27/5/09

Ejercicio Consejo de Seguridad

Buen día, cuelgo el listado de los grupos para el ejercicio según lo que me informó Carolina Patrone.

China: Castiñeira, Barcos
Francia: Golob, Rampone
Federación Rusa: del Vecchio, Cristoforetti
Reino Unido: Gonzalez, Onetto
Estados Unidos: Sanchez, Martinuzzi
Austria: Martín Castro, Corvaro
Croacia: Tomás Castro, Sellán
Turquía: Peruchín, Bruggia
Costa Rica: Joao, Fernanda
México: Bennarids, García Pighini
Japón: Stuart, Ratero
Vietnam: Colloca, Adanez
Burkina Faso: Ferrero, Moschini
Libia: Azcoiti, Coll
Sec. General: Dolores Dalla Vía, Salari
ONG's: Roca, Lores, Vidal
Medios de comunicación: Núñez, Mercedes Dalla Vía, Critto
Unión Africana: Patrone, Fulchini

18/5/09

Consignas: Modelo Consejo de Seguridad

Miembros del Consejo de Seguridad (2009)

  1. China
  2. Francia
  3. Federación de Rusia
  4. Reino Unido
  5. Estados Unidos
  6. Austria
  7. Croacia
  8. Turquía
  9. Costa Rica
  10. México
  11. Japón
  12. Vietnam
  13. Burkina Fasso
  14. Jamahiriya Árabe Libia

Situación
El día lunes 1º de Junio realizaremos un modelo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El tema a tratar será la adopción de una resolución referida al conflicto de Darfur.

En Sudán conviven dos operaciones de Naciones Unidas:
· UNMIS: en 2005, por medio de la Res. 1590, el Consejo de Seguridad crea esta misión porque determina que la situación en el Sudán constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. El propósito de esta misión es apoyar la aplicación del Acuerdo General de Paz firmado entre el Gobierno de Sudán y el Movimiento y Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLM/A) [guerra civil entre el norte y el sur que se remonat a la época de la independencia de Sudán]; brindar asistencia humanitaria y proteger los derechos humanos.
· UNAMID: es la misión híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas establecida en 2007 (Res. 1769 del Consejo de Seguridad, Cap. VII) para garantizar el cumplimiento del acuerdo de paz de Darfur [conflicto civil iniciado ca. 2003 en la región de Darfur entre las milicias Janjaweed –vinculadas al gobierno- y grupos rebeldes]. El mandato de la UNAMID incluye la protección de civiles, la seguridad de la asistencia humanitaria, la protección de los derechos humanos y el monitoreo de la situación en la frontera con Chad y la República Centroafricana.

El 30 de Abril, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 1870 (2009) extendiendo la UNMIS durante un año más y ampliando su mandato para incluir el soporte para el referéndum que se realizará en 2011 y las elecciones posteriores (en conjunto con el PNUD y otras agencias).

Para el ejercicio, supondremos que un mes después se produce un violento atentado contra un campamento de desplazados en el que mueren más de 1.500 sudaneses y los trabajadores internacionales que brindaban ayuda humanitaria. Una investigación del enviado especial de Naciones Unidas revela que detrás del atentado se encuentran milicias vinculadas al gobierno sudanés. Este hecho pone en peligro el cronograma de trabajo camino a las elecciones y genera el replanteo del propósito de la UNAMID (garantizar el cumplimiento del acuerdo de paz en Darfur). El Consejo de Seguridad convoca a una reunión de urgencia para discutir la ampliación de la misión de UNAMID y la posibilidad de convertirla en una misión de imposición de la paz.

El informe enviado por el Jefe de la UNAMID, Rodolphe Adada, describe la situación como “un conflicto de todos contra todos, donde el gobierno pelea contra los grupos armados y las milicias y éstos también se atacan entre sí. El quiebre del estado de derecho y el orden es una situación endémica. Han muerto más de 300.000 personas y casi 3 millones han sido desplazadas. El conflicto se está desbordando por la frontera con Chad y está enturbiando las relaciones entre ambos países. A partir de la orden de captura contra el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, emitida por la Corte Penal Internacional, las persecuciones contra ONG’s y trabajadores humanitarios son cada vez más frecuentes. La definición del alcance de la misión y los recursos con que cuenta UNAMID son insuficientes para hacer frente al nuevo escenario”.

Equipos
· 15 equipos de 2 integrantes cada uno representarán a los países que integran actualmente el Consejo de Seguridad.
· 1 equipo de 2 integrantes asumirá el rol del Secretario General de las Naciones Unidas.
· 1 equipo de 2 integrantes asumirá el rol de la Unión Africana que contará con un representante invitado en la sesión para informar sobre la situación desde la perspectiva de la organización.
· Un equipo de entre XX integrantes representará a una red de ONG’s (occidentales y africanas) que presionarán por una intervención efectiva de la comunidad internacional en Sudán para frenar lo que califican como “el genocidio de Darfur”.
· 1 equipo de 2 integrantes representará a una cadena global de noticias que cubre regularmente los eventos de Sudán y dará una cobertura especial a la sesión del Consejo de Seguridad.

Preparación y documentos a entregar
Cada equipo deberá venir preparado al modelo. Para eso deberán investigar sobre la situación en Darfur en general y sobre los intereses que el Estado o actor al que representan. Deberán traer y, posteriormente entregar a la cátedra:
· ESTADOS: el análisis de situación desde la óptica del país y el discurso que realizarán en la sesión del Consejo (1 carilla) abogando por algún tipo de medida. En el discurso deberán contemplar la mención del tipo de resolución por la que abogarán de acuerdo con la posición adoptada por el equipo del país al que representan. El
· SECRETARIO GENERAL: el análisis de situación desde la óptica de la Organización y alguna sugerencia de medida a adoptar en línea con el cumplimiento de los principios y propósitos de la carta. También deberá preparar un comunicado para la prensa, ya que la sesión del Consejo no es pública.
· UNION AFRICANA: el análisis de situación desde la óptica de la Organización y alguna sugerencia de medida a adoptar.
· RED DE ONG’S: el plan de una campaña de información e incidencia pública para movilizar a la opinión global y a ciertos líderes identificados como relevantes a favor de la intervención en Sudán. El plan deberá contener una definición de objetivos, una serie de mensajes, los canales o medios a través de los que los difundirán, las acciones que realizarán, una estrategia de fund raising y otra de reclutamiento de voluntarios. Deberán crear una “Causa” en Facebook, generar adhesiones y alimentar el sitio con noticias, videos y otras cuestiones vinculadas a la campaña.
· CADENA DE NOTICIAS: deberán preparar un video que subirán a YouTube que simule una noticia referida al asunto de Darfur (puede ser un informativo desde los estudios de la cadena, un periodista “en terreno” que reporta desde Sudán, una cobertura de las sesiones del Consejo, una entrevista con algún funcionario, etc) y, a partir del comunicado de prensa que entregue el Secretario General y de lo que logren averiguar con los equipos de los países y con la red de ONG’s deberán preparar una noticia para un medio impreso que entregarán una semana después de ejercicio.

Desarrollo de la actividad
En la sesión comenzaremos con una apertura donde se dará un diagnóstico de la situación y luego habrá un cuarto intermedio para que puedan juntarse y sondear a los demás países. Posteriormente, en orden alfabético, los países tomarán la palabra y expondrán su posición. Al finalizar las exposiciones (2-3 minutos cada una), habrá otro cuarto intermedio para hacer lobby. Finalmente votaremos para adoptar una resolución de acuerdo con los procedimientos habituales del Consejo. Al concluir, el Secreatario General emitirá un comunicado y dará una rueda de prensa para los medios y ONG’s presentes (que no podrán participar de la sesión).

Criterios de evaluación
La nota contemplará los siguientes puntos:
- Exhaustividad e idoneidad del análisis de situación desde la óptica del país / actor que representan (relevar intereses del país en la región, ex compromisos coloniales, lazos comerciales, involucramiento en OPM o similares, alineamiento con potencias, intereses de los grupos domésticos, recursos que puede movilizar, etc).
- Calidad y concisión del discurso.
- Adecuación de la discusión y las propuestas de resolución a las prácticas del Consejo de Seguridad y la Asamblea.
- Para el Secretario General y la Unión Africana: conocimiento acabado del conflicto y calidad de sus análisis.
- Para la red de ONG’s y la cadena de medios: creatividad e innovación, uso de nuevas tecnologías.

Aprovechen esta oportunidad para ser creativos y hacer un trabajo a conciencia, preparándose para su pronta finalización de la universidad e inserción en el mundo laboral.

Ficha 15: Introducción a la Economía Global

1. Introducción

El fin de la Guerra Fría no sólo coincide con importantísimos cambios a nivel de la distribución del poder político y militar en el mundo, sino que también, por esta misma época, comienza a hacerse evidente que la economía ha adquirido nuevos rasgos. La globalización, en tanto nuevo sistema o nuevo paradigma, se manifiesta particularmente en el ámbito económico (producción, comercio, finanzas, desarrollo), algo en lo que coinciden los distintos enfoques o escuelas que estudian el fenómeno.

La Unidad III explorará las distintas facetas del fenómeno, comenzando con una descripción de la estructura económica actual, analizando el régimen de comercio internacional y sus principales temas, repasando los desafíos en materia financiera y concluyendo con dos temas muy vinculados al concepto de sustentabilidad: el desarrollo y la energía. En esta ficha nos focalizaremos en el análisis de la estructura económica global actual, incorporando diferentes enfoques.


2. Virtual vs. real

Durante gran parte del s. XX, al pensar en economía automáticamente nos enfocábamos en la producción y el comercio de bienes (ya sea materias primas o manufacturas) tangibles. Tal es así que, por ejemplo, los acuerdos del GATT (General Agreement on Trade and Tariffs) únicamente se ocupaban de la liberalización del comercio internacional de bienes, nada decían acerca de los servicios. En cuanto a los flujos financieros, éstos se pensaban como un complemento natural del comercio de bienes (divisas necesarias para adquirir bienes importados) y el principal tema era cómo garantizar la estabilidad de los tipos de cambios y cómo asegurar un patrón para su convertibilidad.

A partir de la década del ’70 comienza a perfilarse un cambio importante. La dimensión virtual de la economía (servicios y finanzas) cobra cada vez más importancia en estrecha vinculación con los desarrollos tecnológicos. Como sostiene el economista argentino Aldo FERRER: “La globalización virtual abarca, por un lado, los extraordinarios avances en el procesamiento y la transmisión de la información y, por el otro, la esfera financiera. Esta última, tal cual la conocemos ahora, es un fenómeno esencialmente contemporáneo. En el pasado, las finanzas internacionales promovieron y acompañaron, no sin sobresaltos pasajeros y con algunos extraordinarios episodios especulativos, el crecimiento de la economía mundial. En el presente, la globalización financiera se ha convertido en un fenómeno en gran medida autónomo y de una dimensión y escala desconocidos”.[1] En la ficha de análisis de las finanzas globales analizaremos con más profundidad este fenómeno novedoso que determina un mayor crecimiento de la actividad financiera por sobre la economía real, y nuevas posibilidades de generar ganancias arbitrando diferencias entre monedas, tasas de interés y otros activos de inversión.

El otro componente de la economía virtual, los servicios asociados a tecnología, están vinculados con el concepto de “economía de la información / informacional”, “economía post-industrial” o “economía del conocimiento”. Como afirma CASTELLS, hablamos de economía informacional porque “la productividad y competitividad de las unidades o agentes en este sistema (sean empresas, regiones o naciones) depende fundamentalmente de su capacidad para generar, procesar y aplicar eficientemente información basada en conocimiento”[2]. Si a partir de la revolución industrial la clave para generar riqueza estaba dada por el incremento de productividad vía la incorporación de capital; actualmente la productividad está determinada en gran medida por la capacidad de producir y aplicar información a través de tecnologías de la información y la comunicación. El nuevo paradigma tecnológico convierte a la información en un producto del proceso productivo (pensemos por ejemplo en las organizaciones que se dedican a producir informes sobre riesgos de inversión y que lo venden a otras organizaciones o particulares que lo utilizan como insumo para decidir los destinos de sus inversiones) o en un input fundamental para este proceso (pensemos en cómo las empresas recurren a estudios de mercado para terminar de configurar los productos o servicios que van a lanzar al mercado, o cómo descansan en actividades de data-mining para incrementar la efectividad de sus procesos de comercialización).

Este avance de la “virtualidad” cambia fundamentalmente nuestras ideas acerca de qué se produce, cómo se produce, qué se comercializa, cómo se comercializa, qué es la riqueza y cómo puede incrementarse. Inmediatamente, esto nos lleva a repensar conceptos establecidos acerca de qué competencias, habilidades o ventajas competitivas requieren los individuos y las naciones para insertarse en esta economía con éxito; quiénes serán los ganadores o perdedores del nuevo sistema; qué obstáculos existen para la producción y el comercio; cómo deben adaptarse los regímenes existentes para gobernar más efectivamente este nuevo paradigma.


