativas de los ciudadanos, consumidores, inversores, poderes públicos y las consecuencias del cambio industrial a gran escala.
- La influencia de los nuevos criterios sociales en las decisiones de los inversores y de los consumidores.
- La preocupación cada vez mayor sobre el deterioro medioambiental provocado por la actividad económica.
- La necesidad de mayor transparencia de las actividades empresariales, propiciada por los medios de comunicación y las ONG.

Así, frente al avance del capitalismo y el liberalismo, nuevas teorías se comenzaron a pensar para darle legitimidad al sistema económico que se perfilaba y se hacía cada vez más importante. Una de ellas es la teoría de los stakeholders
, cuyo principal exponente es Freeman. Para esta teoría (citada en Calvo, pág. 5), “la auténtica finalidad de la empresa, desde nuestro punto de vista, es la de obrar como vehículo para coordinar los intereses de los stakeholders”. La idea de fondo es cómo hacer para conciliar los intereses de todos los actores involucrados en la empresa. “Cada grupo de stakeholders tiene derecho a no ser tratado como un medio orientado para cualquier fin, sino que debe participar de las determinaciones del rumbo futuro de la empresa”. De esta forma, los stakeholders incluirían más grupos que los actores involucrados en la teoría tradicional de la empresa (inversores, empleados, proveedores y consumidores), incorporando a los cuerpos gubernamentales, los grupos políticos, los sindicatos, las comunidades, las corporaciones socias, etc. En este sentido, en lugar de maximizar beneficios, el desafío de la empresa es maximizar la solución producto de la negociación entre todos los stakeholders (Zamagni).

En los ‘90, una teoría que surgió con gran ímpetu fue la de Corporate Citizenship. “Este enfoque implica desarrollar una buena relación con todo el espectro de componentes, tomar conciencia de las implicancias sociales y humanas de prácticas operativas de la empresa y desarrollar políticas, procedimientos y procesos, respetando la dignidad y la valía de cada stakeholder. (…) Como mínimo, la Ciudadanía Corporativa significa adherir a las leyes, regulaciones y prácticas de negocio aceptadas donde opera la compañía. Según una interpretación más amplia, son las formas de conducta de la empresa que reflejan un comportamiento responsable y proactivo, tanto en los negocios como con los integrantes de la empresa, la comunidad, la sociedad y el medio ambiente”(Milberg, Paladino y Vaháoslo).

Como colusión podemos decir que, en un primer momento, se consideraba la RSE como sinónimo de donaciones, ayuda social y, en el mejor de los casos, de inversión en la comunidad.

La tendencia en el mundo actual, sobre todo en los países desarrollados es:
- Abandonar el concepto de filantropía, entendiendo a la RSE como un tipo de agenda en la que las cuestiones sociales y medioambientales son centrales para la definición del negocio de una compañía.
- Reemplazar la interacción unidireccional con los stakeholders, para pasar a un vínculo más interactivo con ellos.
- Desarrollar la RSE como algo más que el mero respeto por las normas legales, intentando incorporar valores y principios sociales como parte misma de la actividad comercial y financiera.

Resumiendo, podemos decir que el concepto de RSE evolucionó de tres maneras:
- Se fue viendo como prioritaria la necesidad de que la empresa afiance su diálogo con sus stakeholders, más allá de los accionistas tradicionales.
- Se extendió para dejar de ser sinónimo de filantropía y fue perfilándose como “el conjunto integral de políticas, prácticas y programas centrados en el respeto por la ética, las personas, las comunidades y el medio ambiente” (CENDA).
- Se amplió geográficamente, pasando a ser utilizado también en Lationoámerica y Asia.

Más allá de su origen en el mundo de los negocios, el concepto de RSE recibió mucho empuje por parte de organizaciones de la sociedad civil que vieron en él la oportunidad de fortalecerse ellas también y lograr que otros abrazaran sus objetivos. ONG’s pioneras en este sentido fueron las defensoras del medio ambiente, de los DDHH, los grupos de consumidores, etc. Todos estos grupos comenzaron a presionar para que el concepto se profundizara y se extendieran sus prácticas.

En definitiva, la RSE es una forma de influir en el mundo del s. XXI que atiende y contribuye a la integración de los tres sectores más importantes de las sociedades modernas (Estado, Empresas y Sociedad Civil) en pos del desarrollo sustentable.

Tal como explica un documento del IARSE: la responsabilidad social comienza donde termina la obligación legal.
Asimismo, podemos destacar que la RSE cuenta con dos dimensiones, siendo una forma integral de concebir el hacer negocios. Por un lado encontramos la dimensión interna del concepto, que es la inversión en recursos humanos, el cuidado de la salud y seguridad de los empleados, todo lo relativo a la gestión del cambio empresarial y sus implicancias para quienes trabajan en la empresa, el manejo de los recursos naturales usados en los procesos de producción para la protección del medio ambiente y lo relativo a la relación con los accionistas. La dimensión externa, en cambio, es la que abarca la relación con la comunidad, los socios y proveedores de la empresa, los consumidores, el gobierno, el medio ambiente y el desarrollo económico y social en general.

Algunos instrumentos que regulan la RSE

Por las características de la RSE (que involucra a las grandes corporaciones del mundo, que se basa en la relación entre los distintos sectores de la sociedad, que busca legitimar un sistema económico) podemos pensar que las herramientas que regulan u orientan la RSE son un régimen de gobernanza global.

Siguiendo las características de la RSE en sus dos dimensiones, destacamos tres instrumentos que son la tendencia en el mundo de hoy para regular la RSE. El siguiente cuadro resume sus principales características (VER ARCHIVO DE LA FICHA).

Podemos decir entonces que las normas globales vigentes hasta hoy son de tipo voluntario y están dirigidas a tanto a empresas como otras organizaciones de la sociedad civil; ninguna de ellas es una norma legal que contemple sanciones en caso de incumplimiento (salvo los puntos que se refieren específicamente a cuestiones que si están legisladas, como por ejemplo la prohibición del trabajo infantil); respecto a los principios que propugnan, ciertamente todas tienen su estrecha relación con la Declaración de los Derechos Universales del Hombre y otras disposiciones como convenios de OIT (como por ejemplo el tema de la prohibición del trabajo infantil.

Videos recomendados

Thoughts on Corporate Social Responsibility (Duke University - 3 minutos).

Amartya Sen (Conversations with History - 59 minutos).

Lecturas recomendadas

BERGER, Gabriel; REFICCO, Ezequiel; HERMELO, Ricardo (2005) “Informe Final de la Encuesta de Responsabilidad Social Empresarial en la Argentina del Año 2005” Informe elaborado por la Universidad de San Andrés, la Fundación IRSA y el Foro del Sector Social.

CALVO, Cristina “La RSE y la Doctrina Social de la Iglesia” en www.redpuentes.org>

COMTE-SPONVILLE, André (2004) El capitalismo ¿Es moral? Paidós Contextos. Buenos Aires. 1era edición.

Global Compact en www.unglobalcompact.org/>

Global Reporting www.globalreporting.org/>

GONZALEZ GARCÌA, Ignacio; LOPEZ MATO, Liliana; SILVESTRE, Roberto “Responsabilidad Social Empresaria”.

Instituto Argentino de la Responsabilidad Social Empresaria http://
www.iarse.org

MILBERG, Amalia, PALADINO, Marcelo, VASSOLO Roberto “Revisión de la responsabilidad social empresaria en Argentina” en

ONU (2005) Situación social mundial 2005: el predicamento desigualdad. Disponible en
www.un.org

Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Manual para organizaciones sociales, CENDA.

SEN, Amartya (2000) ¿Qué impacto puede tener la ética? Documento preparado para la presentación en la Reunión Internacional sobre “Etica y Desarrollo” del Banco Interamericano de Desarrollo. Fecha: 7 y 8 de diciembre del 2000.

TOFFLER, Alvin (1980) La tercera ola. Plaza & Janes Editores. Barcelona. Cuarta edición.

ZAMAGNI, Stefano, “The Ethical Anchoring of corporate social responsability and the critique of CSR”.


La Sociedad Civil Transnacional - Ficha 7

En esta ficha retomaremos un conjunto de actores internacionales que aún no habíamos desarrollado, y que habíamos englobado bajo el término “sociedad civil transnacional”.

Definiendo a la sociedad civil

Diversos autores (Carothers, Edwards y Foley) coinciden en que el término “sociedad civil” es más apropiado para el debate político o ético que para la investigación científica rigurosa. Como afirma Carothers (2000) “Sociedad civil se ha convertido en uno de los cliches de las elites globales, presentado por presidentes y cientistas políticos como la clave para el éxito económico, político y social. Al igual que con las acciones de Internet, el valor de “sociedad civil” como concepto todavía no ha estado a la altura de los resultados esperados”.

Edwards y Foley refuerzan esta idea (2000:4-5): “Como concepto analítico, la noción actual de sociedad civil y el modelo de sectores al cual viene unida adolece de vaguedad de definición. Por lo menos dos factores relacionados se encuentran detrás de esta falta de claridad. Primero y más importante, la confusión de definiciones deriva de las variaciones entre las sociedad civiles reales que han sido la base empírica para la conceptualización del término (…) Al mismo tiempo, paradójicamente, la precisión del término sufrió por la diversidad de sus aplicaciones históricas y transnacionales (…)”.

¿De qué hablamos cuando hablamos de “sociedad civil”? A lo largo del tiempo, esta respuesta ha ido variando. El término fue acuñado en el mundo clásico, cuando se la equiparaba con el Estado; pero en su versión moderna, debemos remontarnos al Iluminismo Escocés para encontrar sus orígenes. Los autores mencionados distinguen varios períodos, significados y usos (intencionalidades) en la historia del término:

- Ilustración del s.XVIII – Adam Ferguson: la sociedad civil es el ámbito de la civilización en el cual, gracias a las ventajas de la división del trabajo, se obtienen los beneficios de la modernidad (crecientes estándares de vida). Sin embargo, la sociedad civil introduce el riesgo de disgregación social al dar lugar a los diversos intereses de los individuos vis a vis el interés general de la comunidad.
- S. XIX – Hegel: la sociedad civil es un dominio paralelo al del Estado, pero separado de éste. En él el asociacionismo de los individuos se basa en sus preferencias e intereses particulares.
Estas dos etapas muestran cómo el pensamiento político y social refleja los cambios tecnológicos, económicos, organizacionales y políticos experimentados por el mundo: revolución industrial, propiedad privada, libre mercado, surgimiento de la burguesía e incipientes demandas de libertad.
- S.XX – Antonio Gramsci: la sociedad civil es una esfera de resistencia contra la tiranía, un espacio de discusión política independiente. En esta arena, las clases dominadas pueden contestar al discurso de las dominantes y organizarse para generar un cambio en la estructura social.
En todas estas versiones la sociedad civil aparece como un espacio de organización voluntaria, independiente del Estado (o inclusive contrapuesta al Estado) para perseguir los fines de los individuos.
- A partir de los ’90 surgen otros tres re-significados para la sociedad civil. Por un lado, sería una alternativa en la cual el Estado podría delegar la ejecución de ciertas funciones que le eran propias en tanto Estado de Bienestar para que fueran desarrolladas más eficazmente (neoliberalismo, privatizaciones, Estado mínimo). Por otro, los neo-Tocquevilleanos interpretan a la sociedad civil como una “escuela de republicanismo” que contribuye a la calidad de la cultura política y las instituciones democráticas (Putnam y su teoría del capital social, por ejemplo). Finalmente, también se la interpreta en el contexto que configuran las nuevas tecnologías de la información, como un espacio en el cual los ciudadanos se conectan, se “empoderan” y pueden contestar más eficazmente al Estado (una reinterpretación de Gramsci).