3. Deslocalización y globalización

Junto con la “virtualidad”, la “deslocalización” es uno de los rasgos fundamentales que caracteriza al actual sistema económico. Los avances en tecnologías de la comunicación y transporte han determinado que la unidad de producción y comercialización pueda ser el mundo entero[3]; es decir, las empresas ya no se encuentran limitadas por su ubicación geográfica, ya que lo que producen en una determinada jurisdicción pueden comercializarlo en cualquier otra. El potencial para ampliar mercados es mayúsculo. Por otra parte, el proceso productivo mismo se libera de las “cadenas” de las fronteras y puede fraccionarse y reubicarse en diferentes jurisdicciones, aprovechando las condiciones más ventajosas de cada una de ellas. Castells lo simplifica de la siguiente manera: “las actividades centrales de producción, consumo y circulación, al igual que sus componentes (capital, trabajo, materias primas, management, información, tecnología y mercados) están organizadas a escala global”.[4]

Lo anterior explica que el principal actor de la economía global, la empresa, haya adaptado su estructura organizativa y su cultura al trabajo en red, dejando atrás el modelo de la multinacinal que replicaba la estructura de su casa matriz en cada una de las filiales. Las empresas transnacionales o red ocupan un lugar fundamental en la actual economía global, ya que el grueso de los intercambios internacionales se producen entre oficinas o plantas de una misma empresa ubicadas en diferentes países.

Esta realidad no sólo plantea cuestiones con respecto a los regímenes de gobernanza del comercio, las finanzas y el trabajo a nivel global; sino que también presiona a los gobiernos nacionales para adoptar nuevos roles. Teniendo en cuenta que las empresas han adquirido un nivel de movilidad nunca antes visto y que el principal objetivo económico de los Estados Nación ha sido maximizar la competitividad[5] de sus economías; es obvio que el nuevo contexto coloca restricciones e incentivos a las políticas monetarias, cambiarias, fiscales y sociales. Las decisiones de política que impacten sobre los derechos, la ganancia esperada o la estructura de costos de las empresas (por ejemplo, un incremento de las cargas sociales sobre el trabajo registrado o un incremento en las tasas del impuesto a las ganancias), puede motivar el traslado de una planta u oficina de un país a otro con condiciones más ventajosas. En los ’70 esto se hizo evidente con la reestructuración y el desmantelamiento de varios Estados de Bienestar, así como con la apertura, liberalización y desregulación de sectores clave de la economía. A los países en desarrollo, esta tendencia los alcanzó dos décadas más tarde (’90). Pero esta “deconstrucción” generó nuevos desafíos (inestabilidad interna, contagio de crisis internacionales, etc).[6]


4. El consenso de Washington y el disenso post Washington

Entre las adaptaciones realizadas por los gobiernos para ajustarse a los requerimientos de la nueva economía global, entre mediados de los ’80 y la década del ’90 tuvo mucha relevancia un conjunto de recomendaciones de políticas conocidas genéricamente como “el Consenso de Washington”. Se trataba de una lista de medidas sugeridas por los organismos financieros internacionales a los países en desarrollo que solicitaban asistencia y que, con el correr del tiempo y sus diferentes casos de aplicación, fueron objeto de un gran rechazo por parte de la sociedad civil, sindicatos, partidos opositores, etc. quienes las calificaban de “neoliberales” o “de ajuste”.

Históricamente, el consenso surge a partir de un seminario que se organiza en 1989 en Washington para analizar la situación de los países latinoamericanos después de la crisis de la deuda de los ’80. Incluye a funcionarios de organismos norteamericanos e internacionales, académicos y políticos de diferentes países (incluidos los latinos), quienes debaten los problemas de la región y consensúan una lista de políticas recomendables. El economista John Williamson preparó un paper para este seminario llamado “What Washington Means by Policy Reform” que fue el borrador, por llamarlo de alguna manera, de lo que luego se conocería como el Consenso de Washington. Aunque cabe aclarar, como hace el mismo Williamson[7], que la palabra consenso es un tanto forzada y mejor sería hablar de “convergencia”.

El paper resumía la visión de los acreedores de los países latinoamericanos que reclamaban que los gobiernos asumieran su responsabilidad e introdujeran determinadas medidas económicas (consideradas apropiadas) para estar en condiciones de repagar la deuda y quebrar el ciclo de endeudamiento y crisis. Esto se resumía, básicamente, a 10 instrumentos de política que no precisaban secuencia ni manera de aplicación; era una propuesta teórica independiente de las realidades nacionales y las circunstancias particulares (aunque luego no fue así como se la consideró):
1. Disciplina fiscal. Existen distintas versiones con respecto a este instrumento, ya que para algunos implica déficit cero mientras que para otros el déficit es aceptable mientras sea proporcional a ciertos indicadores de producto y deuda y se utilice para determinado tipo de inversiones (por ejemplo infraestructura en lugar de clientelismo, campañas electoraleso gasto militar).
2. Reformular las prioridades del gasto público. Para controlar el déficit fiscal hay dos medidas principales: cobrar más impuestos o bajar el gasto. La administración Reagan favorecía el segundo enfoque y priorizaba ciertos tipos de gasto público, mientras que consideraba que otros debían eliminarse (subsidios indiscriminados, gastos superfluos en educación y salud –es decir todo aquello que no se oriente a asistir a los menos aventajados y pueda ser dejado en manos del mercado para que paguen por estos bienes y servicios quienes tengan capacidad-, e inversión pública entendida como empresas estatales que podrían ser privatizadas).
3. Reforma impositiva. Pese a lo dicho en el punto anterior, era necesario alterar la estructura impositiva existente con dos objetivos: ampliar la base imponible (eliminar exenciones injustificadas) y elevar algunas tasas.
4. Tasas de interés fijadas por el mercado. En la experiencia latinoamericana, las tasas de interés reguladas tendían a rezagarse en relación a la inflación, incentivando el endeudamiento y dificultando la operatoria financiera.
5. Tipos de cambio competitivos. Nuevamente, en la experiencia latinoamericana los tipos de interés fijos o regulados tendían a perjudicar la capacidad exportadora de los países. El equilibrio de la balanza de pagos debía alcanzarse por un crecimiento de las exportaciones en lugar de una sustitución de importanciones.
6. Apertura de la política comercial. Esto significa una liberalización de las importaciones para que compitan directamente con la industria nacional y la fuercen a adaptarse (con algunas excepciones justificables).
7. Promoción de la inversión extranjera directa. El “consenso” original no favorecía la liberalización indiscriminada de las finanzas; de hecho, no recomendaba apertura total a flujos de corto plazo, aunque sí incentivaba activamente la IED.
8. Privatizaciones.
9. Desregulación.
10. Derechos de propiedad y seguridad jurídica.

Como sostiene el refrán popular: “del dicho al hecho hay mucho trecho”; una cosa fue el consenso teórico y otra la forma en que cada país puso en práctica estas medidas o en que cada organismo internacional las asumió y buscó impulsarlas vía cláusulas de condicionalidad. En cuanto a las críticas, es cierto que el consenso no incluía una respuesta para todos los problemas importantes de las economías latinoamericanas (por ejemplo, la estabilización de la inflación o el desarrollo de sectores de población rezagados) y también es cierto que las políticas propuestas por Washington no siempre eran aplicadas de la misma manera en la economía norteamericana (acusación de doble estándar). Pero, por otra parte, la forma en que los gobiernos latinoamericanos las aplicaron generó problemas en cuanto a la secuencia y profundidad de los cambios, así como también a la negociación del suficiente respaldo político y social para estas medidas.[8]

El economista Joseph Stiglitz es una de las voces más destacadas de la corriente que sostiene que el Consenso, aplicado “a rajatabla” en un ambiente institucional débil, no contribuye a un funcionamiento más eficiente del mercado, sino quizás a todo lo contrario. Y sus efectos negativos impactan más fuertemente sober los segmentos más vulnerables de la población. De acuerdo con Stigltiz, los mercados eficientes requieren –además de esas 10 medidas- regulación fiscal, políticas de competencia, transmisión de tecnología, políticas de transparencia y lucha contra la corrupción, un correcto secuenciamiento de las medidas y la adaptación de la receta a la realidad de cada país. La experiencia del Sudeste Asiático, incluso después de la crisis del ’97, revela que el crecimiento puede alcanzarse por distintos medios, no necesariamente “apartando al Estado del camino”.

En las postrimerías de la década del ’90 comenzó a delinearse una lista de objetivos e instrumentos de política económica que debían incorporarse; aunque aún estamos lejos de hablar del surgimiento de un nuevo consenso:
· Control estricto de la inflación elevada pero tolerancia con una baja inflación controlada en un contexto de expansión o crecimiento.
· Analizar con cuidado la definición de “déficit óptmo” y poner el foco en la sustentabilidad (¿a qué gasto se está aplicando? ¿va a producir un retorno de la inversión en el futuro? ¿cómo se está financiando: deuda externa, interna o ambas? ¿qué puede pasar con las fuentes de financiamiento en el futuro y cómo se está preparando el país para estos cambios?). Diferenciar el déficit del presupuesto y el de la cuenta corriente.
· Morigerar los ciclos económicos y promover la estabilidad. Esto implica cierta regulación sobre los mercados financieros, en particular sobre los flujos globales de corto plazo (especulativos). Reformar el sistema financiero promoviendo la transparencia, seguridad, solidez, protegiendo a los consumidores y promoviendo el acceso de los menos favorecidos al capital. La clave está en la construcción del marco regulatorio adecuado.
· Combatir el desempleo.
· Estimular la competencia a través del libre comercio (progresivo, controlado y estratégico; seleccionando sectores competitivos e incentivando a los particulares y las empresas para prepararse y desempeñarse en dichos sectores), la privatización con adecuada estructura legal y controles, adaptando la estructura regulatoria y las políticas de competencia en sectores no tradicionales, utilizando eficientemente los recursos del gobierno para complementar los del mercado (proveer bienes públicos, atender a fallas de mercado).
· Mejorar la efectividad de los gobiernos, porque un gobierno efectivo es fundamental para lograr un desarrollo multi dimensional (educación, política ambiental, inversión en tecnología y participación social).


5. Indicadores y tendencias

El mapa económico global se ha modificado en gran medida debido a los factores previamente enumerados. La tradicional división del mundo capitalista en centro desarrollado y manufacturero, y periferia subdesarrollada y proveedora de materias primas ha perdido vigencia. Las principales características del nuevo mapa geo-económico serían[9]:

· Volatilidad en las tendencias agregadas de la economía global: si bien la segunda mitad del s. XX mostró un crecimiento sin igual del producto global, al graficarlo se observa que la curva de tendencia tiene la forma de una “montaña rusa” con grandes picos de crecimiento y momentos de profundas contracciones. Las décadas de los ’50 y ’60 (la era dorada) fueron tiempos de crecimiento sostenido aunque con grandes disparidades entre países y sectores dentro de un mismo país. De los ’70 en adelante, el comportamiento de la economía se volvió más errático. En los ’90 la volatilidad se aceleró aún más: rápido crecimiento hasta 1994, crisis en 1994-1995, se retoma el crecimiento en 1996, crisis en 1997-1998, fuerte crecimiento hasta el estallido de la burbuja de las punto.com en 2000. La siguiente década tiene un comportamiento bastante similar. Junto a la volatilidad, otro elemento importante es la interconexión: el crecimiento y la crisis se “contagian” de una región a otra a través de diferentes mecanismos.

· Cambio en el mapa económico en términos de producción y comercio: durante la mayor parte de la segunda mitad del s. XX, el crecimiento estuvo empujado por el sector manufacturero y el grueso de esta actividad (más del 80%) se encuentra concentrada en no más de 20 países en su mayoría desarrollados (excepto Brasil y China). Sin embargo, entre los ’50 y los ’90 la participación relativa de las economías desarrolladas en la producción manufacturera declinó en comparación con la de las economías en desarrolló (éstas partían desde una base muy limitada). El comercio de manufacturas también creció rápidamente y, a finales de la década del ’70, el total de las economías en desarrollo ya exportaban más valor por manufacturas que por materias primas (cambio en la antigua división del trabajo). La situación de los países en términos de producción y exportación de manufacturas no es simétrica: algunos grandes productores, como USA, no exportan en el mismo nivel, mientras que otros productores medianos, del Sudeste Asiático, son los principales exportadores. Estas diferencias se pueden apreciar en los resultados de las balanzas comerciales de los países. El comercio de manufacturas suele darse a nivel de regiones y, dentro de éstas, los países tienen una tendencia a comerciar más con sus vecinos que con el resto del mundo. Las dos principales regiones comerciales son la UE y Asia Pacífico. En cuanto a los servicios, éstos crecieron –en un primer momento- para acompañar el crecimiento del comercio de bienes (transporte, financiamiento, seguros, comercialización), pero luego adquirieron una dinámica propia. Los sectores de servicios representan una proporción cada vez mayor de las economías nacionales (más de 60% en países industrializados y más del 40% en los otros), aunque también varía en gran medida el tipo de servicio en relación al nivel medio de ingresos del país (calificados o no calificados). Si bien muchos servicios no son transables (por ejemplo los servicios personales o sociales), los que si lo son (telecomunicaciones, finanzas, management, publicidad, consultoría) han tenido un rápido crecimiento en su comercio. La exportación de servicios está mayormente concentrada en Norteamérica y la UE; en menor medida en Asia (tanto China como el resto de Asia Pacífico y la India). Si combinamos la producción y comercio de manufacturas y servicios, observamos una posición de liderazgo de la UE (con grandes disparidades a su interior) y USA, el surgimiento de países muy dinámicos en Asia (Japón, “tigres y dragones” y China), la debilidad relativa de las economías de América Latina, la irrelevancia de la mayoría de las economías africanas y el fortalecimiento de varias economías de Europa del Este y al ex URSS.