Cuando en los ’90 y en adelante se habla de sociedad civil, principalmente se está pensando en ONG’s (nuevos grupos de servicios y de incidencia) más que en uniones, organizaciones comunales o el tradicional sector sin fines de lucro (Edwards y Foley, 2000:4). Pero, como afirma Carothers, la sociedad civil es algo más amplio que comprende todo tipo de organizaciones y asociaciones, sindicatos, partidos, asociaciones profesionales, cámaras de comercio, clubes, organizaciones vecinales, comunidades de base y grupos que empujan una determinada agenda (intereses sectoriales: religiosos, culturales, políticos, de género). Ciertamente las ONG’s tienen más visibilidad, liderazgo y recursos, pero no agotan la sociedad civil.

Pese a todos estos debates, debe reconocerse que la sociedad civil y lo que ella engloba ha producido transformaciones significativas en las formas y los contenidos de la política nacional y transnacional. Para analizar estos cambios, resulta útil el esquema de roles de la sociedad civil que plantean Edwards y Foley (2000: 5-6): socialización (construcción de capacidades y actitudes de ciudadano democrático y motivación para usar estas capacidades), funciones públicas y cuasi públicas (acción directa sobre problemas sociales, culturales, de género, ecológicos) y representación y contestación (organización por fuera del Estado que provee de voz y de fuerza a distintos intereses y puntos de vista que existen en una sociedad moderna).


Las ONG’s y sus redes transnacionales

Según la experta Anne Florinni, actualmente existirían más de 15.000 ONG’s transnacionales (incluyendo no sólo grupos de defensa de intereses públicos sino también los que defienden intereses particulares). Y su número continúa creciendo en el tiempo.

Para abordar el estudio de las ONG’s en la arena internacional, es útil partir de la definición de las Naciones Unidas: “entidades sin fines de lucro cuyos miembros son ciudadanos o asociaciones de ciudadanos de uno o más Estados, cuyas actividades están determinadas por la voluntad colectiva de sus miembros en respuesta a las necesidades e intereses de una o más comunidades con las que la ONG coopera
. Esta definición no incluye a empresas, grupos revolucionarios y terroristas, partidos políticos, etc.

Si bien las ONG existen desde el s. XIX aproximadamente (la Cruz Roja fue una de las primeras) su reconocimiento por Naciones Unidas en la Carta, les confirió un estatus especial. En esta Carta se especifica que el ECOSOC puede celebrar consultas con entidades que se encarguen de temas atinentes a dicho consejo (por ejemplo las ONG’s de desarrollo).

Las Naciones Unidas no limitan su definición de sociedad civil a las ONG’s (entienden que incluye a las organizaciones populares, profesionales, confesionales, el mundo académico, las ONG benéficas, los movimientos sociales y las redes de activistas), pero a éstas las reconoce como protagonistas clave de los asuntos políticos y sociales del planeta. Además de tenerlas como fuente de consulta, las ONG’s son socios importantes en la implementación de proyectos de desarrollo en el terreno, acortando la brecha entre la esfera decisional de la ONU y la operacional.

Al analizar a las ONG’s y sus redes es importante que nos preguntemos cuáles son sus:
- Objetivos: influenciar políticas solucionar problemas, reunir y brindar información vital, investigar, etc.
- Miembros: ciudadanos, organizaciones, grupos.
- En beneficios de qué / quién actúan: intereses públicos, privados, generaciones futuras, animales, etc.
- Alcance geográfico: local, nacional, regional, global.
- Financiamiento: donaciones de privados, recursos del Estado, de un OIG, autofinanciamiento a través de la venta de servicios.
- Actividades.

Una interesante modalidad que vienen adoptando las ONG’s para actuar a nivel transnacional es la conformación de redes. Por este medio, poniendo en común sus recursos y capacidades y colaborando, vienen ejerciendo una influencia que pretende ser cada vez mayor. Varios factores son conducentes a este incremento en el poder de las ONG’s: las tecnologías de la información, la integración económica, la existencia de mayor número de asuntos e intereses comunes, posibilidad de aprender de experiencias anteriores.

Esta conformación de redes basada en los nuevos recursos tecnológicos es paradójica cuando quienes la utilizan son grupos que luchan contra la globalización y muchos de sus efectos (los desafíos que enfrentan los estados desde el lado económico, financiero y político), causando de esta forma mayores desafíos sociales para los Estados.

Algunos ejemplos de redes transnacionales que funcionan en la actualidad son: ATTAC, Comité por la Corte Penal Internacional, Foro Social Mundial, Red del Tercer Mundo (TWM), Choike (sitio Web de enlace a ONG’s del sur), Global Exchange y Red de Acción Directa.

Relación ONG’s – OIG y redes trisectoriales

Actualmente comenzamos a percibir una tendencia hacia la conformación de asociaciones entre el sector público (Estado / OIG), empresas privadas (EMN) y sociedad civil (ONG’s mayormente) para la resolución de problemas globales. A estas estructuras se las denomina redes trisectoriales. A diferencia de otras modalidades de la sociedad civil, las redes trisectoriales presentan una participación más organizada y formalizada. Se vinculan con instancias formales de negociación y toma de decisión, así como con la conformación de comités o grupos de estudio y seguimiento de determinados temas. Mientras algunos autores ven esto como algo positivo, otros temen una suerte de retorno al corporativismo
pero a nivel transnacional.

Específicamente en la relación ONG’s – OIG existen 3 modelos:
- Confrontación: esta modalidad cobró auge recientemente. Un claro ejemplo es el movimiento antiglobalización que se manifiesta contra la OMC, BM y FMI.
- Lobby: es el método tradicional que consiste en influir en las decisiones que se toman en instancias formales.
- Mayor inclusión formal de las ONG’s en los procesos de toma de decisión: no en calidad de lobbistas en los pasillos, sino como participantes plenos en las mesas de negociación. Ciertos autores, como Reinicke (The Other World Wide Web: Global Policy Networks) festejan el surgimiento de este nuevo modelo y llaman a generalizarlo a mayor número de campos. Ejemplos paradigmáticos de esta interacción son WCD (Comisión Mundial de Represas) (ver artículo de The Economist sobre la WCD), Roll Back Malaria Partnership, la Comisión Mundial del Agua, el Comité de Investigación Agrícola. Otros autores (Ottaway), por el contrario, señalan los peligros potenciales de la expansión de este modelo.

Proceso de expansión del rol de las ONG’s en el ECOSOC de las Naciones Unidas
:
- En 1945 las Naciones Unidas son una organización nueva que necesita apoyo de expertos. Existían 45 ONG’s con status consultivo que aportaban su experiencia y conocimiento técnico. Estas ONG’s se identificaban con la forma de proceder de las Naciones Unidas y estaban mayormente establecidas en países del norte. Los temas en los que participaban estuvieron más que nada relacionados con el medio ambiente y la situación de la mujer.
- En 1990 las Naciones Unidas ya eran una organización establecida y burocratizada con resistencia al cambio. Existían 2300 ONG’s con status consultivo y muchas más reclamando su ingreso. Se vio la necesidad de reformar sistema: ¿con qué criterios, cuáles si y cuáles no, cómo hacer un sistema abierto y equitativo? También hay que tener en cuenta que las ONG’s participaban cada vez más de las Conferencias de las Naciones Unidas y planteaban puntos de vista alternativos. De todas formas, sus principales logros pasaban por el ejercicio de presión sobre los distintos gobiernos para el cumplimiento de lo pactado en las diferentes Conferencias.
- En 1996, y tras mucho debate, se da una reforma que crea 3 categorías de ONG’s: las Transnacionales tienen status consultivo general (derecho a colocar temas en agenda de ECOSOC, presentar informes de hasta 2000 palabras, asistir a reuniones, voz en las reuniones); las Nacionales tienen un status consultivo especial (más limitado, informes de hasta 500 palabras, sin voz en las reuniones); y las de la Lista o Roster tienen un acceso limitado para temas específicos.

Si bien las ONG’s vieron favorablemente el cambio, las delegaciones nacionales lo percibieron como una suerte de invasión (incidentes de figuras políticas acreditadas por las ONG’s, anticastristas, oposición al gobierno de Sudán). Además, estas reglas son la antítesis de lo que daba a las ONG su fuerza (flexibilidad, extensión, informalidad, rapidez de respuesta). Con una clasificación en compartimientos bien definida aumentó el número de ONG’s pero no cambió en forma importante su rol ni su influencia. La inclusión no trajo aparejada mayor democratización sino mayor burocratización. Se replica el modelo corporativista donde la cabeza (a nivel nacional el Estado y a nivel transnacional la OIG) domina la dinámica de la asociación.

Por estos motivos se plantearon dos propuestas de reforma: una de una ONG (Foro del Milenio) que proponía la inclusión de las ONG’s en todas las instancias de toma de decisión. Esto suponía un cambio revolucionario, ya que implicaba la participación directa de los ciudadanos del mundo, pero era de improbable ejecución. Retórica democrática que pasa del concepto de pueblo al de sociedad civil para entregarle el poder a las organizaciones (sin garantías de representatividad). La otra propuesta era la oficial de Naciones Unidas (UN Vision Project on Global Public Policy Network) que proponía la creación de redes trisectoriales que serían coordinadas por las Naciones Unidas (cabeza).

Un ejemplo creado según este modelo fue la Comisión Mundial de Represas (WCD). Creada en 1998 para dar respuesta a las tensiones que provocaron las protestas y movilizaciones de organizaciones ambientalistas y de defensa de las poblaciones afectadas por la construcción de represas. Las empresas (constructoras y eléctricas), bancos, gobiernos y el Banco Mundial, quedaron afectados por las protestas y paralización de las obras. El BM propuso realizar un estudio sobre el impacto de las represas. Lo presentó, pero sus resultados no fueron aceptados por las ONG’s. Se conformó una comisión para estudiar el tema con la participación de todos los sectores involucrados y la cooperación fue más satisfactoria.

Algunos autores mencionan este ejemplo como modelo de nuevas formas de gobernabilidad y destacan sus ventajas. Sin embargo, esta red trisectorial no es más que una comisión de expertos (en la práctica no se diferencia demasiado de comisiones anteriores como la Brandt Desarrollo 77 a instancias del BM, la Brundtland de medioambiente y desarrollo propuesta por la ONU) sin autoridad para tomar decisiones vinculantes (solo emite recomendaciones). Las relaciones intra-red no son balanceadas (distinto peso el BM y las ONG’s). Al no poder tomar decisiones vinculantes no hay riesgo de autoritarismo sino más bien de ineficacia.
En conclusión, la inclusión formal de las ONG’s en redes trisectoriales presenta ventajas y desventajas:

- Desventajas: las relaciones entre las partes no son balanceadas. Los miembros no son representativos, pero no es un problema tan grave mientras no tomen decisiones vinculantes. El costo de burocratización es muy alto para las ONG’s. Su fuerza reside en su flexibilidad, capacidad de respuesta rápida. Desproporcionada influencia a ciertas ONG’s (mejor organizadas). Ejemplo: construcción de oleoducto de Chad a Camerún. Arreglo entre Exxon, BM, ONG’s (regalías del petróleo no se pagarían a los Estados directamente). Fondo especial para salud, educación, desarrollo, parques nacionales. Ningún mecanismo aseguró que las poblaciones de esos países manifestaran su acuerdo. Las rigideces crean distorsiones de poder. Los grupos son incorporados en un momento dado en base a su capacidad de influencia, una vez incluidos se resisten al cambio, tienden a perpetuarse y a negar el acceso a nuevos grupos con distintos intereses.

- Beneficios: Mayor pluralidad de participantes, de fuentes de información, más riqueza de perspectivas, difusión de las tensiones, ampliación de temas en discusión, crean un ambiente para la generación de compromisos y consensos, permiten corregir fallas del mercado.

Volviendo a los otros modelos de relación de las ONG’s con las OIG, algunos autores optan por el lobby entiendo que es el modelo que presenta más ventajas.
- Es una modalidad propia de los sistemas democráticos, hay suficiente lugar para que toda ONG que pueda reunir y movilizar apoyo suficiente se haga oír.
- Nuevas ONG’s no pueden ser excluidas siempre que junten el apoyo necesario.
- El sistema permanece abierto. El lobby otorga influencia en casos concretos pero no formaliza una capacidad para futuras oportunidades.
- Los lobbies funcionan de modo competitivo (hace que las ONG’s deban constantemente renovar sus apoyos y no pierdan contacto con sus bases). Si pierden apoyo pierden influencia.
- Es un sistema que permite a cada organización basarse en sus activos (empresas: poder financiero, ONG’s: opinión pública, electorados, consumidores).
- Ejercer lobby no implica la pérdida de sus activos más preciados: flexibilidad, extensión, informalidad, etc.

La idea es que la asociación de tres organizaciones que son esencialmente no representativas (OIG, ONG, EMN) disminuye los aportes que cada una puede hacer en forma separada al sistema. El sistema funciona mejor (más amplia representación de los intereses de las poblaciones afectadas) por competencia que por coordinación.

P. J. Simmons reconoce los problemas de la incorporación formal de las ONG’s a las instancias de toma de decisión y señala que el camino es buscar perfeccionar los canales de comunicación entre las ONG’s y las OIG. Propone un sistema que recoja la experiencia, las conexiones populares, el sentido de compromiso, que esté libre de restricciones burocráticas de las ONG’s, donde el proceso de negociación sea permanente y que replique los presupuestos en que se basa la democracia a nivel nacional (tolerancia, nadie es dueño de la verdad, participación, debate).

Movimientos sociales transnacionales (Basado en Castells, 1998)

Junto a los fenómenos ya enumerados, observamos otros modos (con características propias) en que grupos de la sociedad pueden llevar a cabo acciones que tendrán efectos importantes en los sistemas políticos en los que actúan y en el sistema internacional. En la mayor parte de los casos puede que no cambien la configuración del sistema, pero sí lograrán llamar la atención sobre las falencias o dificultades que presenta.

Estamos refiriéndonos a los movimientos sociales, y lo primero que cabe preguntarse es ¿cuál es la línea que diferencia a los movimientos sociales de fenómenos como los que venimos analizando? ¿Cuál es la especificidad de lo que llamamos movimientos sociales?

Si la sociedad civil se caracteriza por la creación de nuevos espacios de gestión (desde y en la sociedad), los movimientos sociales se definen en torno de un proyecto político (cambiar la configuración del Estado, afectar directamente a la forma de gobierno) y contemplan como legítimo el recurso a la violencia.

Siguiendo a Castells, adoptamos el enfoque del autor quien se interesa por analizar cómo se dan los procesos de cambio social en este nuevo contexto de mundo globalizado. A nivel metodológico, señala que para comprender los movimientos sociales es importante referirse a:
- Concebirlos en sus propios términos: cómo se autodefinen y cómo se explican.
- Explicarlos desde afuera en relación con las condiciones sociales que actúan en forma subyacente: entender qué relación guardan con procesos socioeconómicos y políticos más amplios.
- Identificar cuáles son sus enemigos: contra quién o qué luchan.
- En torno a qué valores, tradiciones, etc. se construye su identidad.
- Cuáles son sus objetivos.

Castells se ocupa de 3 movimientos sociales de carácter más bien nacional o regional: los zapatistas en México, las milicias en USA, la secta Aum Shirinkyo en Japón. Tras repasar su análisis, lo ampliaremos dándole un enfoque más transnacional.

Los Zapatistas:
¿Cuándo saltan a la escena pública? El 1 de enero de 1994 cuando realizan levantamientos armados en Chiapas (misma fecha en la que entraba en vigor el NAFTA).
¿Quiénes son? Grupos compuestos principalmente por comunidades indígenas campesinas. Presencia de líderes intelectuales ex maoístas urbanos (Marcos), pero el grueso del movimiento está conformado por indígenas. Tras años de opresión y de verse afectados por continuos cambios en las políticas de asentamientos rurales, en los 90 se ven nuevamente afectados por las medidas de liberalización tomadas por México (reforma del artículo 27 de la constitución que había establecido el sistema de tierras comunales = ejido).
Sus demandas son de tipo político y económico: una verdadera democracia donde se reconozcan los derechos de las comunidades indígenas, la lucha contra el avance del capitalismo de libre mercado y contra el nuevo orden mundial.
¿Cómo impactan en la sociedad mexicana? A nivel político elevan a la agenda pública el tema de los derechos de las comunidades indígenas, la necesidad de liberalización del sistema político para hacerlo más representativo. A nivel económico, disparan la crisis de confianza que derivaría en la devaluación del peso.
¿Cuál ha sido su estrategia principal? Un eficaz uso de los medios y la información. Mediante una red establecida años antes (La Neta) van a mantenerse comunicados con el mundo, haciendo públicas sus reivindicaciones y logrando obtener el apoyo de muchas ONG’s extranjeras. Esta publicidad va a limitar la capacidad de acción del gobierno (no pueden reprimir en forma brutal), y va a conducir al cese del fuego y las negociaciones de paz. Por 1° vez un funcionario mexicano lee en idioma indígena la proposición de acuerdo. Más allá de que existía disposición a usar la fuerza, esto no era lo principal, lo principal era atraer la atención por eso es fundamental el manejo mediático y simbólico del enfrentamiento.

El Movimiento de milicias en USA:
Cuándo saltan a la escena? En 1995 Timothy Mc Veigh detona un camión lleno de explosivos en Oklahoma volando un edificio del gobierno federal. 169 muertos.
¿Quienes son? Red o galaxia de vastos grupos neonazis, racistas, machistas, grupos de odio, defensores de tradiciones, del derecho de los ciudadanos a armarse (reacción ante el Brady Bill de Clinton que buscaba restringir la venta de ciertas armas automáticas). Grupos contrarios al gobierno federal que proclaman la desobediencia civil (rechaza la autoridad del banco central, de las agencias federales, del sistema judicial). Pretenden defender las autonomías locales y los derechos de los ciudadanos ante la amenaza del nuevo orden mundial.
Este nuevo orden mundial es el que pretenden imponer algunos grupos económicos transnacionales para maximizar la explotación de las comunidades. Instituciones como la ONU y la OMC son las voceras de este nuevo orden y, por ello, son sus principales enemigas. El gobierno federal es visto como un títere de este nuevo orden mundial. Estos diversos grupos que no habían tenido vínculos entre sí, encuentran, luego del fin de la Guerra Fría, un enemigo en común (el nuevo orden mundial) que actúa como elemento de cohesión. Además, con el fin del enemigo externo común (URSS) la sociedad norteamericana pierde otro elemento importante de cohesión nacional. La era de la información bien puede resultar ser la era de la confusión frente a lo cual se refuerza la sensación de pérdida de control sobre el destino propio y la reacción de afirmar los valores tradicionales frente a las fuerzas invasoras. A esto se suma una declinación en el estandar de vida de los americanos en los 90.
¿Cómo operan? No existe una organización central, son redes que se vinculan fundamentalmente a través de Internet. Recurren a las tecnologías de la información y comunicación que permiten una creciente asociación de los diversos movimientos locales.

La secta Aúm Shinrikyo en Japón:
¿Cuándo saltan a la escena pública? En 1995 con el ataque con gas sarín en estaciones de subte en Tokio (mueren 12 personas y más de 5000 afectados).
¿Quiénes son? Una secta religiosa con actividades comerciales, políticas y paramilitares. Su líder es un personaje curioso llamado Asahara, tiene un discurso lleno de misticismo y esoterismo.
Su objetivo es preparar un nuevo tipo de ser humano (esencialmente espiritual, superación de lo material, meditación) capaz de sobrevivir al Apocalipsis que sobrevendría como resultante de las guerras de exterminación (consecuencia de la creciente competencia económica). Preveían que las grandes corporaciones exacerbarían la competencia entre sí y llevarían a una guerra de escala planetaria donde todo tipo de armas serían utilizadas. Finalmente se erigiría un gobierno mundial sostenido por las corporaciones ganadoras. “Limpiando de misticismo esta profecía” entendemos que el enemigo de esta secta es el nuevo orden mundial y los efectos que causa.
Movimiento va creciendo y ganando adeptos, especialmente entre jóvenes con alto nivel de educación y mujeres. Llega a ser reconocido por el gobierno como un movimiento religioso sin fines de lucro y se lo exime de impuestos. En los ‘90 compite electoralmente y, ante el fracaso rotundo, sostuvo que sus votos habían sido robados. Este episodio marcó un corte a partir del cual el movimiento comenzó a confrontar con el gobierno. Además de estas actividades políticas, la secta se esforzó en desarrollar armas químicas y biológicas. En 1994 buscaron conformar un estado paralelo (nombrando ministros y funcionarios).
Esta secta se estructuró en forma jerárquica: comunicación vertical del líder a los seguidores, sin vínculos horizontales entre los discípulos.
¿Qué estrategia comunicacional utilizó? ¿Qué rol tuvo la tecnología en la expansión de esta secta? Se sostenía que, con entrenamiento, era posible lograr una comunicación que superase lo material (que fuera desde el cerebro del maestro al de los seguidores) y para ello fueron muy importantes los videos de entrenamiento o el uso de dispositivos por los cuales se esperaba favorecer esta comunicación inmaterial (cascos electrónicos). Vivían una realidad virtual que se conformaba de la combinación entre el yoga y la meditación y el uso de la tecnología.

¿Qué conclusiones podemos extraer? Básicamente que los tres movimiento identifican al mismo adversario: el nuevo orden mundial Cada uno se asienta en identidades particulares que se relacionan con su cultura, historia y tradiciones y en base a estos también define sus objetivos.

Las identidades se construyen en función de particularidades culturales y movidos por el deseo de retomar el control sobre su destino. Son movimientos que reaccionan, defensivos ante la invasión de fuerzas externas. El alto impacto de estos movimientos se debe fundamentalmente a su presencia en los medios o por el uso eficaz de las tecnologías de la información. En todos se detecta que lo importante es captar la atención mediante acciones espectaculares, con alto grado de simbolismo. Las armas son esenciales en los tres casos.