· Cambios en la dirección y magnitud de la inversión extranjera directa: la IED se ha incrementado en escala y complejidad. Hasta mediados de los ’80 había una relación clara entre IED y comercio, pero de allí en más la relación parece romperse. La IED ha crecido desproporcionadamente en relación al comercio y esto se explica por la expansión de las empresas transnacionales (comprar o establecer sucursales es una forma de IED) y el crecimiento del comercio intra-empresa (representa más de 1/3 del comercio internacional total)[10]. Los flujos de IED están mayormente controlados por países desarrollads (son los principales mercados de origen y destino de las inversiones); aunque cada vez más estas inversiones se dirigen a ciertos mercados en desarrollo. Además, algunas de estas economías (Cono Sur, China y Sudeste Asiático, Sudáfrica) se han convertido en importantes inversores en terceros mercados. Para algunas economías, la IED es responsable de más del 50% de su PBI (Irlanda, Países Bajos, Singapur, Malasia, Chile). En términos de sectores, la IED se dirige mayormente a sectores de alta tecnología, consumo masivo, electrodomésticos y vehículos, servicios financieros, servicios vinculados al comercio y telecomunicaciones.

· Surgimiento de nuevos niveles de relevancia económica, por encima y por debajo del Estado Nación: a nivel global o macro no ha perdido vigencia el concepto de tríada elaborado por Kenichi Ohmae en los ’70 y actualizado por Barbara Stallings y Lester Thurow en los ‘90. Norteamérica, Europa Occidental y el Sudeste asiático concentran más del 80% de la producción y las exportaciones manufactureras. Con la globalización, el nivel de concentración de la economía en estas tres regiones se ha incrementado. En el nivel micro o subnacional cobran importancia los clusters (concentración en una o varias localidades adyacentes de un gran número de empresas pertencientes al mismo sector económico o que se brindan servicios complementarios). Éstos suelen coincidir con las grandes urbes o con zonas que han sido desarrolladas a través de políticas específicas de incentivos (zonas francas en lugares alejados, maquiladoras en frontera). En el nivel intermedio encontramos los clusters y corredores que atraviesan las fronteras, en parte vinculados con procesos de liberalización económica regionales o de integración. Más allá de estos nuevos niveles de análisis que se agregan, el nivel nacional continúa siendo relevante. Los Estados y las empresas transnacionales conviven en una compleja relación de conflicto y cooperación a lo largo de distints ejes. Los Estados nación continúan proveyendo bienes útiles para las empresas: cultura, prácticas, instituciones, regulación (de la producción, el comercio y la inversión), promoción de sectores o actividades, desarrollo de bloques económicos regionales.

Castells complementa este análisis con otras variables[11]:

· Gestión integrada de capitales a través de mercados financieros operando en tiempo real: las nuevas tecnologías permiten el movimiento de capitales de corto plazo a través de las fronteras rápidamente. Las finanzas conforman una red interdependiente que, vía la interconexión de las monedas entre sí, enlazan a las economías nacionales. Los flujos de capitales se vuelven globales y, en cierto punto, se distancian de los resultados de la economía real.

· Bajo nivel de integración de los mercados laborales: excepto por un segmento mínimo de ejecutivos, profesionales y científicos, los mercados laborales continúan siendo nacionales. Las empresas transnacionales pueden promover esta integración a través de la relocalización de sus empleados y su rotación; también pueden demandar trabajo de otros países. En forma espontánea, los trabajadores también se mueven (por vías legales e ilegales), pero los Estados mantienen bastante restringido y controlado este flujo.

· Segmentación de la economía global: la integración de mercados y procesos no abarca a todos los países ni a todos los sectores dentro de éstos, sino que se trata de un proceso marcadamente excluyente. Gran parte de la sociedad global no trabaja en ni compra de la economía global. Países enteros o grandes segmentos poblacionales dentro de otros se están convirtiendo en irrelevantes en la nueva división internacional del trabajo y el consumo, motivo por el cual se encuentran socialmente excluidos. Profundizaremos más este tema cuando abordemos la cuestión del desarrollo.



Lecturas recomendadas

CFR's Global Governance Monitor // Finance

CASTELLS, Manuel (1998) The Information Age: Economy, Society and Culture. Vol. I. Blackwell Publishers. UK. Cap. “The Informational Economy and the Process of Globalization”.

DICKEN, Peter (2003) Global Shift. Transforming The World Economy. Sage Publications. London. Cap. 3 y 5.

FERRER, Aldo (2000) De Cristóbal Colón a Internet. América Latina y la Globalización. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.

STIGLITZ, Joseph (1998) “Más instrumentos y metas más amplias para el desarrollo. Hacia el consenso Post Washington” en Desarrollo Económico, vol. 38 Nº 151.

WILLIAMSON, John ed. (1990) Latin American Adjustment: How Much Has Happened? Institute for International Economics,U.S. Cap. “Introduction”.


[1] FERRER, Aldo (2000) De Cristóbal Colón a Internet. FCE. Buenos Aires. Pág. 14-15.
[2] CASTELLS, Manuel (1998) Op. Cit. Cap. “The Informational Economy and the Process of Globalization”. Pág. 66-67.
[3] CASTELLS define a la economía global como aquella con la capacidad de trabajar como una unidad en tiempo real en una escala planetaria. Ibíd. Pág. 92.
[4] CASTELLS, Manuel (1998) Op. Cit. Cap. “The Informational Economy and the Process of Globalization”. Pág. 66.
[5] La idea de la “competitividad” nacional es defendida por algunos autores (por ejemplo, Michael Porter) y atacada por otros (por ejemplo, Paul Kurgman) que sostienen que el comercio internacional no es una situación de suma cero, que por menos competitivo que sea un país no por eso desaparece como si fuera una empresa, y que la evidencia empírica no demuestra competencia de forma sostenida. Entre los defensores del concepto, algunos van más allá y hablan –por ejemplo- de la “marca país” o “nation branding”, el proceso pro el cual los gobiernos procuran mejorar la imagen y reputación de sus países optimizando su posicionamiento para atraer turismo, inversiones y nuevos negocios. TESLIK, Lee Hudon (2007) Nation Branding Explained. CFR. Para saber más sobre este concepto puede consultarse el Nation Brands Index, desarrollado por Simon Anholt y Global Market Insite (http://www.simonanholt.com/?gclid=CLPnyuGxxJoCFQVfFQodmgz-sA).
[6] Ibid. Pág.80 y siguientes.
[7] WILLIAMSON, John () Latin American Adjustment: How Much has Happened? Introduction.
[8] STIGLITZ, Joseph (1998) “Más instrumentos y metas más amplias para el desarrollo. Hacia el consenso Post Washington” en Desarrollo Económico, vol. 38 Nº 151.
[9] DICKEN, Peter (2002) Global Shift. Cap. 3 y 5. Sage Publications. London.
[10] Es importante tener en cuenta que no sólo influye en esto la existencia de empresas transnacionales sino también de lo que Reich denomina “la empresa red”, consistente en una compleja red de alianzas estratégicas, cooperación ad hoc por proyectos, uniones transitorias, redes de proveedores, etc. CASTELLS, Manuel (1998) Op. Cit. Cap. “The Informational Economy and the Process of Globalization”. Pág. 96.
[11] CASTELLS, Manuel (1998) Op. Cit. Cap. “The Informational Economy and the Process of Globalization”.

15/5/09

Cambio climático y seguridad - Conferencia UCA IV

Va la última nota de la serie con la intervención de Daniel Montamat, ex presidente de YPF y ex Sec. de Energía.

Daniel Montamat - Consumo energético y cambio climático

El cambio climático está ligado al consumo de energía y ambos al crecimiento poblacional (se estima que seremos 9.000 M para el año 2050).

¿Por qué crece el consumo energético?
  • Aumento de la población.
  • Aumento de la calidad de vida de la población (si, por ejemplo, India y China continúan elevando su PBI y su PBI per cápita, se dará un boom en la demanda de energía).

El actual patrón de consumo energético depende casi enteramente de los combustibles fósiles (81%), como el petróleo y el gas. Las energías alternativas aún no agregan masa crítica (se necesita un cambio tecnológico fundamental). Pero, la energía fósil tiene una importante restricción (no sólo las reservas se agotan): el impacto ambiental por la emisión de gases de efecto invernadero.

La emisión de CO2 se debe en un 80% al consumo de energía fósil y en un 20% a la deforestación. La industria y la generación de electricidad son los principales responsables por las emisiones. En realidad, todos somos un poco responsables, pero hay diferentes formas de medirlo. Por ejemplo, USA es el principal emisor per cápita, pero China es el principal emisor en términos absolutos.

Si no se hace nada y todos los patrones de consumo siguen igual, para el año 2050 se estima que la temperatura global aumentará en promedio entre 4º y 7ºC (catástrofe). Para que el incremento sea de apenas 2ºC se necesita un esfuerzo monumental de reducción de emisiones, casi el equivalente a una revolución energética. Entonces, para evitar la catástrofe es necesario reducir el consumo de energías fósiles a la mitad para 2050.

Hay 2 desafíos para el sector energético:

  • Desenergizar la economía: aumentar la productvidad del recurso energético en el producto final (bajar la tasa de intensidad energética). Esto se está dando, pero hay que acelerarlo.
  • Descarbonizar la energía: a través de diferentes medidas (secuestro de CO2 en la industria, en la generación eléctrica, mayor uso de energía nuclear y energías renovables), todas son difíciles a menos que haya un salto tecnológico.

La crisis económica mundial plantea una oportunidad: la respuesta no está en el proteccionismo ni en el "consumo bulímico", sino en la coordinación de políticas y los paquetes fiscales (gran parte de éstos está yendo a inversiones verdes, en USA, China, Corea del Sur, Francia y Alemania por ejemplo). No se trata de terminar con el capitalismo, sino de reformarlo para que internalice los costos ambientales.

Algunas propuestas:

  • eliminar los subsidios a la energía fósil en países en desarrollo.
  • elevar los impuestos al combustible en USA (valen la mitad que en Europa y los americanos consumen el doble de combustible que sus pares europeos).
  • lograr un nuevo acuerdo (Kyoto 2) con nuevas metas cuantitativas para todos.
  • crear impuestos a la emisión de CO2.

Recomienda: Stern Review (2006) The Economics of Climate Change.

Y para complementar las ideas de Montamat, también pueden consultarse algunos artículos recientes de Foreign Affairs: The New Population Bomb y The New Energy Order.

11/5/09

Cambio climático y seguridad - conferencia UCA III

EMBAJADOR RAUL ESTRADA OYUELA - USA frente al desafío del cambio climático

El Embajador retirado Estrada Oyuela fue el representante argentino para las negociaciones ambientales desde la década del '70 en adelante.

Él sostiene que la problemática ambiental siempre estuvo, de una u otra manera, vinculada a la seguridad. En los '60 y '70 el tema se discutía en relación a la revolución verde y sus consecuencias, ahora el eje cambió.

En el año 1992 se generaron grandes expectativas por una conjunción de acontecimientos: cae el muro de Berlín, se habla del fin de las ideologías, ilusión de los dividendos de la paz. Se realiza la Conferencia de Río en la que se supera la idea de que "cuidar el medioambiente es un lujo que los países en desarrollo no pueden darse". Ya el informe Bruntland había desarrollado el concepto de desarrollo sostenible (equidad entre generaciones, aunque no incorpora la equidad dentro de la misma generación) y responsabilidades compartidas pero diferenciadas. Los países en desarrollo ceden porque esperan obtener financiamiento a cambio de una industrialización "verde"; pero esto no ocurre. No se logran introducir prácticas que cambien los modelos de producción y consumo.

Con la Carta de Río y Agenda 21 se crean regímenes jurídicos específicos para distintas actividades. Con el paso del tiempo se convierte en una red dispersa e ingobernable (no hay comunicación entre regímenes) y hay luchas burocráticas (entre funcionarios nacionales e internacionales).

La crisis financiera, ¿es una nueva oportunidad? Analicemos el caso de USA. Con respecto al cambio climático, Bush tenía una política de negociación maliciosa. Obama hace anuncias contrarios y esto es auspicioso. Pero, ¿cómo cambian las modalidades de producción y consumo de USA rápidamente? Por ejemplo, el mercado automotor se inclina por autos chicos y Ford anunció que va a producir autos más chicos y eléctricos. La propuesta de Obama es reducir las emisiones de gases en un 15% para el 2020 (cumple la convención de cambio climático 20 años tarde). Se discute si conviene más un sistema de impuestos o de permisos. Estados Unidos necesita resolver su tema interno antes de adoptar compromisos internacionales.

G-20: el documento emitido en Abril es bastante vacío, se habla de una "recuperación inclusiva, ecológica y sustentable" aunque no especifica mayores detalles. Reafirman los objetivos de desarrollo del milenio (aunque ya se sepa que no son viables). Prometen financiamiento para una recuperación resiliente.

Y Argentina, ¿qué puede hacer? La clase política no está madura para adoptar una política ambiental. Ni siquiera está en las plataformas políticas. La Academia de las Ciencias del Ambiente hizo una propuesta y un llamado de alerta: todos nuestros ecosistemas muestran signos de deterioro. El gobierno carece de información y no logra evitar hechos que eran previsibles. Necesitamos desarrollar una política de mitigación de gases que sea razonable para un país en desarrollo.