Analicemos ahora un movimiento social transnacional, el Foro Social Mundial:
- Surge en 1998 luego de movilización anti MAI (ver referencia en la ficha). Le Monde Diplmatique publica una denuncia hecha por la ONG Public Citizen y Francia se retira de negociaciones del MAI. Por otra parte, los tradicionales movimientos de protesta brasileños buscan reformarse y dar inicio a una nueva etapa del movimiento de resistencia: etapa propositiva, búsqueda de respuestas concretas a los desafíos actuales. Ya venían realizándose en Europa foros anti-Davos y de la combinación de todos estos surge la idea del Foro Social Mundial: dimensión mundial, participación de todas las asociaciones contrarias al neoliberalismo. La propuesta fue presentada al director de Le Monde Diplomatique, Bernard Cassen (también presidente de ATTAC), quien aceptó y sugirió que se hiciera en Brasil (3° Mundo).
- El Foro estableció una Carta de Principios donde se define como un proceso de carácter mundial, que reúne y articula a entidades y movimientos de la sociedad civil de todos los países pero no pretende ser una instancia de representación de la sociedad civil mundial. Sus reuniones no tienen carácter deliberativo, nadie está autorizado a manifestar en nombre del FORO posiciones que fueran atribuidas a todos sus participantes. Todas las organizaciones deben tener libertad a deliberar sobre declaraciones y acciones en forma aislada o coordinada con otras. El Foro es un espacio plural, diversificado, descentralizado, no gubernamental, no partidario. Busca fortalecer la capacidad de resistencia no violenta al proceso de deshumanización. Estimula a las entidades y movimientos participantes a que coloquen sus acciones locales y nacionales junto a las instancias internacionales, como cuestiones de ciudadanía planetaria.
- El temario de sus últimas reuniones incluyó cuestiones para el debate como:
La globalización imperialista: critican a las instituciones del capitalismo global y buscan opciones para quebrar el poder de los mercados financieros sobre los Estados en desarrollo. Temas recurrentes son la condonación de las deudas, el examen de los acuerdos de integración, la economía solidaria, la seguridad alimentaria, la necesidad de cambios en el mercado laboral y la vuelta a esquemas de bienestar más inclusivos.
Los medios de comunicación e información y su impacto en la cultura y el conocimiento: hacen hincapié en temas como las restricciones y manipulación a los medios en tiempos de guerra, la pérdida de pluralismo debida a la concentración de los medios, la privatización de los conocimientos comunales. Consideran a los medios como un espacio para la lucha democrática a través de auditorias sociales, cambios en los contenidos y las formas y propiedad estatal de los medios de comunicación.
El militarismo y la paz: la militarización del Estado conduce a una erosión de los DDHH y las libertades civiles.
Religión y fundamentalismo: entienden a la religiosidad como una manera de reconstruir identidades frente a la homogeneización que impone la globalización, pero les preocupan las derivaciones fundamentalistas. No sería la única forma de resistencia cultural.
Opresión y exclusión: estudian la situación de los distintos grupos vulnerables (las mujeres, entre ellos) y minoritarios en cada Estado, la necesidad de cambiar el entramado legal y regulatorio para protegerlos (teniendo especialmente en cuenta a los inmigrantes, refugiados, desplazados y víctimas del tráfico de personas). Resaltan la preocupación por la creciente tiranía de la mayoría y su impacto en temas de raza, migración, castas y ciudadanía. Plantean visiones alternativas para las luchas por la construcción de una democracia inclusiva y plural.
Desarrollo sustentable y democrático: acceso a la tierra y a los recursos naturales, peligros del cambio climático, control democrático de los bienes públicos, accountability de gobiernos y empresas, protección de las economías rurales en la globalización y limitación del crecimiento urbano.

Algunos ejemplos concretos de acciones del movimiento social transnacional anti-globalización son:
- Las movilizaciones campesinas e indígenas en Cancún organizadas por Vía Campesina. Esta ONG activó su red de contactos en distintos países para coordinar movilizaciones, bloqueo de carreteras, fronteras, puertos y aeropuertos, para impedir el tránsito de mercancías, especialmente las de las EMN como Nestlé, Coca Cola, Monsanto, Cargill, Archer Daniels Midland, Bunge, etc. También organizaron plantones y protestas en lugares simbólicos; dieron conferencias de prensa e instaron a enviar mensajes presionando a los gobiernos para que no se entregaran en las negociaciones y defendieran la soberanía de los pueblos.
- Movilizaciones contra la guerra en Irak en New Cork en el mes de febrero. Sólo en esta ciudad congregaron a 400 mil personas, mientras que en todo el mundo llegaron a sumarse 10 M. El movimiento que organizó la protesta fue United for Peace and Justice, que la mes de diciembre aún no poseía oficina ni staff permanente. Internet les permite organizar movilizaciones sin necesidad de contar con estructura o burocracia. El Web site de UFPJ había sido lanzado en octubre y era parada obligada de todos los que pertenecieran a algún movimiento pacifista.
Nuevamente en marzo se dan movilizaciones contra la guerra. En este caso fueron promovidas por la ONG Move On, que también utilizó Internet para convocar a los manifestantes. Se organizó en seis días, por un staff de 5 personas y con cadenas de e-mails convocaron a 1.5 M de personas. Se valieron de otra herramienta comunicacional llamada “The meeting tool” que permite a cualquiera proponer un encuentro, hora y lugar, en su barrio y permite a los demás confirmar su presencia o no. Move On había surgido durante la presidencia de Clinton para presionar al Congreso para que censurara al presidente. Luego se dedicó a apoyar a demócratas progresistas, convirtiéndose en una máquina aceitada. Logro juntar dinero, publicar avisos en la TV, entregó una petición a las Naciones Unidas con 1 M de firmas y logró que 200 mil personas llamaran todas juntas el mismo día a Washington. Obviamente estas acciones por si solas no paran una guerra, pero sí llaman la atención sobre la fuerte resistencia que ésta despertaba en la opinión pública.
- ATTAC es la Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras especulativas para Ayuda a los Ciudadanos. Ésta nace frente a los desafíos económicos y financieros que la globalización le plantea a la estabilidad de los países y a los niveles de vida de las poblaciones (contagio de las crisis financieras). Centran la causa de los males en las políticas neoliberales que han promovido al extremo el predominio del capital financiero. ATTAC forma una red, sin estructuras jerárquicas, ni centro geográfico y pluralista en cuanto a las orientaciones de sus miembros. Busca reforzar, vincular y coordinar en el nivel internacional las contribuciones de sus socios y apoya a las organizaciones que persiguen sus mismos fines. Para limitar la circulación de los flujos financieros y aportar estabilidad al sistema proponen que los gobiernos apliquen la Tasa Tobin a las inversiones especulativas. Se calcula que con ella se podrían recaudar entre 50 mil y 300 mil M de dólares por año. Lo original de la Tasa Tobin es que propone obtener recursos para luego ser redistribuidos. Para ser eficaz esta tasa debe ser articulada con otras medidas, como la lucha contra los paraísos fiscales o la anulación de la deuda del Tercer Mundo. Pero, por si sola tendría un impacto político importante. A nivel general, ATTAC es un movimiento para impulsar un debate más amplio acerca del mercado y sus alternativas.

Los movimientos sociales transnacionales comparten un modo de organización descentralizada, permiten la participación desde la propia casa (el e-mail es barato, y permite combinar lo personal con lo político en términos socialmente aceptables). Para que puedan existir requieren canales de comunicación libres del control del gobierno y de los medios. Su existencia, aunque meramente contestataria, declarativa o propositiva sin posibilidades de implementación. ayuda a darle visibilidad a otros puntos de vista y nivelar el campo de juego entre el gobierno, las EMN y la sociedad civil.

La posibilidad de transformar estas reacciones en nuevas formas de control social sobre el proceso de globalización y el avance del capitalismo de libre mercado dependerá de la capacidad de instituciones políticas de cada Estado y de las instituciones internacionales para procesar estas demandas y dar respuestas eficaces.

Sociedad civil y gobernanza global

¿Cuáles son las potencialidades de la sociedad civil y sus redes para contribuir a la solución de los problemas globales? ¿Cuál debe ser su rol en los intentos de lograr una mayor gobernanza global? ¿Qué tanto pueden contribuir o no a dar soluciones a problemas de escala global?

Básicamente existirían dos posturas, una más optimista (Segall y otros) y otra más pesimista o realista (Rieff y otros). La diferencia fundamental es que la postura optimista restringe el concepto de sociedad civil a un espacio de encarnación de valores democráticos, donde los fines perseguidos son afines al interés público y de alto valor moral, no se practican métodos coercitivos, etc. En este marco, la sociedad civil tiene grandes potencialidades como artífice de una futura democracia mundial (el 1° paso sería darle una voz y voto a los ciudadanos del mundo constituyendo un foro en Naciones Unidas que eventualmente ocuparía un rol similar y paralelo al de la Asamblea General). Bajo este esquema, la sociedad civil podría contribuir en forma paralela a los estados en el esfuerzo por lograr una paz mundial duradera y estable.

La crítica realista sostiene que al restringir el concepto éste deja de ser descriptivo o sociológico para ser prescriptivo o como lo llama Rieff “teológico”. De esta forma se estaría cayendo en el mito de que la sociedad civil es de por sí buena y armónica (grupos y organizaciones de odio son parte de sociedad civil también, criminales). En cambio, si entendemos a la sociedad civil como un concepto sociológico donde la encarnación de valores encomiables no está de por sí asegurada, cuál sería la razón para poner tantas esperanzas en este concepto. ¿Qué nos asegura que lo que no pueden lograr los Estados (dar respuesta a las crecientes demandas y desafíos externos e internos de la globalización) puedan realizarlo en modo más eficaz un conjunto de organizaciones dispersas que no cuentan con los mecanismos formales diseñados para los poderes estatales, ni autoridad legítima y menos aún con poder coercitivo para hacer valer o imponer sus decisiones?

Más allá de estas dos posturas, lo que nos interesa (teniendo en cuenta las características que se observan en el modo concreto de operar de estas organizaciones) es preguntarnos cuáles pueden ser sus fortalezas o ventajas y cuáles sus debilidades en función de contribuir a la gobernabilidad global.

La sociedad civil en sus diversas manifestaciones, pero más específicamente las ONG’s y sus redes, juegan un rol complejo en asuntos de índole global. Su influencia se da mayormente en las siguientes etapas:

- Inclusión de temas en la agenda de negociación. Algunos ejemplos paradigmáticos fueron el movimiento antiesclavitud y en contra del comercio de opio (s.XIX, 1912 Convención para la prohibición internacional al comercio de opio), la promoción de los derechos humanos (en 1945 se los menciona en la Carta de Naciones Unidas; en 1997 realizan una intensa campaña para prohibir las minas antipersonales que culmina en un tratado) y la lucha contra la corrupción (en los ’90 se incluye en los foros internacionales gracias a la presión de Transparency Internacional).
- Proceso de negociación: su participación permite en ciertos casos que los acuerdos a los que se llega puedan ser implementados con mayor facilidad. Por ejemplo, en la Conferencia sobre Cambio Climático se le otorgó voz a las ONG’s que representaban al sector empresario y que luego debería llevar a cabo las acciones concretas en materia de reconversión de métodos de producción.
- Implementación de soluciones. Las ONG’s pueden llevar a cabo lo que muchas veces los gobiernos no pueden. Por ejemplo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (tiene llegada a todos los conflictos, presenta una gran experiencia y se avala en el argumento de su neutralidad). Más asistencia es canalizada a través de las ONG que a través de todo el sistema de Naciones Unidas.
- Monitoreo. Por ejemplo, el Comité de Control sobre implementación del Tratado de Prohibición de las Minas Antipersonales o los controles que ejercen sobre los gobiernos nacionales para que cumplan los acuerdos internacionales en materia de Derechos Humanos.
- Conferir legitimidad. El apoyo de las ONG’s es crucial para promover el apoyo de la opinión pública a una causa o evitar su rechazo. El Banco Mundial comienza a dar más participación a las ONG’s para mejorar su imagen y disminuir el rechazo hacia sus programas.
- Creación de estándares o códigos de conducta. Es una modalidad de actuación directa: sin tratar de obtener el aval de organizaciones formales las ONG se lanzan a publicar códigos de buenas prácticas que, de ser aceptados por el público, las empresas y gobiernos terminan incorporando como resultado de la presión de la opinión pública. Un ejemplo de esto es el accionar de Transparency Internacional.

Veamos algunos ejemplos concretos:
- Public Citizen (USA – 1998) esta ONG publica un borrador del MAI (Multilateral Agreement on Investment), hasta entonces secreto. 600 organizaciones se ponen en campaña para evitar su ratificación. Francia se retira y las negociaciones se paralizan. La cuestión de la protección de inversiones sale del ámbito de la OCDE y se intenta trasladar al de la OMC (asuntos de Singapur) pero continua paralizado. Este ejemplo nos muestra que el manejo de la información es clave: el impacto pesa más que la coherencia del mensaje. Algunos autores ven esto como un ejemplo de los “idiotas de la globalización”, ya que el acuerdo era sólo un borrador, había muchas imperfecciones y detalles por resolver, las críticas no siempre son bien fundamentadas.
- Jody Williams (1997) como representante de la campaña para prohibición de minas antipersonales recibe el premio Nobel de la Paz. No había organización que pudiera recibir el cheque (no burocratización). La campaña la iniciaron 3 personas y su herramienta fundamental fue Internet. Lograron el apoyo de ONG’s en muchos países que presionaron a sus gobiernos para que prestaran atención al tema. El apoyo del gobierno de Canadá fue muy importante. En 1997 139 países firman el tratado y 107lo ratifican. El tratado tiene cláusulas algo laxas. Se forma el sistema de monitoreo (rapidez, adaptabilidad, incorporación de nuevos grupos) conformado por 115 organizaciones e individuos de 95 países con la función de informar al mundo el nivel de la producción, uso, destrucción de stocks y comercio de minas antipersonales. Resultados concretos: la cantidad de productores cayó de 54 a 16.
- Transparency International (1993) logra elevar el tema de la corrupción a la agenda internacional. Sus claves fueron el manejo de la información, la credibilidad y el conocimiento. En 1997 se firma entre los países de la OCDE un Tratado para combatir las prácticas corruptas. Cuando TI hace una denuncia pública o emite su informe anual sobre percepción de corrupción genera consecuencias en la esfera política y económica (decisiones de inversión, cambio de funcionarios), pero ¿es verdaderamente responsable ante alguna instancia externa a ella por sus informes? Las ONG’s no están sujetas a controles y contrapesos como los que determina el procedimiento republicano en los sistemas democráticos.
- ATTAC: se autodefine como una red, sin estructuras jerárquicas, ni centro geográfico, pluralista. Son una muestra de cómo las redes operan con flexibilidad y sin burocracia.
- Movilizaciones del 16 de marzo en USA y el resto del mundo contra de la guerra. Fueron organizada desde la Web por el grupo Move On. La organización se realizó en 6 días por un staff de 5 personas. Las nuevas tecnologías permiten incrementar la rapidez.
- A principio de los ‘90 USA se encontraba a punto de ratificar el Convenio sobre Biodiversidad, pero grupos y ONG’s en defensa de los agricultores comenzaron a hacer lobby en contra, sosteniendo que amenazaría la agricultura nacional. Sus argumentos no estaban lo suficientemente fundados, pero esto no impidió que lograran su objetivo de bloquear la ratificación. Su estrategia se había basado en manipular la información de modo que pareciera que los que abogaban por esta ratificación eran grupos enemigos de los agricultores. Son “idiotas de la globalización” que defienden encubiertamente intereses propios pero quieren hacer creer que defienden un interés público.
- 8 redes de ONG’s canalizan US$ 500 M de un total de 8.000 M que se manejan en el mercado de la ayuda al desarrollo (Care, World Vision Internacional, Oxfam, Médicos sin fronteras, Save the Children, etc). Se trata de un mercado concentrado.
- La Coalición de ONG’s para una Corte Penal Internacional comprende a 400 organizaciones en todo el mundo, incluyendo a la Cruz Roja, Amnesty, Human Rights Watch, etc. Estas ONG’s internacionales son importantes por su conocimiento y su acceso a medios.

De todas estas observaciones podemos concluir lo siguiente:

Fortalezas
- Soft power que se apoya en la autoridad moral y la habilidad para dar forma al modo que en que los demás perciben sus intereses.
- Manejo de la información (dar a publicidad temas hasta entonces secretos).
- Su poder depende de su credibilidad. Si efectivamente representan intereses públicos mantendrán su reconocimiento, si manipulan en forma engañosa la información tarde o temprano eso les juega en contra.

Debilidades
Legitimidad: no hay mecanismos formales que aseguren que los intereses que pretenden defender sean los proclamados. La organización interna de las ONG’s por lo general no es democrática, ni existen procedimientos para asegurar la representación de las comunidades que se verán afectadas por su accionar. Hablan por otros sin procedimientos democráticos que aseguren representatividad. Coaliciones que “representan” a los pobres están integradas por ricos.
Pueden ser los idiotas de la globalización: con una PC conectada a Internet se puede afectar el debate público en base a argumentos infundados que no pretenden defender un interés público.
Responsabilidad: a diferencia de los gobiernos (voto, elecciones) y de las empresas (competencia, mercados) las ONG’s no se ven obligadas a responder ante ninguna instancia distinta de ellas. La falta de accountability se agrava si consideramos la concentración en los recursos que manejan (alto % en pocas organizaciones)
Capacidad de respuesta rápida (no burocratizada por mecanismos formales), flexibilidad, incorporación de grupos rápidamente, capacidad para extenderse por muchas áreas geográficas y temáticas.
Una fuente de legitimidad puede ser su conocimiento de la realidad sobre el terreno o su experiencia en determinado campo.
Su ayuda puede ser contraproducente en ciertos conflictos si es aprovechada por los combatientes para prolongar la guerra, como sucedió en Etiopía y Ruanda.

Puede faltar coherencia en sus mensajes: estar todos en contra de algo no equivale a estar a favor de lo mismo. En las protestas de Seattle casi todas las ONG’s defendían un mundo “más justo” (para algunas era defender los estándares laborales del norte y el proteccionismo, mientras que para otras era la apertura de los mercados a los productos de los países en desarrollo).

Al igual que en el caso de los Estados, OIG y las empresas; la recomendación para las ONG’s en orden a paliar sus debilidades es incrementar en todo lo posible la transparencia (a quiénes representan, qué intereses defienden, cómo se financian, cómo aplican los fondos).

Video recomendado


Testimonio de Jody Williams (ganadora del premio Nobel de la paz por su intervención en la campaña contra las minas antipersonales).

Nuevos Actores Internacionales - Ficha 6

Westfalia es historia. Esta frase de Fabián Calle y Khatchik DerGhoukassian cae como anillo al dedo para abrir nuestra ficha sobre Nuevos Actores Internacionales. Y lo que esta frase nos quiere decir es que, para comprender el mundo actual no basta con analizar a los Estados y sus relaciones de poder, sino que también tenemos que tener en cuenta un abanico múltiple y heterogéneo de nuevos actores no estatales.

En esta ficha analizaremos en detalle a los actores internacionales, tanto a los tradicionales (el Estado Nación y las Organizaciones Internacionales) como a los nuevos (las empresas transnacionales, las ONG’s y sus redes, el individuo, etc). Nuestro análisis abordará los siguientes temas:

- Definición y categorización.
- Origen del involucramiento o presencia internacional de estos actores.
- Fortalezas y recursos de cada uno.
- Temas de interés y foros en los que se destaca su participación.
- Debilidades para lograr una efectiva toma de decisiones o implementación de políticas globales.
- Relaciones e interacciones entre los distintos tipos de actores.

Actores: una conceptualización operativa

Entenderemos por “actor internacional” a aquellas entidades individuales o colectivas que actúan en la escena transnacional para promover la constitución de determinados regímenes de gobernanza de los asuntos globales. Recordemos que cuando hablamos de gobernanza no nos estamos refiriendo a la constitución de un gobierno, ya que existen diferentes modalidades de gobernanza más o menos institucionalizada. Por otra parte, también tenemos que tener presente que los actores no sólo pueden tener interés en construir regímenes de gobernanza, sino también en alterar o desmantelar los existentes. Los grupos contestatarios, radicales, antiglobalizadores, antisistema y criminales presentan este tipo de motivaciones.

Esta definición nos abre un escenario de múltiples categorías de actores internacionales. Siguiendo mayormente a Simmons y De Jongue Oudraat (2002: 11-12), nosotros nos centraremos en el estudio de 7 de estas categorías:

- Estados Nación (cada Estado procesa en forma diferente las fuerzas de la globalización en función de su historia, su entramado institucional, sus recursos materiales e inmateriales. Nos centraremos principalmente en los desafíos que enfrenta el Estado en general y en las reacciones de los principales Estados tradicionales y los emergentes –BRICS-. También nos ocuparemos de las entidades subnacionales, como las provincias o los estados).
- Asociaciones de Estados Nación (desde bloques de integración hasta organizaciones de cooperación como el G8).
- Organizaciones Internacionales (son aquellas que poseen cuerpos intergubernamentales, aunque también las hay de tipo híbrido. Éstas son las que incluyen un mix de agencias gubernamentales, expertos individuales, ONG’s y empresas).
- El mundo de los negocios (incluye a las empresas transnacionales y de otro tipo, y las organizaciones que las nuclear para promover sus intereses. Los medios de comunicación merecen un párrafo aparte dentro de este mundo empresarial).
- Sociedad civil (incluye a las ONG’s formales y de base, las redes, los movimientos sociales y la ciudadanía. Dentro de esta categoría encontramos actores pro-sistema y anti-sistema).
- Individuos (incluye desde los expertos, las personalidades de renombre y los individuos “super-empoderados” descriptos por Friedman, hasta las personas anónimas que son diariamente víctimas de los conflictos, la exclusión económica, etc).
- Comunidades epistémicas (comprende a los grupos transnacionales de expertos en diferentes temas que suelen reunirse para debatir y compartir conocimientos).

Como resaltan Simmons y De Jongue Oudraat “estas agrupaciones son un tanto artificiales, si tenemos en cuenta la diversidad existente y las interacciones y redes entre los actores; sin embargo consideramos que es una categorización que resulta útil” (2002: 12).


El interés por los actores internacionales
(Basado en Mathews, 1997: 50-66).

Desde Westfalia hasta los ’90, la cuestión de los actores no se planteó como un tema relevante para el estudio de los asuntos internacionales. La razón era sencilla: el Estado Nación dominaba el panorama. Sin embargo, el fin de la Guerra Fría no sólo produjo un importante ajuste entre los Estados, sino una nueva redistribución del poder entre Estados y otros actores, principalmente el mundo de los negocios y la sociedad civil.

El surgimiento y empoderamiento de otros actores en la escena internacional generó una compleja e inestable relación con el sistema de Estados Nación. Los postulados centrales de la estatalidad (la soberanía y autonomía sobre un territorio delimitado por fronteras, la unidad de la autoridad hacia adentro y hacia fuera, el monopolio legítimo de la violencia) están siendo cuestionados y redefinidos. En medio de esta redefinición, los Estados enfrentan renovadas presiones y demandas de resultados (a nivel interno y cooperando a nivel global para proveer bienes públicos).

Las Organizaciones Internacionales dejaron de ser instituciones exclusivamente de los Estados, para establecer relaciones directas con ONG’s y ciudadanos para promover los temas de su interés. La conducta de los Estados hacia las OI es ambigua (las apoyan cuando les resulta conveniente, pero las eluden cuando perciben una excesiva intervención en el ámbito de su soberanía) y esto impacta fuertemente en sus posibilidades de actuación y en la eficacia de sus intervenciones. El reconocimiento de los bienes públicos globales y de la necesidad de cooperar para proveerlos, incrementó el alcance de las actividades de las OI y, en algunos casos, las llevó a reformar su mandato. Sin embargo, también surgieron otros regímenes alternativos, más flexibles y menos burocráticos que las OI, para la provisión de algunos de estos bienes.

Las tecnologías de la información y las comunicaciones impactaron en el surgimiento de nuevos actores al alterar los balances de poder (permitir coordinar acciones colectivas transnacionales a bajo costo) y reconfigurar identidades más allá de las limitaciones espacio-temporales.

Las ONG’s crecieron en número y en acceso a recursos (económicos, humanos, experiencia, capacidades) y asumieron funciones que antes estaban exclusivamente reservadas al Estado. Éstas, y la sociedad civil en general, son heterogéneas en sus propósitos y su accionar, pero esto no impide que sean influyentes a nivel local y transnacional. Particularmente a partir de la Cumbre de Río de 1992, las ONG’s comenzaron a incidir más intensamente sobre la opinión pública y a activar su participación política y compromiso cívico.