Cambio climático y seguridad - conferencia UCA II

VIRGINIA GAMBA - Energía y Seguridad

Desde la década del '80 los problemas ecológicos eran considerados a nivel político doméstico y global; sin embargo, la óptica con que se los abordaba era exclusivamente científica. Actualmente el tema se ha popularizado (por acción de ONG's, OIG's, etc) y comienza a vincularse al concepto de seguridad humana (es una reinterpretación de la seguridad más multidimensional, más allá de la seguridad de Estado, considera la calidad de vida ambiental como un derecho del individuo). El cambio climático tiene relación con otras amenazas no tradicionales como la pobreza, la guerra civil, las enfermedades y los Estados fallidos.

En 2005, un Panel de Expertos reunidos por el Secretario General de Naciones Unidas realizó un relevamiento de los desafíos y amenazas para la seguridad global, incluyendo los temas de escasez energética y cambio climático. Reconocen la necesidad de buscar nuevas fuentes de energía renovables.

La "bioseguridad" (energía y alimentación) se convierte en uno de los principales temas de la agenda de seguridad y los argumentos se politizan. Los países del sur reclaman el derecho a desarrollarse y usar su energía, mientras que los países del norte no están de acuerdo por los costos globales que esto impondría, pero tampoco parecen dispuestos a ceder a las demandas del sur de mayor transferencia de tecnología y fondos de ayuda al desarrollo. El G-77 se opone a que los temas energéticos y ambientales se debatan en el seno del Consejo de Seguridad (adopta decisiones vinculantes) y busca mantenerlos en el ámbito de la Asamblea General y el Ecosoc.

Recomienda la lectura de "Energía Sur" (Declaración de la OEA en Panamá), el documento del G-20 en Londres (Abril 2009) y la Asamblea de la OTAN 2009 (cambia el concepto estratégico -de defensa colectiva a seguridad colectiva- e incorpora las ciberamenazas, la seguridad de la energía y el cambio climático). Todos estos documentos están preparando el terreno para la conferencia de Copenhaguen sobre cambio climático (Dic. 2009).

Ficha 14: NACIONES UNIDAS

La Organización de las Naciones Unidas es el centro donde se armonizan los esfuerzos internacionales tendientes a dar solución a los problemas globales que afronta toda la humanidad. Más de 30 organizaciones afiliadas, conocidas en su conjunto como el Sistema de Naciones Unidas, colaboran para estos propósitos: garantizar la paz y seguridad internacionales, promover el respeto de los derechos humanos, proteger el medio ambiente, luchar contra las enfermedades, promover el desarrollo económico y social, reducir la pobreza. Los organismos también cumplen funciones técnicas, como determinar las normas de seguridad y eficiencia del transporte aéreo, mejorar las telecomunicaciones, etc.

Veamos algunos datos básicos de la ONU:
· Fue establecida después de la 2º Guerra Mundial, el 24 de octubre de 1945 por los 51 Estados que firmaron la Carta de San Francisco. Su objetivo primordial era mantener la paz a través del establecimiento de mecanismos de cooperación y seguridad colectiva.
· Cuando los Estados se convierten en miembros convienen en aceptar las obligaciones de la Carta, que es un tratado internacional en el que se establecen los principios fundamentales de las relaciones internacionales. Actualmente la organización tiene 192 miembros (el último en adherirse fue Montenegro en 2006).
· De conformidad con la Carta, la ONU tiene 4 propósitos:. mantener la paz y la seguridad internacionales; fomentar entre las naciones relaciones de amistad; promover a solución de problemas internacionales a través de la cooperación; y promover el respeto de los derechos humanos y servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones.
· La ONU no es un gobierno mundial y no establece leyes. Su función principal reside en proporcionar los medios para encontrar soluciones a los conflictos o problemas internacionales y formular políticas sobre asuntos globales.
· Todos los Estados miembros, independientemetne de su tamaño, recursos y sistemas sociopolíticos, tienen voz y voto en el proceso.
· Cuenta con 6 órganos principales. La Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Secretaría General y la Corte Internacional de Justicia. Los 5 primeros tienen sede en Nueva York y el último en La Haya (Países Bajos).
· La actividad de la organización se financia con las contribuciones de los Estados miembros, que realizan una contribución ordinaria y otra extraordinaria (no todos) para el financiamiento de las OMP. El presupuesto 2009 asciende a 2.500 millones. Los tres mayores contribuyentes son USA con el 22%, Japón con el 17%, Alemania con el 8.5%. Las contribuciones de Canadá y China son prácticamente iguales (rondan el 3%), mientras que la de India es de apenas el 0.4% y la de la Federación Rusa del 1.2%.


2. Estados Miembros

Según lo establecido en el Art. 4, Cap. 2 de la Carta: "podrán ser Miembros todos los demás Estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la Organización, estén capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo. La admisión de tales Estados como Miembros (…) se efectuará por decisión de la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad”.

Entre 1945 y 2006 la cantidad de Estados miembros pasó de 51 a 192 (ver cuadro en la ficha Word).
Algunos de los Estados miembros sufrieron modificaciones a lo largo de la historia de la Organización:
- En 1958 Siria y Egipto se transformaron durante unos años en la República Árabe Unida.
- 1965-1966: Indonesia se retiró de la ONU y luego reasumió su participación.
- Yemen: en 1947 Yemen fue admitido como miembro y Yemen Democrático lo fue en 1967. En 1990 los dos países se fusionaron.
- Alemania: la República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana fueron admitidas como miembros en 1973. Se reunificaron en 1990.
- Yugoslavia: la República Federativa Socialista de Yugoslavia fue uno de los miembros originales. Posteriormente se fraccionó en los siguientes Estados: Bosnia y Herzegovina (1992), Croacia (1992), Eslovenia (1992), Macedonia (1993) y la República Federativa de Yugoslavia (2000) que en 2003 se denominó Serbia y Montenegro y finalmente se volvió a separar en 2006. Serbia quedó ocupando los lugares del Estado original y Montenegro ingresó como nuevo miembro.
- Checoslovaquia: fue miembro original. En 1992 dejó de existir y sus Estados sucesores fueron la República Checa y la República Eslovaca (ingresaron como miembros en 1993).


3. Los Órganos Principales de las Naciones Unidas

3.1. La Asamblea General (AG)
Todos los Estados miembros están representados en este "parlamento de naciones". Es un órgano deliberativo y representativo en el que se busca lograr consensos y fijar lineamientos para políticas. Se reúne en períodos de sesiones ordinarios (septiembre a diciembre) y extraordinarios. Incluso puede reunirse en sesiones de emergencia sobre asuntos de especial interés. Cada Estado tiene un voto. Las decisiones sobre cuestiones importantes (paz y seguridad, admisión de nuevos miembros, el presupuesto) se adoptan por mayoría de dos tercios. Otras cuestiones se deciden por mayoría simple. Las resoluciones y recomendaciones de la AG no son vinculantes pero constituyen una indicación importante de opinión mundial y representan la autoridad moral de la comunidad de naciones. Algunos hitos destacados en la historia de la AG son la adopción de la resolución “Unión Pro Paz” (1950 - la AG puede adoptar medidas si el Consejo de Seguridad no lo hiciera, a causa del voto negativo de un miembro permanente, en caso de amenaza a la paz), la Declaración del Milenio
[1] (2000, incluyendo los Objetivos de Desarrollo del Milenio) y el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 (compromisos para lograr la paz, la seguridad y el desarme, junto con el desarrollo y la erradicación de la pobreza; salvaguardar los derechos humanos y promover el estado de derecho; proteger el medio ambiente común; atender las necesidades especiales de África; y fortalecer las Naciones Unidas).

3.2. El Consejo de Seguridad (CS)
La Carta le asigna la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Por eso, puede reunirse en cualquier momento siempre que la paz se vea amenazada. Las resoluciones del CS constituyen decisiones vinculantes para todos los Estados miembros. Está integrado por 15 miembros, 5 permanentes designados por la Carta (China, Federación Rusa, Francia, Reino Unido y USA) y 10 no permanentes elegidos por la AG por un período de 2 años. La adopción de una decisión requiere 9 votos a favor. Excepto las cuestiones de procedimiento, no se puede adoptar una decisión si alguno de los miembros permanentes la veta.

Cuando el CS examina una amenaza a la paz, primero explora las posibilidades de solucionar la controversia por medios pacíficos. Puede recomendar principios para que se llegue a un acuerdo o iniciar una mediación. En los casos de beligerancia, procura el cese del fuego y puede enviar –con el consentimiento de los gobiernos de los Estados involucrados- una misión de mantenimiento de la paz (OMP)
[2] para que las partes mantengan la tregua, separar a las fuerzas beligerantes y garantizar el cumplimiento del acuerdo de paz. El CS también puede adoptar medidas para hacer que sus decisiones se cumplan: imponer sanciones económicas, ordenar un embargo de armamento, autorizar a los Estados miembros a emplear todos los medios necesarios, incluidas medidas militares colectivas, para hacer que sus decisiones se cumplan.[3]

El CS recomienda a la AG su candidato para el cargo de Secretario General y propone la admisión de nuevos miembros.

3.3. El Consejo Económico y Social (ECOSOC)
Se encuentra bajo la autoridad de la AG. Es foro central que coordina y examina las cuestiones internacionales de carácter económico y social y formula recomendaciones normativas, fomentando la cooperación internacional para el desarrollo. Está integrado por 54 miembros elegidos por la AG por períodos de 3 años. Se reúne a lo largo de todo el año. En julio celebra sesiones especiales incluyendo una reunión de alto nivel de ministros que examina importantes cuestiones económicas, sociales y de índole humanitaria. El ECOSOC posee órganos subsidiarios que se reúnen periódicamente y presentan informes. Por ejemplo, la Comisión de Derechos Humanos (que supervisa la observancia de los derechos humanos en todo el mundo) u otros abocados a cuestiones como el desarrollo social, la situación de la mujer, la evolución de la población, la prevención del delito, las drogas y el desarrollo sostenible. 5 comisiones regionales promueven el desarrollo económico y la cooperación en sus respectivas regiones geográficas (la CEPAL es una de ellas).

3.4. Consejo de Administración Fiduciaria (CAF)
Fue establecido para brindar supervisión internacional a 11 territorios en fideicomiso administrados por 7 Estados miembros y garantizar que se tomasen las medidas apropiadas para preparar a esos territorios para la autonomía o la independencia. Antes de 1994 todos los territorios habían alcanzado la independencia, ya sea como Estados autónomos o uniéndose a países vecinos independientes. El último en hacerlo fue Palau (Territorio de las Islas del Pacífico), que era administrado por USA. Tras haber completado su labor, ahora el CAF está integrado sólo por los 5 cinco miembros permanentes del CS y ha suspendido sus operaciones hasta que sea necesario.

3.5. Corte Internacional de Justicia (CIJ)

Es el principal órgano judicial de la ONU que dirime únicamente controversias judiciales (no políticas) entre Estados basándose en su participación voluntaria (admiten la jurisdicción de la CIJ). Está integrada por 15 magistrados elegidos conjuntamente por la AG y el CS. Si un Estado acepta someter su controversia a la CIJ, queda obligado a acatar su decisión. La CIJ también emite opiniones consultivas para la ONU y sus organismos especializados.

3.6. Secretaría General (SG)
Lleva a cabo la labor sustantiva y administrativa según le indican la AG, el CS y los demás órganos. Al frente de la SG está el Secretario General, quien proporciona orientación administrativa de carácter general y oficia de “vocero” de la organización. Actualmente es el Sr. Ban Ki-moon, de la República de Corea. La Secretaría consta de departamentos y oficinas, con una plantilla de aproximadamente 7.500 funcionarios prevista en el presupuesto ordinario, que proceden de unos 170 países.


4. El Sistema de Naciones Unidas

Son aquellos organismos especializados vinculados a la ONU por acuerdos de cooperación especiales. Son organismos autónomos, creados mediante acuerdos intergubernamentales con responsabilidades de amplio alcance a nivel internacional en las esferas económica, social, cultural, educativa, de salud y conexas. Algunos de ellos, son más antiguos que la propia organización.

· FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación): colabora en el mejoramiento de la productividad agrícola, la seguridad alimentaria y las condiciones de vida de las poblaciones rurales.
· FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola): moviliza recursos financieros para contribuir al aumento de la producción de alimentos y de los niveles de nutrición entre los pobres de los países en desarrollo.
· FMI (Fondo Monetario Internacional): facilita la cooperación monetaria internacional y la estabilidad financiera. Sirve de foro permanente para la celebración de consultas, el asesoramiento y la asistencia en cuestiones financieras.
· Grupo del Banco Mundial: proporciona préstamos y asistencia financiera y técnica a los países en desarrollo para reducir la pobreza y promover el crecimiento económico sostenible.
· OACI (Organización de Aviación Civil Internacional): establece las normas internacionales para la seguridad y la eficiencia del transporte aéreo y actúa de coordinadora de la cooperación internacional en todas las esferas de la aviación civil.
· OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica): trabaja en pro de los usos seguros y pacíficos de la energía atómica.
· OIT (Organización Internacional del Trabajo): formula políticas y programas para mejorar las condiciones de trabajo y las oportunidades de empleo y establece normas de trabajo aplicadas en todo el mundo.
· OMI (Organización Marítima Internacional): promueve el mejoramiento de los procedimientos navieros internacionales, las normas de seguridad marítima y la reducción de la contaminación marina causada por barcos.
· OMM (Organización Meteorológica Mundial): promueve la investigación científica sobre la atmósfera y el cambio climático y facilita el intercambio mundial de datos meteorológicos.
· OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual): promueve la protección internacional de la propiedad intelectual y fomenta la cooperación en materia de derechos de autor, marcas comerciales, diseños industriales y patentes.
· OMS (Organización Mundial de la Salud): coordina programas encaminados a solucionar problemas sanitarios y a lograr los más altos niveles de salud posibles para todos los pueblos. Entre otras cosas, se ocupa de la inmunización, la educación sanitaria, el suministro de medicamentos esenciales y la coordinación ante epidemias o pandemias.
· OMT (Organización Mundial del Turismo): foro mundial para cuestiones relativas a las políticas del turismo y fuente práctica de conocimientos sobre el turismo.
· ONUDI (Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial): promueve el adelanto industrial de los países en desarrollo mediante asistencia técnica, servicios de asesoramiento y capacitación.
· UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones): promueve la cooperación internacional para el mejoramiento de las telecomunicaciones, coordina el uso de frecuencias de radio y televisión, promueve medidas de seguridad y realiza investigaciones.
· UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura): promueve la educación para todos, el desarrollo cultural, la protección del patrimonio natural y cultural del mundo, la cooperación científica internacional, la libertad de prensa y las comunicaciones.
· UPU (Unión Postal Universal): establece normas internacionales para los servicios postales, proporciona asistencia técnica y promueve la cooperación en asuntos postales.