El mundo de los negocios también experimentó importantes cambios en época reciente. La tecnología permitió la transformación de las corporaciones: de empresas multinacionales a transnacionales y luego a empresas red. La cadena productiva se partió y deslocalizó, generando así una nueva división internacional del trabajo (con costos y beneficios para Estados y sociedades nacionales). Esta movilidad de la producción, sumada a la mucha mayor movilidad del capital financiero, motivó a los gobiernos a preocuparse por convertirse en atrayentes para el sector privado para mantener y generar puestos de trabajo. La rapidez del flujo de activos financieros, la apertura en el comercio internacional y el cambio en los patrones de inversión fijan nuevos estándares y constriñen la capacidad de los gobiernos para formular políticas económicas.

Finalmente, y a caballo entre los diferentes tipos de actores enumerados, encontramos al crimen transnacional. Éste mueve una economía paralela de dimensiones incalculables. Existen contrabandos de todo tipo interconectados a través del lavado de dinero y la corrupción, los Estados fallidos y las redes terroristas. El crimen transnacional plantea una amenaza a la seguridad que ni la policía ni las FFAA están preparadas para manejar.


El Estado Nación y sus realidades diversas
(Ver artículo de Stephen Krasner Who Gets a State?)


Referirnos al Estado Nación como una categoría unitaria, en un mundo donde “Estado” engloba realidades tan distintas como las de Sudán, Estados Unidos, Suecia y Brasil, no parece apropiado. Por este motivo, decidimos introducir distinciones y analizar por separado los casos de Estados Unidos, los Estados de Europa Occidental y las nuevas potencias emergentes.

¿Cómo ser una superpotencia en el mundo globalizado y no morir en el intento?

La unipolaridad en materia de alta política, un hecho concreto desde comienzos de la década del ’90, está siendo cuestionada. Recién en el documento de Estrategia de Seguridad Nacional 2002 (ESN), los Estados Unidos admiten abiertamente su objetivo de perpetuar el mundo unipolar y mantener su posición hegemónica previniendo el surgimiento de potencias competidoras o coaliciones. En esta versión del documento (al igual que en su revisión de 2006), los intereses norteamericanos se definen en términos de amenazas (Calle y DerGhoukassian, 2002).

De acuerdo con el análisis norteamericano, mantener la posición hegemónica exige dos tareas diferenciadas: contener al terrorismo internacional mediante una estrategia de ataques preventivos (atacando militarmente a los Estados Villanos que albergan a grupos terroristas y criminales internacionales, y que pueden o no ser poseedores de armas de destrucción masiva) y disuadir y contener a las potencias competidoras sin recurrir al uso de la fuerza. En forma complementaria, las nuevas amenazas demandan que la ESN se focalice en otros aspectos anteriormente reservados a la política doméstica: expandir la democracia, el libre mercado, los derechos humanos y la lucha contra la corrupción en todo el mundo (Calle y DerGhoukassian, 2002). A este último aspecto de la ESN se lo conoce como “construcción de naciones” o “cambio de régimen”, y se ha convertido en una de las tareas más difíciles de llevar a cabo y más criticadas en cuanto a su moralidad y sus resultados.

La posición predominante de Estados Unidos despierta obligaciones y retos diferentes a los del resto de los Estados. Mientras que en el s. XX los enemigos comunes del mundo occidental fueron el Nazismo-Fascismo y luego el Comunismo, en el mundo globalizado la probabilidad de ocurrencia de un ataque terrorista es diferente para cada Estado, alterando la percepción de amenaza. Por otra parte, surgen otras situaciones no militares que presentan amenazas diversas: catástrofes ambientales, situaciones de pobreza y disgregación social, epidemias, debilitamiento de las instituciones, dificultad de integrar un Estado multicultural, etc. Con este escenario, los Estados Unidos optan por la acción unilateral apoyados en coaliciones construidas ad-hoc, generando con esto fuertes críticas, especialmente de Europa (Calle y DerGhoukassian, 2002; Moisi, 2004).

La nueva “actitud” de los Estados Unidos fue percibida globalmente como un ataque al orden liberal del s.XX que ellos mismos habían contribuido a crear. Como explica J. Ikenberry, a finales de la 2º WW Estados Unidos decidió resignar espacio de maniobra a corto plazo y constituyó reglas e instituciones internacionales para obtener mayor poder e influencia a menor costo en el largo plazo. Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos declaró que no podía darse el lujo de resignar poder de maniobra en el corto plazo, pues lo que estaba en juego era su seguridad nacional.

Sin embargo, este ataque a las instituciones multilaterales se ve complementado por lo que Daniel Drezner (2007) denomina la construcción del “nuevo nuevo orden mundial”. Este autor argumenta que Estados Unidos está realizando un esfuerzo para incorporar más activamente a las nuevas potencias emergentes a las instituciones internacionales de la segunda post-guerra, en particular a India y China. Sin embargo, estos esfuerzos deberán sobreponerse a dos grandes obstáculos: la resistencia de los Estados “en baja” (potencias de antaño que hoy han perdido relativamente poder, como por ejemplo algunos Estados europeos) y la reputación de unilateralismo que ha generado la administración Bush. La ESN sostiene que “el consenso de las grandes potencias necesita un soporte institucional a nivel regional y global, para facilitar una cooperación amplia, permanente y efectiva. Allí donde las instituciones existentes puedan ser reformadas para adaptarse a los nuevos desafíos, Estados Unidos y sus aliados las reformarán. Allí donde no existan instituciones apropiadas, Estados Unidos y sus aliados las crearán” (Drezner, 2007).

Retomando el segundo obstáculo, Joseph Nye (2004) expone el debilitamiento del poder blando (capacidad de atraer a otros por la legitimidad de sus políticas y de los valores que las sustentan) ejercido tradicionalmente por Estados Unidos. Diversas mediciones y encuestas de opinión muestran un creciente sentimiento anti-estadounidense que reduce la capacidad de Washington de lograr sus objetivos sin recurrir a la costosa coerción. Nye sostiene que, si bien Estados Unidos es una superpotencia, la naturaleza de las amenazas actuales exige una cooperación comprometida y sostenida en el tiempo, y esto sólo puede lograrse si los objetivos y los medios propuestos por Estados Unidos son percibidos como atractivos y legítimos por los demás actores.




La administración Obama (2009 - 2012) tendrá que hacer frente a estos obstáculos y encarar importantes reformas: a la matriz energética, a la estrategia medioambiental de USA, a la investigación en materia de biotecnología y genética, a la regulación económica y financiera, entre otras.



Occidente en crisis

A finales de la 2º WW, Estados Unidos promovió activamente la construcción de un nuevo orden mundial que impidiera una nueva conflagración armada. En el continente europeo, esta construcción consistió en un activo apoyo a la economía y una garantía de seguridad frente a ataques externos. El Plan Marshall y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fueron los regímenes en los que se institucionalizaron estos objetivos. Estados Unidos y Europa Occidental se convirtieron en máximos aliados.

Paralelamente, los países europeos procuraron desarrollar por su cuenta una idea que hacía tiempo que venía circulando en el continente con el nombre de pan-europeísmo. El proyecto político de unión de los países europeos en una entidad supranacional no era algo viable en 1945. Por este motivo, los padres fundadores de la actual UE (Robert Shuman y Konrad Adenauer) concibieron un esquema de integración que partiera de la cesión de soberanía sobre pequeñas áreas de intereses compartidos y no conflictivos: la estrategia de “pequeños pasos”. De esta forma se crearon la CECA, la CEE y EURATOM con el Tratado de Roma (1957), el Acta Única Europea (1986 – De acuerdo con Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea en aquel entonces, el Acta Única era la obligación de realizar simultáneamente el gran mercado sin fronteras, más la cohesión económica y social, una política europea de investigación y tecnología, el reforzamiento del Sistema Monetario Europeo, el comienzo de un espacio social europeo y de acciones significativas en materia de medio ambiente) y la UE finalmente en 1992 con la firma del Tratado de Maastricht (al que siguieron varias normas que lo complementaron y reformaron).

La UE, a diferencia de otros procesos de integración como el NAFTA, MERCOSUR, ALCA o APEC, es más que un proyecto económico. Una vez constituidos los elementos económicos, como la zona de libre comercio, la unión aduanera y la coordinación de políticas macroeconómicas; se trató más bien de la progresiva cesión de soberanía a órganos supranacionales para la toma de decisiones concertadas de directa aplicación en los Estados miembros. El Tratado de Maastricht organizó la integración en 3 pilares: comunitario (hay plena cesión de soberanía a los órganos supranacionales para la adopción por mayoría de decisiones obligatorias en materia de mercado único, unión económica y monetaria, PAC, fondos estructurales y de cohesión, derechos humanos –civiles, políticos y sociales-, control de fronteras y libre circulación), intergubernamental (las decisiones se adoptan por consenso, es decir que existe coordinación no obligatoria en materia de política exterior, de seguridad y defensa, justicia y algunos asuntos interiores) y nacional (cada Estado adopta sus propias decisiones, por ejemplo en materia de planes de estudio y organización del sistema educativo).

Los tratados que siguieron a Maastricht y Amsterdam debieron lidiar con la cuestión de la ampliación vis a vis la profundización de la UE. Más miembros implicaban más diversidad de situaciones, mayor inversión para equipararlas, reforma de las instituciones para representar adecuadamente las dimensiones de los miembros y mayor dificultad para la toma de decisiones. Como sostiene un informe de The Economist “la UE no es otra organización internacional laxa; sus miembros dictan normas y políticas que se aplican en todos sus territorios y transfieren importantes cantidades de dinero de un país al otro. Los ciudadanos de la UE tienen el derecho de trabajar y vivir en cualquiera de los países y a recibir educación y atención médica allí (…) dada la profundidad de las obligaciones mutuas involucradas en la membresía de la UE, es comprensible que el proceso de incorporación de nuevos miembros sea tomado con calma” (The Economist, 2001).

Actualmente son miembros de la UE (La Europa de los 27): Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, España, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania y Suecia. El proceso de incorporación de un país a la UE es largo y demanda reformas políticas, económicas y legales para la adopción del acervo comunitario, las instituciones democráticas y el cumplimiento de los estándares económicos y monetarios. Son aspirantes a convertirse en miembros: la Antigua República de Yugoslavia y Macedonia, Croacia y Turquía.

Independientemente de las dificultades relativas a la representación y el voto, la incorporación de los últimos 10 países de Europa del Este ha producido:
- Un cambio cultural: se rompieron definitivamente las barreras erigidas durante la Guerra Fría entre Este y Oeste. La UE solía ser muy criticada por su lentitud para incorporar a los Estados más pobres del Este (en 2001 se calculaba que estos países aportarían un incremento de 34% del territorio y 29% de la población, pero únicamente del 5% del producto) (The Economist, 2001).
- Una situación de relativa incertidumbre en cuanto a los resultados. La previa integración de España, Grecia y Portugal resultó exitosa y alentó a la UE a continuar con el proceso de expansión. Pero la realidad de los nuevos miembros, sus dimensiones y sus falencias estructurales plantea importantes desafíos. La UE no sólo promueve la estabilidad y el progreso, también corre el riesgo de importar inestabilidad y crisis, al tiempo que sus nuevas fronteras son más “calientes” que las anteriores en términos de seguridad (The Economist, 2001).
- Un cambio en la forma de aplicar los estándares y de otorgar los beneficios. Por ejemplo, en el caso del derecho a la libre circulación y al trabajo, éste tendrá un período de suspensión para los nuevos miembros. La inmigración masiva de ciudadanos del Este y su disponibilidad para trabajar por menores salarios son muy temidas en los miembros consolidados de la UE (The Economist, 2001).
- Una intensa discusión sobre las fuentes del poder en las instituciones de la Unión. Junto al territorio, la población y la pertenencia histórica (que asegura un determinado status quo), también pesa la contribución económica que cada miembro realiza. Esto resulta determinante si tenemos en cuenta que el 80% del gasto de la UE se destina a financiar la PAC y los fondos estructurales y de cohesión para equiparar los niveles de desarrollo. Esto quiere decir que los Estados más rezagados, si bien pueden ser grandes, serán receptores más que contribuyentes primarios a la UE. El tema financiero despierta otras preocupaciones: España, Portugal y Grecia no quieren resignar sus cuotas de fondos; Francia no quiere ver una nueva hegemonía alemana en el Este, entre otros (The Economist, 2001).
- Un fuerte debate sobre el concepto de Europa y los presupuestos sobre los que descansa. Tras incorporar estos últimos 10 países, ¿dónde está la próxima frontera? La respuesta es diferente según dónde pongamos el acento: aspectos geográficos, el régimen político, los resultados económicos, la historia o la cultura. Asimismo, esto plantea incógnitas en la relación con el Mediterráneo, Medio Oriente y Rusia, todas ellas zonas “calientes”.

Todo lo anterior nos lleva a reflexionar sobre el rol de la UE en el mundo y cómo el surgimiento de este nuevo actor alteró el tradicional balance de poder con los Estados Unidos. Siguiendo a Dominique Moisi (2004), podemos afirmar que “Occidente” está en crisis. “En el pasado, la amenaza de la URSS constituía la clave de la existencia de Occidente, la definición de su identidad. En 2003 (al momento de escribir el artículo), puede que americanos y europeos estén unidos por amenazas comunes y una misma vulnerabilidad ante el terrorismo internacional y las armas de destrucción masiva, pero cada lado del Atlántico tiende a ver al otro como si cada vez fuera más diferente” (Moisi, 2004).

Este analista francés explica la crisis de Occidente a partir de los cambios en el sistema internacional, en Estados Unidos y en Europa. Básicamente, Europa ya no es la primera línea de defensa de Estados Unidos, de hecho ya no es prioridad en su agenda estratégica. Por otra parte, Europa consolidada tiende a adoptar una visión de los problemas globales (en particular los de seguridad) mucho más postmoderna y liberal que la de los Estados Unidos. Sin embargo, la enorme importancia de Europa en términos económicos y culturales no ha logrado traducirse efectivamente en poder geopolítico. Por este motivo, si bien identifica distintos cursos de acción a los adoptados por Estados Unidos para contener las amenazas globales, no consigue proyectar su poder en forma independiente. Paralelamente, el proceso de ampliación de la UE ha llevado a Europa a concentrarse en sí misma y le ha impedido constituir una posición homogénea en asuntos de seguridad y defensa. Las tensiones entre Europa (o parte de ella) y Estados Unidos se han trasladado a los foros internacionales en los que habitualmente cooperaban (Consejo de Seguridad, OTAN) generando parálisis y una menor capacidad de responder a los desafíos globales (Moisi, 2004).

(Ver el paper del Real Instituto Elcano: La OTAN ante su futuro: 1949-2009).

Nuevas potencias emergentes: BRIC’s e IBSA

Los BRIC’s son cuatro Estados considerados clave para la economía global: Brasil, Rusia, India y China. Todos ellos pertenecen al mundo en desarrollo o en transición y, a diferencia de otros Estados de esta misma categoría, sus grandes dimensiones (territorio, población, arsenal militar, tamaño de la economía, etc) y el ritmo acelerado de crecimiento les otorgan una capacidad de incidencia y de creación normativa que los coloca en una categoría de potencia intermedia.

Los BRIC’s vienen llevando adelante una política de crecimiento que puede estimarse a partir de los siguientes indicadores provistos por Goldman Sachs:

- Tamaño de la economía: antes del año 2050, las economías de los BRIC’s sumadas superarán a las del G6 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia). Si mantiene su ritmo de crecimiento, en 30 años India superará tanto a Estados Unidos como a China.
- Ritmo de crecimiento: hasta el momento, las tasas de crecimiento interanual han sido superiores al 5%. Sin embargo, en los próximos años, las economías de los BRIC’s crecerán a un ritmo menos acelerado. Solo India, para el 2050, estaría registrando crecimientos significativos de más del 3%.
- Demanda global: en 2009, el gasto anual de los BRIC’s en dólares doblará su nivel actual y superará al del G6.
- Movimiento de divisas: los tipos de cambio altos pueden contribuir a incrementar el PBI de los BRIC’s. Su tipo de cambio real puede llegar a apreciarse hasta un 300% en los próximos 50 años.
- Ingresos y demografía: la cantidad de su población y su curva demográfica determinarán que los ciudadanos de los BRIC’s probablemente continúen siendo más pobres que los del G6 (excepto quizás los Rusos). El impacto del envejecimiento poblacional será más fuerte en Rusia y China que en India y Brasil. La demografía es importante para un aspirante a BRIC como es Sudáfrica. Si bien este país hoy tiene un elevado PBI per cápita, los estragos del SIDA en su fuerza laboral limitarán sus rendimientos en el futuro cercano.

Con este panorama, los BRIC’s continuarán creciendo siempre y cuando se mantenga una situación macroeconómica estable y desarrollen políticas económicas acordes (baja inflación, finanzas públicas sólidas, buen manejo del tipo de cambio). Asimismo, deberán promover la creación de instituciones políticas fuertes y estables y mejorar el nivel educativo de su población, para poder procesar mejor la apertura al comercio y a la inversión extranjera.

Recientemente, la categoría de BRIC’s se ha ampliado relativamente cuando la banca de inversión Goldman Sachs acuñó el concepto de “next eleven” o N-11. La profundización en 2005 de la investigación que los llevó a identificar a los BRIC’s en 2003, dio lugar a esta lista de 11 países con perspectivas positivas para el crecimiento y la inversión. Se trata de Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Turquía, Vietnam y Corea del Sur. Aparentemente estos 11 Estados presentarían indicadores positivos de estabilidad económica, apertura comercial, políticas favorables a la inversión extranjera y avances políticos y educativos.

En un terreno político encontramos al grupo de los IBSA (India, Brasil y Sudáfrica), lanzado como tal en la primera reunión de la Comisión Trilateral en Brasilia en 2003 (posteriormente: Nueva Delhi, 2004; Ciudad del Cabo, 2005 y Río de Janeiro, 2006).

Estos países llevan adelante una agenda común en las negociaciones internacionales, pese a que presentan enormes diferencias en términos poblacionales y de sus economías. Celso Amorim destaca que IBSA intenta ser una coalición de democracias que están en el mismo nivel de desarrollo, para definir áreas de mutuo interés y cooperación en acuerdos multilaterales, paz y seguridad, terrorismo, globalización, desarrollo sustentable y social.

Se destacan algunos puntos en común y agendas políticas:
- Los tres tienen poblaciones multiétnicas y han desarrollado políticas de inclusión social importantes.
- Se unieron por primera vez bajo esta sigla para trabajar en pos de la reforma del Consejo de Seguridad
- Realizan campañas de acceso a medicamentos para tratar el HIV.
- Proponen estrategias de desarrollo alternativas a la ortodoxia económica de los países del norte.
- Negocian juntos en temas de tecnología, energías renovables y facilitación del comercio.

IBSA es el núcleo duro del G20 en las negociaciones de la OMC. Puede decirse que, en base a su actuación en la Ronda de Doha y en su rechazo a los Issues de Singapur, los países emergentes del G20 alteraron la agenda global de comercio y forzó a los países más desarrollados a re evaluar su política de comercio, en especial la de subsidios al agro.

Tanto si utilizamos la categoría de BRIC’s como la de IBSA, la cuestión radica en que estos Estados buscan obtener una representación y participación en la toma de decisiones internacionales acorde a sus recursos de poder, pero en términos formales continúan encorsetados por el entramado institucional de la 2º post-guerra.

Siguiendo a Drezner, entendemos que la tarea de adaptar las instituciones y regímenes de la gobernanza global a la nueva distribución del poder entre Estados es una tarea muy compleja. Junto a los Estados que demandan mayores cuotas de poder, encontramos la resistencia de aquellos que se oponen a resignar sus beneficios adquiridos en el s. XX. La administración Clinton buscó eludir este dilema concentrándose en el fortalecimiento de instituciones y regímenes internacionales, antes que en su reforma. Actualmente, realizar una nueva distribución del poder formal internacional aparece cada vez más como una tarea ineludible para garantizar la efectividad de los regímenes de gobernanza (Drezner, 2007).


Las instituciones y organizaciones internacionales

Coincidimos con Robert Keohane (1998) en que en el análisis de la política internacional de la globalización tienen un papel central las instituciones internacionales (reglas y organizaciones que contribuyen a implementarlas). Sin negar su importancia, tenemos que tener en cuenta que la mayoría de estas instituciones fueron creadas en la 2º post-guerra para alcanzar objetivos y resolver problemas parcialmente diferentes de los actuales. Más aún, tenemos que considerar que estas instituciones fueron creadas reflejando la estructura internacional de poder de aquel entonces, y que ésta se ha alterado radicalmente en los últimos años (Drezner, 2007).

Por estos motivos, junto a los interrogantes acerca de la legitmidad de las nuevas funciones de la OTAN o de la regulación de la OMC de las patentes de medicamentos en casos de epidemia; también debemos cuestionarnos si la membresía y el sistema de representación y voto de éstas y otras instituciones son los adecuados para obtener resultados efectivos.

En la década del ’60 comenzó a prestarse más atención al estudio de las instituciones internacionales, entendidas ya no sólo como organizaciones internacionales formales. Junto al ejemplo más obvio de las Naciones Unidas, también se hicieron visibles otras organizaciones y regímenes que fijaban reglas y estándares para gobernar áreas específicas de la actividad internacional: el TNP, la OTAN, el GATT-OMC, el FMI, etc. (Keohane, 1998).

En los ’80, la atención pasó de los regímenes a las condiciones que permitían la cooperación entre Estados soberanos, entre ellas las instituciones internacionales. La proliferación de instituciones de esta clase llevó a los analistas a formular una conclusión clara: las instituciones internacionales ni se oponen al Estado ni están por encima de éste, sino que lo asisten para alcanzar sus objetivos.

Diversos autores como Keohane, Nye o Ikenberry -entre otros institucionalistas- centraron la importancia y utilidad de las instituciones internacionales en los siguientes puntos:
- Contribuyen a facilitar la cooperación para llegar a acuerdos e implementarlos: solucionan las asimetrías en la información, incrementan la transparencia, disminuyen los costos de transacción, desincentivan el comportamiento egoísta (free ridding) a través de la reciprocidad y los contactos reiterados (Keonahe, 1998).
- Desempeñan una función clave para las grandes potencias: éstas garantizan mejor su influencia y capacidad de delinear los asuntos globales si utilizan a las instituciones para fijar reglas generales de conducta que todos aceptan y que se perpetúan en el tiempo. De esta forma, los otros Estados se vuelven predecibles y la potencia canjea el ejercicio del poder duro por el del poder blando (Keonahe, 1998).

Actualmente no se debate ya tanto si las instituciones internacionales deben o no existir o involucrarse en tal o cual asunto, sino más bien qué es lo que las hace elementos efectivos de la gobernanza global: qué estructuras, procesos o prácticas dan mejores resultados en distintos escenarios.