Además existen varias oficinas, programas y fondos, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que trabajan en temas vinculados a condiciones económicas y sociales y presentan informes a la AG o al ECOSOC.

Todas estas organizaciones cuentan con sus propios órganos rectores, presupuestos y secretarías. Junto con la ONU, se conocen como el Sistema de Naciones Unidas, y en conjunto prestan asistencia técnica y otras formas de ayuda en prácticamente todas las esferas económicas y sociales.

Por otra parte, también existen organizaciones intergubernamentales e instituciones de otra índole que han recibido una invitación permanente para participar en calidad de observadores en las sesiones y trabajos de la AG y que mantienen oficinas permanentes de observación en la Sede de la ONU:
· Unión Africana
· Organización Consultiva Jurídica Asiático-Africana
· Comunidad del Caribe
· Sistema de la Integración Centroamericana
· Secretaría del Commonwealth
· UE
· Interpol
· Organización Internacional para las Migraciones
· Organización Internacional de la Francofonía
· Autoridad Internacional de los Fondos Marinos
· Tribunal Internacional del Derecho del Mar
· Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos
· Liga de los Estados Árabes
· Organización de la Conferencia Islámica
· Asociados para la Población y el Desarrollo
· Comité Internacional de la Cruz Roja
· Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
· Unión Interparlamentaria
· Orden Soberana y Militar de Malta


5. Desempeño en temas de paz y seguridad

El propósito principal de las Naciones Unidas es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. De conformidad con la Carta, los Estados miembros convienen en arreglar las controversias por medios pacíficos y abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza.

A lo largo de los años, la ONU ha contribuido a aplacar crisis internacionales y solucionar conflictos prolongados, con mayor o menor éxito, desarrollando complejas operaciones de establecimiento y de mantenimiento de la paz y de asistencia humanitaria. Ha trabajado para evitar que surgieran conflictos y después de cada conflicto se ha involucrado para adoptar medidas que enfrenten las causas profundas de los mismos y sienten las bases de una paz duradera.

Frente a un conflicto, el CS puede recomendar maneras de ponerle freno, restablecer la paz y garantizar su continuidad, por ejemplo, mediante la negociación o recurriendo a la CIJ. El Secretario General desempeña un papel importante en este tema.
· Imposición de la paz: frente a una situación de conflicto inter o intraestatal, el CS puede determinar que constituye una amenaza a la paz o seguridad internacionales y ante la imposibilidad de lograr un acuerdo con las partes en conflicto (por ejemplo, en caso que no haya un gobierno legítimo que actúe de interlocutor), puede decidir utilizar la fuerza para imponer la paz a través de una operación multinacional que toma partido y utiliza las armas de manera ofensiva para poner fin a las hostilidades. Ejemplos de esto fueron la autorización para “Tormenta del Desierto” (1990, para repeler la invasión de Irak a Kuwait) o el reestablecimiento del gobierno de Haití en 1994.
· Mantenimiento de la paz: en una situación de conflicto en que las partes hayan logrado un cese del fuego, pueden solicitar o aceptar la ayuda del CS para mantenerlo y avanzar en la negociación de un acuerdo de paz. En este caso se trata de una OMP que establece el CS, determina su alcance y mandato. Pueden durar unos meses o proseguir durante muchos años. En la mayoría de las OMP se incluyen tareas militares (observación de una cesación del fuego, establecimiento de una zona tapón mientras los negociadores procuran una solución a largo plazo), pero también puede ser necesario que participe la policía civil o personal civil para ayudar a organizar elecciones o vigilar los derechos humanos. En ocasiones se han desplegado operaciones para supervisar el cumplimiento de acuerdos de paz en colaboración con fuerzas de organizaciones regionales. Desde que en 1948 se desplegó por primera vez un contingente de MP, 130 países han proporcionado voluntariamente más de 1M de efectivos militares y policías civiles que han prestado servicio en unas 60 OMP. En febrero de 2005, 103 países aportaban casi 67.000 efectivos uniformados, una cifra récord. Algunos ejemplos son la MONUC (1999, vigila el acuerdo entre RDC y otros 5 Estados), UNMOGIP (1949, observadores en la frontera entre India y Pakistán con relación al conflicto de Cachemira), UNFICYP (1964, vigila el cese del fuego entre Grecia y Turquía en Chipre).
· Construcción / consolidación de la paz: cada vez con mayor frecuencia, la ONU lleva a cabo actividades para abordar las causas subyacentes de los conflictos de manera comprehensiva (más allá de lo militar). Una vez que el acuerdo de paz está establecido, es necesario continuar trabajando con un horizonte de largo plazo para evitar un retroceso. Actividades como la asistencia para el desarrollo, el reestablecimiento de la ley y las instituciones, la realización de elecciones, la provisión de servicios públicos, la creación de tribunales de justicia o comisiones de reconciliación y paz son aspectos coadyuvantes. Se trata de misiones más amplias y complejas, en colaboración con el Sistema de Naciones Unidas, países donantes, gobiernos anfitriones y ONG’s. Algunos ejemplos son la UNMIK (Misión de Administración Provisional para Kosovo establecida en 1999 en paralelo a la operación militar de la OTAN), la UNMIT (2006, para apoyar a las autoridades de Timor Leste en consolidar la estabilidad, fomentar una cultura de gobernanza democrática y facilitar el diálogo político para poner en marcha un proceso de reconciliación nacional y promover la cohesión social).

Dentro del mantenimiento de la paz, un tema fundamental desde finales de la 2º Guerra fue detener la proliferación de armas y, a la largam eliminar todas las armas de destrucción masiva. La ONU ha sido un foro permanente para las negociaciones sobre desarme y ha hecho recomendaciones e iniciado estudios al respecto. Estas negociaciones han dado lugar a acuerdos como el TNP (1968), el Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares (1996) y los tratados que establecen zonas libres de armas nucleares. En otros tratados se prohíbe el desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas químicas (1992) y de armas bacteriológicas (1972), se prohíben las armas nucleares en los fondos marinos y oceánicos (1971) y en el espacio ultraterrestre (1967), y se prohíben o restringen otros tipos de armas. La ONU también apoya las gestiones tendientes a prevenir, combatir y erradicar el tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras, y a todos aquellos mecanismos que contribuyen a promover una mayor transparencia en asuntos militares.


6. Desempeño en temas de justicia, DDHH y derecho internacional

Como resultado de las gestiones emprendidas por la ONU, los gobiernos han concertado muchos acuerdos multilaterales en temas de justicia, DDHH y otros aspectos del derecho internacional. Este amplio corpus normativo, constituye uno de los mayores logros de la organización.

6.1. DDHH
La Declaración Universal de Derechos Humanos fue proclamada por la AG en 1948. En ella se establecen los derechos y las libertades fundamentales para todos los hombres y mujeres (a la vida, la libertad, la nacionalidad, la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, el derecho a trabajar, recibir educación, tener alimento y vivienda y participar en el gobierno). Esos derechos son jurídicamente vinculantes en virtud de dos pactos internacionales en los cuales son parte la mayoría de los Estados. Uno de ellos se refiere a los derechos económicos, sociales y culturales, y el otro, a los derechos civiles y políticos. Junto con la Declaración, dichos pactos constituyen la Carta Internacional de Derechos Humanos, sentando las bases para la formulación de más de 80 convenciones y declaraciones, por ejemplo:
· para la eliminación de la discriminación racial y la discriminación contra la mujer,
· derechos del niño,
· contra la tortura y otros tratos o penas crueles o degradantes,
· la situación de los refugiados,
· la prevención y el castigo del delito de genocidio,
· declaraciones sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas o lingüísticas,
· el derecho al desarrollo, y
· los derechos de los defensores de los derechos humanos.

La labor de fijación de normas está bastante avanzada, motivo por el cual la organización se focaliza en la aplicación de la legislación vigente.

6.2. Derecho Internacional
En la Carta se dispone expresamente que la ONU debe impulsar el desarrollo progresivo del derecho internacional y su codificación. Hay más de 500 convenciones, tratados y normas emanados de esta labor que tratan temas de paz y seguridad, desarrollo económico y social. Los Estados que los ratifican quedan vinculados jurídicamente. Algunas de las actividades y acuerdos más importantes son:
· Comisión de Derecho Internacional: prepara proyectos relacionados con este derecho, que pueden ser incorporados a las convenciones y abiertos para su ratificación por los Estados.
· La ONU ha llevado la iniciativa en el desarrollo del derecho internacional en materia de medio ambiente. En febrero de 2005 entró en vigor el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, que aborda el problema de las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático.
· La Convención sobre el Derecho del Mar, tiene por objetivo delimitar los distintos espacios martímos, lograr el acceso de todos los países, en condiciones de igualdad, a las riquezas de los océanos, proteger a éstos de la contaminación y facilitar la libertad de navegación e investigación.
· La Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes constituye el tratado internacional básico contra el tráfico de drogas.
· La organización también ha dado pasos para crear un marco jurídico contra el terrorismo. Se han negociado más de una docena de convenios mundiales sobre esta cuestión. Después del 11 de septiembre, el Consejo de Seguridad aprobó una resolución de amplio alcance contra el terrorismo, con arreglo a lo dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas.

6.3. Justicia
Las violaciones generalizadas del derecho humanitario cometidas durante el conflicto en la ex Yugoslavia llevaron al CS a establecer en 1993 un Tribunal Internacional para el enjuiciamiento de las personas acusadas de haber cometido crímenes de guerra en ese conflicto. En 1994, el CS creó otro tribunal semejante para investigar las acusaciones de genocidio en Rwanda. Los tribunales han declarado culpables a varios acusados y los han enviado a la cárcel. En 1998, el Tribunal para Rwanda emitió el primer veredicto de la historia de un tribunal internacional en relación con el crimen de genocidio, así como la primera sentencia por ese crimen.

En 1998, cuando los gobiernos acordaron establecer la Corte Penal Internacional, se logró la creación de un mecanismo internacional permanente que impusiera la rendición de cuentas respecto de las violaciones masivas de los derechos humanos. La Corte, cuyo Estatuto entró en vigor en 2002, constituye un mecanismo para penalizar a los autores de genocidio y otros crímenes contra la humanidad. En marzo de 2005, debido a las violaciones generalizadas de los derechos humanos, el CS remitió la situación en la región de Darfur en el Sudán al Fiscal de la Corte Penal Internacional que recientemente ordenó la detención del presidente sudanés.

Las Naciones Unidas han contribuido también a la elaboración de diversas convenciones relacionadas con el derecho internacional humanitario, como, por ejemplo, la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, y la Convención sobre las armas inhumanas, de 1980 (relativa al uso de armas excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados).


7. Desempeño en temas de asistencia humanitaria

Los desastres o situaciones que requieran asistencia humanitaria son múltiples e imprevistos: inundaciones, sequías, terremotos o conflictos que ocasionan pérdidas de vidas, desplazamiento de poblaciones, imposibilidad de las comunidades para mantenerse y grandes sufrimientos. Ante tales desastres, el Sistema de Naciones Unidas proporciona alimentos, albergue, medicamentos y apoyo logístico a las víctimas. La Oficina está a cargo del Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, que también desempeña el cargo de Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios.

La ONU coordina las actividades de asistencia humanitaria en situaciones de crisis por medio de un comité constituido por todos los órganos humanitarios principales, que preside el Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas. Entre los miembros se encuentran UNICEF, PNUD, PMA y ACNUR. Asimismo, están representadas otras organizaciones y las principales ONG y organizaciones humanitarias intergubernamentales (Cruz Roja y Media Luna Roja).


8. Desempeño en temas de desarrollo


Uno de los mandatos principales de la organización es la promoción de un mejor nivel de vida, empleo para todos y condiciones propicias para el adelanto económico y social. El Sistema de Naciones Unidas llega a dedicar el 70% de su labor al trabajo para el desarrollo. El principio rector de esas actividades es que la erradicación de la pobreza y el aumento del bienestar de la población son medidas necesarias para crear las condiciones que permitan lograr una paz duradera en todo el mundo.

La ONU puede contribuir efectivamente a promover el desarrollo porque cuenta con presencia en todo el mundo, el amplio alcance de su mandato abarca las necesidades sociales, económicas y de emergencia, no representa un interés nacional o comercial determinado y todos los países están representados en la adopción de las principales decisiones políticas.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el principal organismo que provee financiamiento y asistencia técnica para el desarrollo humano sostenible en todo el mundo y coordina el relevamiento de los niveles de desarrollo (IDH) y el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM)
[4].