Algunas claves para responder a estos interrogantes son:
- Coherencia entre los valores que promueven las instituciones y el ethos de la época (ideas, normas, información, creencias). Algunos ejemplos serían el rechazo al colonialismo plasmado en la Carta de Naciones Unidas que se condecía con las creencias que comenzaban a predominar en la época (Baylis, XXXX); o la aceptación de la intervención del Consejo de Seguridad en conflictos intra-estatales en la era de la globalización apoyada en el status preferencial de la defensa de los derechos humanos por sobre la autonomía y soberanía del Estado.
Los procedimientos y las reglas de las instituciones internacionales crean estructuras informacionales. Éstas determinan qué principios son aceptables como base para reducir los conflictos y calificar la legitimidad de la acción estatal. Consecuentemente, moldean las expectativas de los actores” (Keohane, 1998). Lo anterior significa que las instituciones crean información diferente para miembros y no miembros, la cual puede ayudar a decodificar ciertos discursos y evitar conflictos.
- La apertura de espacios de participación a la naciente sociedad civil transnacional y la comunidad epistémica, para garantizar que aporten sus inputs y que legitimen las decisiones que se adopten.
- La conformidad de los miembros con las reglas de la institución, entendidas principalmente con la existencia de intereses comunes y la distribución del poder entre los miembros. Los intereses y valores comunes entre los miembros explicaron la mayor efectividad de la OTAN vis a vis la OSCE. Por otra parte, las instituciones donde las decisiones se adoptan por mayoría y pocos miembros pueden formar la mayoría, tienden a ser más expeditivas pero más cuestionadas por su déficit democrático (ver Keohane, 1998 para una ampliación sobre este tema).

Relacionado con este último punto, el paper de Drezner “The New New World Order” plantea la inadecuación entre la distribución de cuotas de participación y poder en las organizaciones internacionales, y la distribución de poder real entre los Estados del mundo. El surgimiento de potencias regionales o intermedias en crecimiento, como los BRIC’s, estaría creando el sustrato para un nuevo concierto de grandes potencias diferente al cristalizado a mediados del s. XX. No obstante, esto no garantiza que se plasme inmediatamente en una nueva composición o distribución del poder al seno de las organizaciones. Estados Unidos estaría avanzando en este sentido para reformar las principales instituciones del orden mundial, pero aún restaría mucho por hacer.


De la empresa multinacional / transnacional a la empresa globalmente integrada

Adoptando un enfoque hiperglobalista, podríamos afirmar que la empresa transnacional es uno de los actores centrales del sistema de la globalización. De hecho, estos actores privados son quienes más han empujado la eliminación de barreras artificiales, el desarrollo de innovaciones en ciencia y tecnología, el establecimiento de pautas de consumo homogéneas, entre otros. Sin embargo, es necesario enfocarlas con una mirada un poco más crítica.

La empresa privada incide en las relaciones internacionales desde que, por ejemplo, el gobierno de Gran Bretaña creó a las Compañías de Indias Orientales y Occidentales para manejar la explotación de materias primas en las colonias, ampliar el transporte y el comercio exterior. Estas empresas primigenias, al igual que sus sucesoras las multinacionales, mantenían un fuerte vínculo con el gobierno de su país de origen. El quid pro quo entre empresa y gobierno funcionaba en ambos sentidos.

Otro factor importante que caracterizaba a las multinacionales es que producían para el mercado local. Es decir, abrir una filial o subsidiaria en otro país era –básicamente- para abastecer al mercado de dicho país eludiendo las barreras al comercio y la inversión extranjera.

La liberalización comercial producida en la segunda mitad del s. XX, sumada a los adelantos en transportes y comunicaciones, cambiaron radicalmente el panorama. La empresa globalmente integrada de nuestros días es fundamentalmente diferente en su naturaleza, ya que planifica, produce y comercializa para el mercado global, no ya para uno o varios mercados nacionales.

A comienzos de los ’90, Robert Reich (ministro de Trabajo de Clinton) identificaba esta mutación en la naturaleza de la empresa en su obra “El Trabajo de las Naciones”. Reich afirma que todos los factores se habían vuelto móviles, exceptuando el trabajo (en particular el poco calificado). Esto, sumado a la democratización de las finanzas (Friedman), determinaba la desaparición de las “empresas de bandera” y su reemplazo por organizaciones orientadas a la generación de valor que combinaban recursos y factores de diferentes procedencias en búsqueda de una mayor ventaja competitiva.

Estas empresas “red”, a las que Reich denominaba “transnacionales”, tenían una forma particular de organizarse que respondía a la necesidad de ganar flexibilidad y atender a necesidades funcionales. La estructura era mucho más plana, descentralizada, focalizada en la identificación y resolución de problemas, orientada a la innovación y capaz de reclutar talentos y organizar operaciones en cientos de ubicaciones diversas.

Palmisano, presidente de IBM, coincide con Reich en cuanto a la deslocalización de la producción y la flexibilidad de la estructura organizativa. También agrega la importancia del proceso de tercerización o outsourcing. La empresa globalmente integrada se especializa, retiene su negocio central (core business) y adquiere de proveedores, socios estratégicos o partners todo aquello que requiere y es accesorio. Es así como una empresa de computadoras a la que supuestamente identificamos con los Estados Unidos, puede realizar la investigación y desarrollo en la India, ensamblar los componentes en China, adquirir el marketing y la publicidad en Argentina, tercerizar la administración de su personal en una consultora global de recursos humanos que realiza las liquidaciones de sueldos desde Colombia y contar con un Call Center de soporte técnico ubicado en Irlanda.

La empresa globalmente integrada con su red de relaciones con proveedores y socios puede llegar a alcanzar enormes dimensiones y a producir considerables impactos socio-económicos en países de pequeña envergadura o a nivel subnacional en ciertas localidades (el cierre de una planta puede implicar la “muerte” literal de una ciudad; la entrada en funcionamiento de la papelera Botnia en Uruguay le permitió a ese país incrementar un par de puntos porcentuales el crecimiento anual de su producto bruto; Walmart es la empresa más grande del mundo y se ubica en el puesto nº 26 de las economías de mayor tamaño, contando países y empresas. El patrimonio de Walmart es mayor que el PBI de Dinamarca, Venezuela o Singapur).

La escala ampliada de las empresas sumada a su capacidad de desplazamiento más o menos rápido a través de las jurisdicciones, le otorga un diferencial de poder importante a la hora de negociar directamente con un gobierno para conseguir ventajas o incentivos (desgravaciones, exenciones, cambios a la legislación); le permite eludir estándares laborales o medioambientales retrasando la adopción global de un mínimo común denominador de protección; y, operando sobre los políticos y la opinión pública local, llega a incidir en las decisiones que se adoptan en las negociaciones internacionales (por ejemplo, en temas de protección de la propiedad intelectual que se negocian en el seno de la OMC).

El individuo

Durante mucho tiempo, diversas teorías de la sociología y la política han puesto al pueblo, la comunidad, o la masa como los grandes protagonistas de los tiempos y los cambios. No obstante, poco a poco vamos experimentando en la escena internacional una progresiva vuelta a la importancia del individuo en las relaciones de poder.

La revista Times elige todos los años al personaje del año y en 2006 éste fue “You”; es decir, los individuos en tanto tales fueron quienes marcaron principalmente el rumbo de los sucesos de año.

Lo curioso es que, contrariamente a lo que sostienen las teorías individualistas más liberales, se remarca que las personas estamos cada vez más interconectadas. No se trata del individuo solo frente al mundo logrando cambios, sino el individuo en red, a través de las herramientas de la Web 2.0, operando con otros a miles de kilómetros de distancia. A través de canales como Wikipedia, los espacios de Messenger, la página You tube, hoy estamos más interconectados y somos más capaces de compartir información y coordinar acciones que nunca.

El concepto de individuo en tanto actor transnacional vive, al igual que el concepto del Estado, una realidad heterogénea y fragmentada. Por un lado encontramos a los individuos super-empoderados que menciona Friedman (1998), quienes se valen de las potencialidades de los medios de comunicación e información para cambiar las arquitecturas de la gobernanza global (el presidente de Estados Unidos, el Secretario General de la ONU, el Papa, pero también Bill Gates, Klaus Schwabb, Muhamad Yunus, Bono y Bin Laden).

Por otra parte podemos analizar a los miles de millones de individuos que se convierten en activistas a favor o en contra de diferentes asuntos transnacionales. En la siguiente ficha analizaremos en detalle la constitución de ONG’s, redes y movimientos sociales a través de los cuales los individuos articulan propuestas, buscan incidir en la agenda, dan visibilidad a voces o perspectivas relegadas, reclaman a las autoridades y buscan ejercer el control social sobre los gobiernos, las OI y las EMN.

Finalmente el individuo se ha convertido en una víctima del crimen transnacional, de la redefinición del derecho internacional y doméstico, de la exclusión de los mercados globales, de la brecha digital, etc. La habilitación de instancias internacionales a las cuales el individuo puede recurrir a peticionar o presentar un caso para ser juzgado, es una clara demostración de la toma de conciencia sobre cómo la globalización y sus peligros tocan directamente nuestras vidas; independientemente de toda mediatización estatal.


Muchos actores, muchos interrogantes

Retomando el texto de Jessica Mathews utilizado al comienzo de la ficha, cabe preguntarse con todas estas tendencias a la vista ¿cómo se reconfigurará el sistema internacional? La autora analiza cada uno de los nuevos actores, señalando sus potencialidades y limitaciones:

- Se reconfigurará con influencia de los bloques supranacionales, como la UE. Pero incluso ésta ha probado tener sus límites y no ser un modelo fácilmente imitable.
- Habrá mayor participación de las entidades subnacionales: las provincias y municipios cobran ingerencia directa en la escena internacional.
- Surgirán nuevas definiciones de ciudadanía diferentes de la nacionalidad cultural y territorialmente determinada.
- Se desarrollarán cada vez más instituciones híbridas donde se coordinen actores públicos y privados de nivel nacional, local y supranacional.

Sin embargo, aún resta ver si esta reconfiguración del sistema internacional garantizará más paz, seguridad, estabilidad y prosperidad.

Video recomendado


Sebastian Mallaby (columnista de The Washington Post) sobre el Banco Mundial y los actores no estatales.


Lecturas recomendadas

SIMMONS, P.J. y DE JONGUE OUDRAAT, Chantal (2002) Managing Global Issues.

MATHEWS, Jessica (1997) “Power Shift” en Foreign Affairs Jan – Feb Vol. 76 Nº 1. New York.

PALMISANO, Samuel (2006) “The Globally Integrated Enterprise” Foreign Affairs, May/ June 2006.

MOISI, Dominique (2004) “Reinventar Occidente” en Revista Política Exterior, Nº 97, enero-febrero, Madrid.

IKENBERRY, John (1998-1999) “Institutions, strategic restrain and the persistence of american postwar order” en International Security, Winter.

DREZNER, Daniel (2007) “The New New World Order” en Foreign Affairs, March/April.

NYE, Joseph (2004) “La decadencia del poder blando de Estados Unidos. Por qué Washington debe preocuparse” en Foreign Affairs en español. Julio – Septiembre 2004.

THE ECONOMIST (2001) Survey: European Union Enlargement. May 2001.

WILSON, Dominic y PURUSHOTHANAN, Roopa (2003) “Dreaming with BRICs: The Path to 2050”. Global Economics Paper No. 99. October 2003. Goldman Sachs .Global Economics Website https://www.gs.com

WHITE, Lyal (2006) IBSA: A State of the Art. First Draft. Ponencia presentada en el seminario: “Los poderes emergentes y la seguridad regional: el caso IBSA (India, Brasil, Sudáfrica)”, organizado por la Universidad de San Andrés el 30 de mayo de 2006 en Auditorio Fundación OSDE.

KEOHANE, Robert (1998) “International Institutions. Can Interdependence Work?” en Foreign Policy Nº 110. Spring.