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es la principal organización que se ocupa de la supervivencia, la protección y el desarrollo de los niños a largo plazo. Sus programas se centran en la inmunización, la atención primaria de la salud, la nutrición y la educación básica.

Otros programas de la ONU promueven distintas dimensiones del desarrollo en colaboración con gobiernos y ONG’s: el Programa Mundial de Alimentos (PMA) es la mayor organización internacional que presta ayuda alimentaria en casos de emergencia y para programas de desarrollo; el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) presta asistencia respecto de cuestiones de población; el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) promueve prácticas ecológicas racionales en todo el mundo, y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU Hábitat) presta asistencia a las personas que viven en situaciones de precariedad que ponen en riesgo su salud.

A fin de aumentar la participación de los países en desarrollo en la economía mundial, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) promueve el comercio internacional. La UNCTAD colabora con la OMC, en la prestación de asistencia para las exportaciones de los países en desarrollo.


9. La reforma de la ONU

En el año 2000, los miembros de la ONU celebraron el 60º aniversario de la Organización y adoptaron la Declaración del Milenio, contemplando objetivos medibles en todas las esferas de actividad de la ONU. En septiembre de 2005, la comunidad internacional se reunió en una 2º cumbre de alto nivel para garantizar que se cumplieran esos objetivos. A tal fin, el Secretario General presentó un conjunto de recomendaciones en un documento titulado "Un concepto más amplio de la libertad"
[5].

En este trabajo, el SG exhorta a que se adopten medidas concretas en las esferas de desarrollo, seguridad y derechos humanos, pero también propone reformas a las instituciones internacionales, incluida la ONU, para lograr dichas metas.

El documento comienza pasando revista a los desafíos que enfrenta la comunidad internacional. Repasa lo acordado en la Declaración del Milenio (se afirmó la capacidad de lograr progresos apreciables en las esferas de paz, seguridad, desarme, derechos humanos, democracia y buen gobierno, para lo cual se fijaron objetivos de mejora medibles con un horizonte temporal -2015- y se creó una alianza mundial para el desarrollo) y actualiza los acuerdos a la luz de los sucesos de 2001 en adelante. El SG afirma que “las nuevas circunstancias exigen revitalizar el consenso sobre los desafíos y las prioridades fundamentales y emprender una acción colectiva sobre la base de ese consenso” y enumera:
· Los Estados más poderosos se sienten vulnerables frente al terrorismo, pero no han logrado un acuerdo entre ellos para combatirlo.
· Se ha tomado conciencia que el desequilibrio de poder que hay en el mundo es en sí mismo una fuente de inestabilidad.
· Más de 40 países han sufrido los efectos de conflictos violentos: aumentó el número de personas desplazadas (25 M, casi un tercio están fuera del alcance de la asistencia de la ONU) y refugiadas (11 a 12 M) que en algunos casos han sido víctimas de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
· Muchos países están gravemente afectados por el VIH/SIDA, que ha causado la muerte de más de 20 M de personas, mientras que el número de infectados se ha disparado a más de 40 M.
· Los acontecimientos recientes (la guerra en Irak) han erosionado la confianza pública en la propia institución de la ONU.
· El logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio sigue distante.

A modo de diagnóstico sostiene que el desarrollo, la seguridad y los DDHH son indispensables y se fortalecen recíprocamente. Esta relación se viene reforzando en el mundo globalizado y, si bien no puede decirse que la pobreza y la negación de los DDHH sean la causa de las guerras civiles, el terrorismo y la delincuencia organizada, sí incrementan el peligro de la inestabilidad y la violencia. De esta forma, desarrollo, DDHH y seguridad están inextricablemente ligados.

La acción multilateral es considerada prioritaria para el logro de estos objetivos, ya que las amenazas y desafíos están interconectados. La cooperación se traduce en coordinación de políticas a nivel de los Estados y con otros actores (sociedad civil, sector privado e instituciones intergubernamentales).

La ampliación del concepto de libertad que propone el SG tiene diferentes dimensiones:
· Libertad para vivir sin miseria: a la reducción de la pobreza extrema ya lograda debe sumarse una mejora generalizada de la distribución y una elevación de los niveles de vida. Las crisis económico financieras (que se contagian de una economía a otra) son un grave obstáculo. En un mundo interconectado no es sostenible que haya 1.000 M de personas que viven con menos de US$ 1 al día o que aún no logre reducirse sustancialmente la mortalidad materna e infantil. La combinación sin precedentes de recursos y tecnologías permitirían dar el salto, siempre que exista voluntad política para dar cumplimiento, entre otros, al 8º ODM (crear una alianza mundial para el desarrollo y comprometer el 0.7% del PBI de los países desarrollados a este fin, condonar la deuda de los países pobres más endeudados, abrir más el comercio a los países en desarrollo) y para garantizar que el progreso no se haga a expensas de la sostenibilidad medioambiental.
· Libertad para vivir en dignidad: la declaración del Milenio también incluyó un compromiso con la promoción de la democracia, el imperio de la ley y el respeto a los DDHH (son fines en sí mismos y son medios para gozar de un mundo con justicia, oportunidad y estabilidad). Para avanzar en este sentido se identifica la necesidad de fortalecer a los mecanismos de ONU que velan por el cumplimiento de las normas de DDHH, que le den facultades para actuar claramente en caso que los Estados incumplan su responsabilidad de proteger, fortalecer a las Cortes Internacionales (Penal y de Justicia), mejorar la coordinación para promover una mayor calidad democrática a través de los diferentes programas y acciones de la ONU.

Los principios y propósitos de la ONU de 1945 siguen siendo válidos y pertinentes, pero la práctica y la organización deben adaptarse a los nuevos desafíos y necesidades. Ya en la Declaración del Milenio se reconoció la necesidad de aggiornar sus estructuras internas y su cultura organizacional para que se convierta en un instrumento más eficaz. Existen propuestas específicas para modernizar cada uno de los órganos principales:
· AG: desempeña un papel central como órgano deliberante, normativo y representativo de la ONU, pero ha sufrido una importante pérdida de prestigio asociada a una percepción de ineficacia. La AG debe racionalizar sus procedimientos y estructuras para agilizar y simplificar el trabajo en comisiones y la deliberación, fortaleciendo el papel y la autoridad de su Presidente. Hay temas fundamentales de la actualidad que la AG no está logrando darles un cierre, como las migraciones internacionales y el convenio general sobre el terrorismo. También debería colaborar más con la sociedad civil. Gran parte de esto depende del compromiso que asuman los Estados a través de las directivas que le dan a sus representantes.
· Consejos: al fundarse la ONU se crearon 3 consejos con competencias separadas (CS, ECOSOC y CAF). Con el tiempo, la distribución de funciones se fue erosionando y se hace necesario replantearla para que efectivamente hay 3 órganos y que cada uno se ocupe respectivamente de: paz y seguridad, cuestiones económicas y sociales, y promoción de los DDHH. El CS y ECOSOC necesitan ser fortalecidos, mientras que el CAF debería ser reformulado desde la base para potenciar el actual mecanismo de derechos humanos.

9.1. Propuesta de reforma del CS
El CS necesita mejorar su representatividad incorporando a la toma de decisiones una mayor participación de los principales contribuyentes (financieros, militareas o diplomáticos) y de países representativos del mundo en desarrollo, cuidando de no perder la capacidad ejecutiva y decisoria del órgano. Además, las reformas deberían hacer del CS un órgano más democrático y más responsable de su actuación. El documento del SG propone dos modelos de reforma (ver documento).

9.2. Reforma de los otros consejos
El ECOSOC requiere de una estructura nueva y más flexible, sin limitarse necesariamente al actual calendario anual de “series de sesiones” y “períodos de sesiones sustantivos”. Además, necesita un mecanismo intergubernamental eficaz, eficiente y representativo para fomentar la participación de sus contrapartes en las instituciones que se ocupan de las finanzas y el comercio.

La disminución de la credibilidad y el profesionalismo de la Comisión de Derechos Humanos ha menoscabado progresivamente su capacidad, en particular debido a la membresía de ciertos Estados que no se destacan en materia de respeto a los DDHH. El déficit de credibilidad empaña la reputación de otros órganos de la ONU. Para que la organización le asigne a la causa de los DDHH la misma importancia que a seguridad y desarrollo (recordemos que los tres temas están relacionados), la Comisión debería ser reemplazada por un Consejo de Derechos Humanos, permanente y con una composición más reducida. Podría ser tanto un órgano subsidiario como uno principal, pero sus miembros deberían ser elegidos directamente por la AG por el voto de una mayoría de 2/3. La creación del Consejo situaría a los derechos humanos en una posición de mayor relevancia, acorde a la primacía que les da la carta.


Lecturas recomendadas

Página principal de las Naciones Unidas, disponible en:
http://www.un.org/spanish/

Informe del Secretario General de las Naciones Unidas: Un concepto más amplio de la libertad: desarrollo, seguridad y derechos humanos para todos, disponible en:
www.un.org/spanish/largerfreedom


[1] http://www.un.org/spanish/aboutun/organs/ga/63/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/60/1&lang=E
[2] La expresión “mantenimiento de la paz” no figura en la Carta y no es fácil de definir. Dag Hammarskjöld, el segundo Secretario General, decía que quedaba comprendido en el “capítulo seis y medio”, es decir, entre los métodos habituales para el arreglo de controversias por medios pacíficos, como la negociación y la mediación, con arreglo al Capítulo VI, y la acción más enérgica autorizada en virtud del Capítulo VII. Se hacen con el consentimiento de las partes e implican el uso de la fuerza pero sólo para propósitos defensivos (los cascos azules no utilizan las armas de manera ofensiva), los miembros de la OMP no toman partido por las partes en conflicto.
[3] De acuerdo con la Carta, la ONU debería contar con sus propias fuerzas puestas a disposición por los países. Dado que estos acuerdos nunca se concretaron, la organización recluta efectivos para cada operación a partir de las fuerzas y recursos que los países ofrecen.
[4] Trataremos este tema en profundidad en la ficha de Desarrollo.
[5] El informe completo puede consultarse en www.un.org/spanish/largerfreedom

FICHA 13: Estados fallidos


1. Introducción al tema.

En esta Ficha abordaremos el tema de los Estados fallidos, la debilidad institucional y la corrupción desde la perspectiva de que pueden constituirse en amenazas a la seguridad global, interactuando con las otras amenazas vistas en fichas anteriores.

En cuanto a los Estados fallidos, tras conceptualizarlos, analizaremos sus causas, características y consecuencias, presentaremos uno de los instrumentos de medición (el Índice de Estados Fallidos) y ofreceremos una perspectiva crítica sobre este concepto y sus consecuencias en materia de políticas.


2. Aproximación al concepto de Estado fallido.

Desde que el Estado Nación surge como tal ha habido diferentes clases de Estado en cuanto a su homogeneidad social, su integridad territorial, la ausencia de disputas a su interior y la capacidad de los gobiernos de turno para solucionar los problemas y satisfacer las necesidades de su población. Durante la Guerra Fría se dieron casos de falla estatal, pero no fueron considerados una amenaza a la seguridad global por las superpotencias.
[1] A principios de los ’90, los casos de falla o colapso estatal se enfocaron desde la óptica de las crisis humanitarias y se los asistió a través de ONG’s de desarrollo, derechos humanos y la participación de organismos y organizaciones internacionales (PNUD, UNICEF, etc). Se dieron algunas intervenciones militares (multilaterales) en Somalía, Haití, Bosnia y posteriormente Kosovo.

Sin embargo, con la Tercera Ola de la Democratización algo cambió. La forma en que los gobiernos se organizan tiende a responder –al menos en lo formal- a los cánones republicanos y democráticos. La fortaleza de sus instituciones (como la división de poderes, el rule of law, la seguridad jurídica, la transparencia de las elecciones, el respeto a los derechos humanos, etc) se han convertido en estándares de mínima que diversos actores de la comunidad internacional monitorean y publicitan (ONG’s, Organizaciones Regionales o Internacionales). Y los temas de calidad institucional han comenzado a vincularse con los estudios de seguridad.

Ahora bien, entre un Estado sólido en todas las dimensiones mencionadas y con un relativo buen desempeño socioeconómico, y un Estado destruido (como por ejemplo la ex Yugoslavia cuando estaba en proceso de desintegración, o Haití en medio de la guerra civil) existe un continuo de situaciones que reflejan diferentes niveles de fortaleza, debilidad y viabilidad de los Estados. Algunas de las debilidades –por ejemplo las vinculadas a la pérdida de control del territorio, los conflictos internos o niveles flagrantes de corrupción- son susceptibles de interactuar con amenazas a la seguridad como el crimen organizado, el terrorismo, la proliferación de armas, etc. Por esta vía podemos afirmar que los Estados con determinados niveles de debilidad pueden constituirse en amenazas a la seguridad regional y global.

Por otro lado, y a partir del reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del “deber de proteger del Estado” y de la capacidad de los conflictos internos de desbordar las fronteras, un Estado débil en términos de violación a los derechos humanos, incapacidad de proveer los medios de subsistencia básica a su población (situaciones de crisis humanitaria) o envuelto en enfrentamientos étnicos o religiosos, estaría incumplimiendo su deber de proteger y sería susceptible de atención por parte de la comunidad internacional.

En la década del ’90, asociado al replanteo de la autonomía de los Estados sobre sus asuntos internos, comenzó a elaborarse un concepto teórico no exento de implicancias prácticas. Hacemos referencia al término “Estado fallido”.


3. Definición de Estado fallido

La categoría de Estado fallido se ha convertido en un elemento habitual del lenguaje estratégico y tiene infinidad de definiciones. Según el Fondo por la Paz y la Revista Foreign Policy: “un país que fracasa es aquel en el que el gobierno no tiene el control real de su territorio, no está considerado como legítimo por una parte importante de la población, no ofrece seguridad interna o servicios públicos esenciales a sus ciudadanos y no tiene el monopolio del uso de la fuerza. (…) Un Estado en vías de fracaso puede padecer violencia o simplemente ser propenso a ésta”.

Los Estados existen para proveer bienes políticos a sus ciudadanos, tales como seguridad, educación, servicios de salud, oportunidades y desarrollo económico, cuidado ambiental, un marco legal de orden y un sistema judicial que lo administre, y necesidades de infraestructura fundamentales. Entonces, “los Estados fallan cuando no pueden satisfacer las demandas de bienes políticos positivos a su gente por más tiempo. Sus gobiernos pierden legitimidad (…) y el Estado Nación mismo se vuelve ilegítimo para sus ciudadanos”.
[2]

De las definiciones anteriores surgen una serie de características importantes:
La falla del Estado no se produce de un día para el otro, es un proceso de debilitamiento que transcurre en el tiempo y no necesariamente desemboca en la falla o colapso. Hay docenas de Estados con diferentes niveles de debilidad en el mundo y no necesariamente desembocarán en Estados fallidos, pero es una posibilidad latente.
El Estado fallido está dividido internamente, no hay Estado fallido sin tensiones inter-comunales / étnicas / lingüísticas, etc. Esto no quiere decir que todo Estado multiétnico o multicultural está condenado a la falla ni que solamente por no ser capaces de tender puentes e integrar diferentes comunidades el Estado va a fallar, pero es un factor de alerta.
El nivel de violencia interna no define al Estado fallido, pero es un componente que está presente. Los Estados fallidos suelen albergar constantes conflictos entre las comunidades que lo integran (étnicas, religiosas, lingüísticas, culturales, etc.), por diversidad de intereses, falta de armonía interna, grandes diferencias económicas, etc. La intensidad de la violencia no los define, sino el carácter duradero de la violencia contra el régimen y el nivel de las reivindicaciones políticas o geográficas por compartir el poder o la autonomía que racionalizan o justifican esa violencia.
Una característica importante, aunque no definitoria, es que los Estados fallidos no tienen control sobre sus fronteras y han perdido incluso el control sobre zonas de su territorio (el gobierno domina solamente la ciudad capital y zonas específicas).
Sus instituciones son débiles y defectuosas. Por lo general funciona el poder ejecutivo, las funciones legislativas están anuladas, el poder judicial está subyugado y los ciudadanos no confían en la ley ni la justicia. Las instituciones militares se mantienen pero están politizadas.
Son incapaces de brindar seguridad a sus ciudadanos, que buscan protección en “señores de la guerra” locales que expresan solidaridad étnica o constituyen nuevos clanes, fortalecidos ante el desmoronamiento del orden anterior.
Las poblaciones desprotegidas pierden sus bienes, recursos y medios de subsistencia, quedándose sin ingresos y viéndose forzadas a desplazarse o migrar. Se convierten en refugiados, a merced de quien les de alimentos y un motivo para continuar viviendo.
La violencia criminal está en expansión a partir de la debilidad y desaparición de la autoridad estatal. El gobierno puede criminalizarse y oprimir a sus ciudadanos. En paralelo, la ilegalidad se vuelve evidente: bandas y organizaciones criminales asumen el control de las ciudades; traficantes de armas y drogas se mueven libremente; las fuerzas policiales se paralizan; la anarquía se convierte en la nueva norma.
La infraestructura pública está totalmente deteriorada, destruida o controlada por grupos violentos. Los sistemas educativos y de salud se privatizan o se hunden en la miseria.
Los niveles de PBI nacional y per cápita caen. Se suceden ciclos ininterrumpidos de déficit e inflación y surgen mercados negros (cambiarios, de bienes de primera necesidad, etc). Estas situaciones proveen oportunidades económicas para unos pocos (actividades criminales por ejemplo).
Florece la corrupción, a escalas destructivas. Las elites invierten sus ganancias en el exterior y algunos se dan lujos con fondos estatales. Ninguna ganancia se aplica al desarrollo del propio Estado.

El Estado colapsado es la versión extrema del Estado fallido y se da cuando los rasgos anteriormente enumerados se encuentran presentes en su máxima expresión: hay un literal vacío de autoridad. En los casos de Somalía o Sierra Leona en los ’90, el Estado colapsó y los actores subestatales tomaron el poder que pudieron conseguir por medios ilegítimos (algunos aspiran a convertirse en cuasi Estados, como sucedió con Somaliland). Otros casos de Estados fallidos en el s. XXI serían Afganistán, Angola, Burundi, DRC, Liberia, Sierra Leona o Sudán. Somalía continúa estando colapsado.

Por su parte, el Estado débil es una categoría que abarca un amplio espectro de situaciones: Estados inherentemente débiles por constreñimientos geográficos, físicos o económicos; afectados por antagonismos internos o malos gobiernos circunstanciales; tensiones inter-étnicas o inter-comunales que aún no han escalado a situaciones de violencia; combinación de elevadas tasas de criminalidad urbana, infraestructura deteriorada y progresiva desigualdad en la distribución del ingreso; cierto grado de inestabilidad de la ley y los contratos. Otro caso de Estado débil está representado por las autocracias, cuyo poder aparentemente es monolítico pero tiene muy frágiles fundamentos y no provee bienes políticos a los ciudadanos (ejemplo: Corea del Norte).


4. ¿Por qué fallan los Estados y qué hace la comunidad internacional al respecto?

Rotberg realiza una interesante afirmación al decir que ni las condiciones geográficas, ambientales, externas, ni la heterogeneidad interna son suficientes para explicar la falla de un Estado. Ésta generalmente se produce por “efecto del hombre”, ya sea de los gobernantes (corrompidos, vinculados al crimen organizado, negligentes, destructores de las instituciones), de los líderes de las diferentes facciones en pugna, los señores de la guerra, etc. Zaire/DRC, Angola y Zimbabwe son ejemplos de países con una interesanet dotación de recursos naturales que han sido llevados al fracaso por el mal gobierno o las cleptocracias en el poder. Rotberg concluye que “las decisiones de los responsables políticos y sus fallas son los factores que destruyen a los Estados”.

Las peligrosas exportaciones de los Estados débiles -terroristas internacionales, capos del narcotráfico, arsenales de armas- son tema de interminable discusión y preocupación. Los Estados fallidos son susceptibles de convertirse en zonas hospitalarias y seguras para actores no estatales – señores de la guerra y terroristas – siendo foco de la preocupación de la comunidad internacional.

Los estudios han demostrado que es mucho más sencillo y menos costoso para la comunidad internacional brindar ayuda para frenar un espiral de debilitamiento, que intervenir para reconstruir desde cero un Estado fallido o colapsado. En éste caso los desafíos son tantos y a tan largo plazo que desincentivan cualquier iniciativa seria de intervención o asistencia: hay que reconstruir la seguridad desde cero, pacificar al interior, resolver asuntos de justicia y derechos humanos, reconstruir la infraestructura para permitir comenzar a trabajar en el crecimiento y desarrollo económico, atender temas urgentes de pobreza, hambruna y enfermedades, recrear la administración y las instituciones, volver a cimentar la confianza del pueblo en el gobierno, etc. Esta lista es muy similar a la lista de desafíos que enfrentan las Operaciones de Construcción de la Paz de Naciones Unidas (Timor Oriental, por ejemplo) o USA en Afganistán.

En vistas del desafío que presenta la reconstrucción post-conflicto del Estado fallido, resulta claro que el fortalecimiento de los Estados débiles, propensos a fallar, es una política prudente que contribuye al orden mundial, minimizando los enfrentamientos, las víctimas, los heridos, los refugiados, y los desplazados. Asimismo, se eliminan los posibles vacíos de autoridad y poder sobre los cuales los terroristas actúan y prosperan.


5. Una herramienta de medición: el Índice de Estados Fallidos

En su trabajo de 2002 Rotberg realizaba una lista tentativa de Estados colapsados, fallidos, débiles y con cierto grado de compromiso. La clasificación es cuestionable (y dinámica; mucho cambió desde 2002 a la fecha, si bien gran parte de los factores que explican la falla son de tipo estructural). De hecho, el Banco Mundial y el Departamento para el Desarrollo Internacional del Gobierno Británico poseen sus propias listas que no se corresponden enteramente con la de Rotberg.

Frente a esta disparidad de criterios, la ONG de investigación Fondo por la Paz y Foreign Policy Magazine desarrollaron y explicitaron un índice anual de Estados fallidos en base a datos de 2005. El instrumento mide la debilidad, los conflictos internos violentos y la disfunción social a través de 12 indicadores clasificados en:
· Sociales: presiones demográficas crecientes; movimientos masivos de refugiados o desplazados que producen emergencias humanitarias; legados de grupos que buscan vengar sus agravios; huída de personas crónica y sostenida.
· Económicos: desarrollo económico desigual y distribuido de acuerdo con líneas de fractura grupales (étnicas, culturales, religiosas, etc); declinación económica pronunciada o severa.
· Políticos: criminalización o deslegimitación del Estado; deterioro progresivo de los servicios públicos; suspensión o aplicación arbitraria del Estado de derecho y violaciones masivas a los derechos humanos; el aparato de seguridad opera como un Estado dentro del Estado; riesgo de elites facciosas; intevención de otros Estados o actores políticos externos.
Las puntuaciones más altas representan más inestabilidad mientras que las puntuaciones más bajas indican mayor solidez.

A modo de resumen general, el índice muestra una serie de datos interesantes:
· Las causas de la debilidad son diferentes y van desde conflictos armados internos, territorios buscando su autonomía, zonas controladas por el crimen organizado, deterioro progresivo de instituciones políticas y sociales.
- Si bien los síntomas de fracaso pueden aparecer en cualquier país del mundo, existen zonas que concentran a los Estados débiles: África tiene el mayor número de países inestables, albergando a 6 de los 10 Estados más frágiles y 11 de los 20 primeros.
- Los 10 Estados en mayor situación de riesgo han dado ya claras muestras de hundimiento. Costa de Marfil, un país dividido a causa de la guerra civil, es el más vulnerable a la desintegración; seguramente se desmoronaría por completo si se fueran las fuerzas de paz de la ONU. Le siguen RDC, Sudán, Irak, Somalia, Sierra Leona, Chad, Yemen, Liberia y Haití.
- Varios Estados de gran tamaño se enfrentan a graves retos producidos por el cambio demográfico, las amplias desigualdades económicas y las divisiones religiosas y étnicas. Pero también es importante la forma de reaccionar de los gobiernos para determinar el futuro de estos países:
- Pakistán, con más de 160 M de habitantes, se vio afectado por factores climáticos (terremoto de octubre de 2005, con epicentro en la Cachemira) que desplazaron a miles de personas y generaron una crisis humanitaria inabordable. También influyeron las tensiones étnicas latentes y la incapacidad del Ejecutivo para mantener el orden en las zonas tribales próximas a la frontera afgana.
- China cuenta con una economía en plena expansión y son pocos los analistas que la clasificarían entre los Estados vulnerables, pero ha vivido más de 87.000 huelgas y protestas campesinas por las incautaciones de tierras, padece importantes niveles de desempleo y corrupción.
- En el sureste asiático, Myanmar (Birmania) se ha tambaleado (pero ahora, después de las inundaciones de 2008 y la crisis humanitaria asociada), mientras que Tailandia, aunque tenga problemas en sus provincias meridionales, sigue siendo uno de los países más estables de la región.
- La estabilidad de Zimbabue, que padece unas pésimas prácticas de gobierno y una corrupción endémica, ha descendido sostenidamente. Diversas pandemias afectan la subsistencia de la población.
- Nigeria, pese a la riqueza de sus recursos, ha seguido descomponiéndose; en cambio, Ghana es uno de los Estados más prometedores de África occidental. Kenia ha mejorado pese a los escándalos de corrupción y una frontera porosa con Somalia.
- En Europa, el impulso de la UE ha acelerado la recuperación de Bosnia Herzegovina.
- Algunos Estados de América Latina han escalado posiciones, como Venezuela (si bien sus políticas económicas no benefician a la mayoría de los venezolanos, su posición anti-USA y los elevados precios del crudo le han ayudado a consolidar el poder y estabilizar el país a corto plazo), Guatemala y República Dominicana.

El debilitamiento de un Estado se vuelve doblemente peligroso si posee ADM. 4 países son especialmente preocupantes por su capacidad o ambición nuclear. Corea del Norte, un régimen aislado con una visión del mundo hostil, está en el puesto 13 de las naciones en peligro de derrumbarse. Pakistán, en el puesto 34, posee un arsenal considerable. Irán está en el 57, aún en la zona de peligro. Rusia, con su inmenso arsenal, está en el 59. Si cualquiera de estos regímenes empieza a tambalearse, seguramente se producirá una carrera desesperada para salvaguardar este tipo de armas (o los elementos para su fabricación). Las posibilidades de proteger las cabezas nucleares cuando se hunde un Estado dependen de cómo se produzca este proceso. Si la caída va acompañada de saqueos y disturbios generalizados, la tarea puede ser imposible. La presencia de grupos islámicos radicales en Pakistán hace que su arsenal preocupe especialmente.

Se evidencia una firme correlación entre las puntuaciones sobre corrupción (Transparencia Internacional) y la inestabilidad de un Estado. 8 de los 10 países más estables figuran también entre los 10 menos corruptos. Chile (considerado el menos corrupto de Latinoamérica) es también el menos vulnerable de la región, mientras que Paraguay (con una amplia economía gris) recibe las peores puntuaciones del subcontinente.

Veamos la tabla con los resultados para 2008: acceder a la web de Fund for Peace


6. Corrupción, calidad institucional y seguridad
[3]

Los puntos anteriores pusieron en claro la relación existente entre la calidad institucional (división de poderes, respeto al Estado de derecho, igualdad ante la ley, integridad de políticos y funcionarios) y la posibilidad de falla del Estado (que puede derivar en una amenaza a la seguridad nacional, regional y global en combinación con otros factores).

Ahora bien, la cuestión de la corrupción –íntimamente vinculada a la calidad institucional- no siempre estuvo en la agenda de los actores globales. De hecho, hasta hace relativamente pocas décadas, se consideraba una cuestión interna de los Estados sobre la que ningún otro actor tenía ingerencia. Durante los ’90, en diferentes organizaciones internacionales y organismos de desarrollo comienza a cobrar fuerza la idea de que a menos que se luchara contra la corrupción, todos sus esfuerzos iban a ser en vano. Por ejemplo, el Banco Mundial otorgaba préstamos a países para contribuir con su desarrollo; pero si debido a la corrupción el dinero no se destinaba a sus verdaderos fines y terminaba filtrándose a cuentas privadas / siendo derivada para otros propósitos / o se perdía en contrataciones innecesarias con empresas locales o extranjeras, cualquier acción del Banco dejaba de tener sentido y los programas de desarrollo quedaban distorsionados por las acciones corruptas. Los mismos gobiernos de los países de la OCDE, con excepción de USA que lo había penado, toleraban la corrupción en el extranjero y permitían que sus empresas dedujeran de impuestos el dinero que habían tenido que destinar a sobornos en licitaciones u otras acciones comerciales.

La acción desde las organizaciones intergubernamentales era compleja debido al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados. Entonces, la arena desde la cual se comenzó a presionar para introducir el tema de la corrupcón en la agenda de negociaciones fue la sociedad civil en conjunto con los medios de comunicación. El propósito de su accionar inicial no sólo fue generar una toma de conciencia global (dirigida especialmente a los gobiernos de países desarrollados que eran los mayores aportantes a programas de desarrollo) sobre el tema y sus múltiples implicancias (para las sociedades, los gobiernos y las empresas privadas); sino también presentarla como una amenaza para la democracia en combinación con el crimen organizado y el terrorismo.

Los principales propulsores del tema fueron ONG’s conformadas por ex funcionarios nacionales (de agencias de desarrollo) e internacionales (de la ONU y sus agencias), académicos y algunos líderes sociales de países en desarrollo. Uno de los ejemplos más paradigmáticos de las organizaciones que surgieron a principios de los ’90 fue Transparencia Internacional (TI), una ONG con sede en Alemania, directivos de diferentes países desarrollados y una red de ONG’s asociadas en cada uno de los países en los que actúa (por ejemplo, Poder Ciudadano en Argentina).

De acuerdo con Peter Eigen, fundador de TI, el 11 de Septiembre marcó un quiebre importante en la lucha contra la corrupción: “la corrupción se vio bajo una nueva luz, ya que ahora hemos de concebirla no sólo como un delito económico sino también como un claro instrumento del terrorismo”
[4].

Desde los primeros años de los ’90 hasta la fecha, ha habido numerosos avances en los intentos de coordinar políticas y establecer reglas comunes para combatir la corrupción a través de las fronteras. Los países de la OCDE cuentan con una convención que prohibe y penaliza la entrega de sobornos en el extranjero. A partir de la entrada en vigor de este instrumento (1999), las empresas no sólo no pueden desgravar los sobornos de los impuestos sino que además sus directivos son pasibles de sanciones penales aunque los delitos se hayan cometido en otro país. La OCDE además conformó un grupo de trabajo que se encarga de verificar que las provisiones de la Convención se incorporen al derecho nacional, que las penas por corrupción dentro y fuera de territorio se equipararan y que efectivamente la Convención se pusiera en práctica. Las prácticas anticorrupción, monitoreos y verificaciones también se han incorporado a la operatoria de las organizaciones internacionales, especialmente en lo relativo a financiamiento del desarrollo. En 2003, las Naciones Unidas promovieron la adopción del Convenio contra la Corrupción (o convenio de Mérida) que propone simplificar las acciones y la asistencia legal entre países, agilizar la devolución de activos y bienes robados, entre otros. En el plano de las acciones no vinculantes promovidas por la sociedad civil, también podemos mencionar las actividades de difusión que imponen costos de reputación (la publicación anual de índice de percepción de la corrupción de TI), las cartas de compromiso o pactos de integridad (las firman las administraciones públicas y las empresas que participan de una licitación pública y son monitoreadas por ONG’s), etc.
[5]


CASO DE ESTUDIO: Colombia
[6]

Por décadas Colombia ha estado envuelta en una guerra civil entre las guerrillas (las principales organizaciones son las FARC y el ELN) y el gobierno a la que, en los años ’90, se le incorporaron los grupos paramilitares (AUC). No se trata de un conflicto por la conquista del poder o el cambio de régimen, sino que está atravesado por el crimen organizado transnacional (narcotráfico) y el terrorismo internacional (se han detectado vínculso entre las FARC y otras organizaciones como ETA o IRA). En una de las tantas rondas de negociaciones por la paz, las FARC consiguieron que el gobierno les concediera un espacio de territorio desmilitarizado que –con variaciones- vienen controlando desde entonces. Esto ha dado lugar a la construcción de un Estado paralelo y ha producido el desplazamiento de miles de pobladores en busca de seguridad y mejores condiciones.

Junto a la pérdida del dominio sobre todo el territorio nacional, el Estado colombiano enfrenta el problema de la debilidad de sus instituciones (nacionales, regionales, locales, aparatos de justicia y seguridad) para hacer efectivo el cumplimiento de la ley. Las FARC y AUC, con el dinero del narcotráfico, penentran en las instituciones y las corrompen para evitar la imposición de penas (fallos judiciales, extradiciones, etc). De hecho, el dinero del narcotráfico ha estado involucrado en el financiamiento de campañas presidenciales. De acuerdo con el testimonio del jefe de la misión de observación de la OEA: “el peligro es que los grupos –paramilitareas y guerrilleros- tienen una inmensa fuente de dinero que proviene del narcotráfico y les permite desarrollarse y reclutar nuevos miembros, de manera tal que continúan afectando a la población”.

El gobierno del presidente Uribe ha combinado una serie de estrategias para luchar contra estos problemas: tareas de inteligencia y uso de la fuerza contra las organizaciones guerrilleras / terroristas (capturas, redadas, liberación de rehenes); cooperación con USA (Plan Colombia - 1999); la Ley de Justicia y Paz (dictada en 2005 y corregida en 2006 para amnistiar a los paramilitares que se desmobilizaran, proceso que es monitoreado por la OEA). El proceso de desmobilización ha revelado hasta qué punto los paramilitares se han infiltrado en la política colombiana: investigaciones de la Fiscalía General han expuesto vínculos de las AUC con los comandantes militareas y policiales, funcionarios y políticos (incluyendo a un ex gobernador, un ex ministro de Relaciones Exteriores y varios legisladores).

La actividad de los grupos criminales en Colombia no sólo plantea amenazas a otros países vía el narcotráfico, lavado de dinero u otras actividades criminales sino que también, como en el caso de Ecuardo, puede implicar un conflicto bilateral. En marzo de 2008, militares colombianos cruzaron la frontera con Ecuador en una operación de persecución y captura de elementos de las FARC. La invasión territorial fue condenada por los gobiernos de Ecuardo y Venezuela, que cortaron las realciones diplomáticas con Colombia. Por su parte, el gobierno de Uribe emitió una disculpa por la incursión pero pidió mayor colaboración de sus pares regionales para luchar contra las FARC (insinuó que éstas conseguían protección en el territorio de países vecinos que “hacían la vista gorda” o colaboraban abiertamente con la organización). El incidente no tuvo una escalada militar, pero sienta un precedente que genera alerta en Latinoamérica.

7. Conclusiones

En un mundo cada vez más interconectado, los Estados débiles e ingobernables plantean un grave riesgo para la seguridad global y se han convertido en uno de los desafíos más importantes de política exterior.

La debilidad y vulnerabilidad de los Estados está asociada a los conflictos internos, interestatales y transnacionales. Cuando prevalece el caos, se genera un espacio para que se desarrollen el terrorismo, el narcotráfico, la proliferación de armas y otras formas de delincuencia organizada. Abandonada a serios aprietos, sometida a la depredación y sin acceso a servicios básicos, la sociedad puede dejarse llevar por demoagogos incitadores de odios o buscar asistencia en los líderes locales (señores de la guerra).

La comunidad internacional reconoce estos problemas pero aún no está organizada adecuadamente para tratar los fracasos de la gobernabilidad. Está demostrado que la reconstrucción de un Estado colapsado es más larga, costosa y difícil que la actuación temprana en prevención de conflictos. La prevención es la herramienta que debe desarrollarse, junto con formas no intrusivas de influir en la dirección que adoptan las políticas económicas, la configuración del sistema político, las provisiones para la seguridad interna, entre otras.

La globalización de la economía, las finanzas y la tecnología ofrecen oportunidades para las poblaciones de los países en desarrollo. Pero éstos sólo podrán aprovecharlas si están libres de conflictos y si sus instituciones son lo suficientemente sólidas y transparentes como para no desviar ni asignar ineficientemente los recursos y oportunidades.

No existen vías rápidas en el camino a la estabilidad, pero algunos de los cimientos que deben colocarse son: el establecimiento de una justicia independiente, el desarrollo de un cuerpo de funcionarios competentes y la puesta en práctica de campañas contra la corrupción, en paralelo con un programa de desarrollo económico y social. No hay atajos para lograr la estabilidad: las elecciones pueden dar voz a los desposeídos, pero no siempre se traducen en una capacidad real de gobierno.

Las instituciones internacionales (Naciones Unidas, Banco Mundial y FMI) junto con las agencias de desarrollo de los Estados de la OCDE y la sociedad civil global pueden ayudar. Sin embargo, la participación a gran escala de extranjeros en la construcción de un Estado es compleja y costosa. Si la tarea de reconstrucción trae aparejada una intervención militar para pacificar el terreno, las necesidades logísticas y de tropas pueden ser abrumadoras. El intento de establecer el orden en Irak (sólo 26 millones de habitantes) ha puesto a prueba los recursos del ejército más poderoso del mundo.

Quienes toman las decisiones deben mantener una perspectiva de largo plazo y recordar que, aunque la complejidad de la transición es frustrante, reducir el financiamiento sólo incrementa la probabilidad de que un país caiga en el caos.

Lecturas recomendadas

Counterterrorism in African Failed States: Challenges and Potential Solutions, disponible en:
http://www.strategicstudiesinstitute.army.mil/pdffiles/PUB649.pdf

DEMPSEY, Thomas (2006) “Counterterrorism In African Failed States: Challenges And Potential Solutions”. United States Government. April 2006.

EIGEN, Peter (2005) Las redes de la corrupción. La sociedad civil contra los abusos del poder. Editorial Planeta. Buenos Aires.

EIGEN, Peter (2006) “La corrupción no es inevitable” publicado en www.ourplanet.com

EIZENSTAT, Stuart, Porter, John Edward y Jeremy Weinstein (2005) “Rebuilding Weak States” en Foreign Affairs. January/February 2005.

Estados frágiles: Iniciativa para los países de bajos ingresos en dificultades, disponible en:
http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/NEWSSPANISH/0,,contentMDK:20549289~pagePK:64257043~piPK:437376~theSitePK:1074568,00.html

Foreign Policy & the Fund for Peace (2006) “The Failed States Index” en Foreign Policy Magazine. May/June 2006. Tb en español (Junio/Julio 2006).

KRASNER, Stephen D. y Carlos Pascual (2005) “Para remediar la ingobernabilidad de los Estados” en Foreign Affairs en español. Octubre-Diciembre 2005.

ROTBERG, Robert (2002) “The New Nature of Nation-State Failure” en The Washington Quarterly. Summer 2002. Págs. 85 a 96.

ROTBERG, Robert (2004) “When States Fail: Causes and Consequences” (ed.) Princeton: Princeton University Press, 2004. Cap. 1.


[1] Foreign Policy & the Fund for Peace (2006) “The Failed States Index” en Foreign Policy Magazine. May/June 2006. Tb en español (Junio/Julio 2006).
[2] ROTBERG, Robert (2002) “The New Nature of Nation-State Failure” en The Washington Quarterly. Summer 2002. Págs. 85 a 96.
[3] EIGEN, Peter (2005) Las redes de la corrupción. La sociedad civil contra los abusos del poder. Editorial Planeta. Buenos Aires.
[4] Ibid. Pág. 19
[5] EIGEN, Peter (2006) “La corrupción no es inevitable” publicado en www.ourplanet.com
[6] HANSON, Stephani (2008) Colombia’s right wing paramilitaries. CFR.